Sábado 7 de diciembre de 2002
 

Verdades y mentiras de un "cool" artista
 
 

El músico y compositor Gustavo Cerati, quien ya tiene en las bateas de las disquerías argentinas su flamante cuarto álbum en solitario "Siempre es hoy", aseguró que "el disco trata de salir de esa especie de "reality show" que vivimos todos en la Argentina".
"En este caso estuve a favor de algo más directo, más concreto, más sin medias tintas, más cercano a la verdad por decirlo así, pero no porque mi intención sea reducir el disco a un ejercicio egocéntrico, sino para tratar de salir de esa especie de "reality show" que hoy vivimos en la Argentina", formuló Gustavo Cerati.
La referencia al clima de "reality show" que se aprecia en el país permitió que el músico descargara su indignación ante ciertos manejos periodísticos sobre su producción artística más reciente. "Han salido algunas notas que morbosa y amarillamente intentan reducir mi intención creativa a una mera descripción de relaciones que parecería que le interesan a la gente", indicó aludiendo al tratamiento que liga sus canciones actuales con la relación que mantiene con la animadora Deborah del Corral.
Cerati apuntó con firmeza que "pese a que a mi manera me esfuerzo en no pasarme de los límites porque no sabría cómo manejarlo, algunos parecen reducir la obra de uno a esas tremendas estupideces".
El artista que fue mentor del emblemático trío pop Soda Stereo agregó que "yo escribo sobre mí o sobre lo que pasa a mi alrededor porque ésos son mis límites, pero nunca subestimo al oyente. Estoy sacando un disco que supuestamente va a ser escuchado por la gente, o sea que no es una satisfacción personal únicamente sino también una intención de provocar algo en la gente".
Desde su lugar de creador capaz de modificar la realidad que lo circunda, el guitarrista consignó que "lo que yo intento provocar está ligado a la imaginación y a la fantasía y a lo que cada uno pueda agregarle desde su propio ser, a lo que está escuchando, ya sea como una banda de sonido en su casa o a algo que le pegue íntimamente por alguna razón".
Capaz de ligar las búsquedas estéticas con la cruda actualidad que atraviesa la Argentina, el autor del disco "Amor amarillo" (1993) consideró que "es muy cínico decir que nosotros no podíamos llegar a esta situación porque éramos un país rico. Veíamos que esto se venía e hicimos muy pocas cosas para que no pasara y entonces siento que es una realidad que nos pega, que quizás no necesariamente se refleje en una letra".
"No estoy hablando de un chico que se muere en Tucumán, pero ni siquiera necesito hacerlo. Lo estoy viendo, sé que existe, pero también sé que existe un aparente realismo generado por multimedios con una intencionalidad, a veces, tan confusa para ellos mismos, como para la población a la que confunden", añadió.
Desde la misma mirada, el otrora muchacho de los "raros peinados nuevos", señaló que "uno como músico escribe algo que quiere transmitirle a la gente y lo interesante es que sea muy concreto aunque no necesariamente pase por una cuestión social-lírica, sino para que sea lo menos recargado, lo más sutil y, fundamentalmente, lo menos sarcástico posible".
En "Siempre es hoy", el músico compuso 17 canciones (13 en solitario y cuatro con el guitarrista de su grupo, Flavio Etcheto) y sumó los lujosos aportes musicales de, entre otros, Charly García y Domingo Cura.
Los primeros shows de la gira de presentación de "Siempre es hoy" serán el 27 de diciembre en Quito (Ecuador) y dos días más tarde en Cali (Colombia), en un festival donde también actuarán Fito Páez y Enrique Bunbury.
Tanto en el CD como en los shows, Cerati reunió a una banda estable que, además de Etcheto, completan Leandro Fresco (coros, sampler y percusión), Fernando Nalé (bajo y contrabajo), Pedro Moscuzza (batería y percusión) y Javier Zuker (scratches y loops).
Respecto del sonido de la nueva placa, no tan posmoderno como en trabajos anteriores, el músico explicó que "los "90 fueron muy así (posmodernos) y la verdad es que ya me cansé de eso y pienso que hay que dar pasos para salir de la misma trampa que uno se genera".
"Frente a una creación barroca de elementos producidos a través de la computadora -se explayó- yo necesité hacer música de otra forma y a lo mejor rescatar un espíritu".
Pasando de las ideas a los hechos, el cantante contó que ""Sulky", el tema en que toca Domingo Cura, lo había hecho con un sampler usando la metodología que utilicé mucho en "Bocanada" y que seguí usando en la primera etapa de este disco (2001) pero luego la abandoné, la deseché, como con una intención estética de cambiar, de ir por otro lado. Y cité al verdadero creador de esa muestra que había utilizado".
Ahora, a cierta distancia y sin ponerse a evaluar qué es mejor para el álbum, el intérprete subrayó la experiencia de interactuar con Cura, "que es un tipo de 85 años que sigue tocando como si tuviera 21 y es el referente de la percusión en el folclore".
Sobre su desconocida ligazón con el folclore, Cerati confesó que "casi siempre hago algún tema que tiene una connotación folclórica porque aprendí a tocar la guitarra a partir de ese género y porque durante la colimba gané un concurso que me premiaba con viajar por los cuarteles de todo el país, cosa que no hice".
Al repasar otra ilustre participación en "Siempre es hoy", el ex Soda reseñó que la presencia de Charly García en el CD "fue una retribución a sus reiteradas invitaciones a tocar en sus discos y porque siempre tuvimos buenas migas musicales y de corazón, aun cuando él tenía celos de un grupo como Soda Stereo".
"Yo diría -añadió- que hay admiración mutua y eso se traduce en la música, por lo que siempre terminamos diciendo "bueno, vamos a hacer un disco juntos" y así nos vamos de todas nuestras experiencias tocando juntos".
Por último y en una reflexiva observación sobre la intencionalidad de su obra, el creador sostuvo que con "Bocanada" (su placa de 1999) "estaba más interesado en desmitificar a mi manera la autenticidad que parecía ser en ese momento como la moneda fundamental de los artistas, cuando a mí me parece que nunca la autenticidad o la verdad, que son valores humanos imprescindibles, son valores artísticos".
"Para mí un artista no tiene por qué decir la verdad. Un artista hace su obra y ésta puede ser una gran mentira", concluyó.

María Laura Rodríguez (Télam)
   
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