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Lunes 2 de diciembre de 2002 | |
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Las cosas tienen movimiento para Adrián Iaies |
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El pianista editó un trabajo fuerte y sensitivo |
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| Buenos Aires (Télam).- En los agitados días de enero del 2002 y cuando, según él mismo lo confiesa, "mi mujer empezó a morir", el pianista Adrián Iaies se internó durante tres días en un estudio de Buenos Aires junto al baterista Fernando Martínez y el contrabajista Horacio Fumero para dejar registrado el delicado y sensitivo disco "Las cosas tienen movimiento", que desde ayer EMI distribuye en todo el país. En un momento de particular explosión creativa, ya que en simultáneo con éste disco el sello español Lola Records edita en Europa "Round Midnight y otros tangos" y en marzo aparecerá la placa "Nocturna", también en la Península Ibérica, Iaies comentó que el disco producido en la Argentina "es muy fuerte por muchos aspectos". "Perdí a mi esposa en julio, tengo hijos y Viviana fue una mujer que estuvo conmigo 23 años, eso fue un golpe durísimo, pasaron muchas cosas conmigo y yo siento que estoy en un momento en el que todo lo que pasó me sensibilizó más y tomé conciencia de la real importancia de las cosas y de lo que significa entrar a un estudio y subir a un escenario", comentó el músico. "Además, sumado a este hecho personal, haber grabado en enero 2002 en Buenos Aires en medio del terremoto político y social que vivimos el verano pasado y hacerlo en excelentes condiciones artísticas y técnicas tiene también un alto valor simbólico". El pianista, que en los últimos cuatro años grabó siete cds y se posicionó fuertemente en el mercado internacional con actuaciones en el Lincoln Center de Estados Unidos, el Festival de Jazz de San Sebastián y la producción de placas en el exterior, remarcó que "Las cosas en movimiento" "es un disco hecho en base a particularidades". "La primera es que en el repertorio de este trabajo hay una apertura hacia un lado que todavía no mostré y que disfruto mucho tocar cosas de Charly García ("Seminare") y Fito Páez ("Las cosas tienen movimiento"), que son músicas argentinas, acaso tan fuertes como el tango", señaló. "Esto es importante porque es como una forma de dejar de explicar y demostrar concretamente -a pesar de que nunca dejé de hacer temas propios y standars de jazz-, que no soy un músico de tango sino que parto de esta música, que adoro, como parte de mi propuesta estética pero que la trabajo desde las herramientas y el concepto del jazz". "Por otra parte -continuó marcando las notas distintivas de este álbum-, es la primera vez que hay música cantada en uno de mis discos ("María" y "Naranjo en flor" interpretados por Liliana Herrero), hecho que se relaciona no con una decisión de volcarme a un repertorio cantado sino con lo que significó para mí, como disparador musical, el descubrimiento de la voz de Liliana". El músico, que presentará la placa en un show a realizarse el próximo viernes en La Trastienda y también en Mendoza (6 de diciembre) y en Córdoba (7 de diciembre) remarcó además que este es el primer disco que produce musicalmente desde "Las tardecitas de Minton"s", doble editado en 1999. "Entre "Las tardecitas..." y éste pasaron más de dos años y yo grabé tres discos con productores europeos y en esta placa pude aplicar ciertos conceptos sobre cómo producir artísticamente un disco que los aprendí a partir de esta experiencia de grabar en el exterior", remarcó. |
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