Sábado 30 de noviembre de 2002

 

La terapia familiar para superar casos de abuso

 

La psicóloga Lourdes Molina abordó el tratamiento a las víctimas. El silencio es un enemigo para quienes son abusados sexualmente. Hay madres que son cómplices indirectas de estos casos.

  SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- En el marco del importante curso de actualización y diagnóstico en Ciencias Forenses, una funcionaria y operadora del Consejo Nacional de la Infancia, la psicóloga María Lourdes Molina, abordó la problemática del tratamiento a las víctimas de maltratos o abusos sexuales intrafamiliares y a sus familiares directos, incluido el propio abusador.
La conferenciante lamentó que el país adolezca de estadísticas para formular diagnósticos, pero aseguró que "aún en los casos más graves se pueden obtener cambios en los núcleos familiares". Definió al violador como "un psicópata que goza con el sufrimiento de la víctima", y lo diferenció del abusador intrafamiliar, al que describió como "un perverso en el que prevalece el sentimiento del amor, que quiere compartir con los niños y hacerlos gozar".
La profesional expuso sobre las características de las terapias y las dificultades que deben enfrentar los operadores en muchos casos, por ejemplo cuando sospechan que el vínculo entre la madre del niño abusado y el abusador es ambivalente, y el menor puede sufrir presiones de su progenitora.
Admitió Molina que la Convención de los Derechos del Niño consagra que la voz de éste debe ser escuchada, pero puso límites a esa premisa, al reconocer que la víctima muchas veces se enfrenta a un conflicto de lealtades "porque quiere a su padre y quiere verlo, pero debemos cuidarlo y ayudarlo a procesar lo que le pasó. No podemos admitir que el chico sabe cuidarse solo, porque nuestro objetivo es protegerlo", sentenció la especialista. Precisamente, Molina opinó que en algunos casos "debemos pedirle al juez que separe al chico de su familia, o el cambio del equipo de tratamiento, cuando la familia no ha modificado su conducta".
La funcionaria comentó que en ocasiones el abusador trata de fracturar el vínculo fraternal. "Divide y reinarás, es una de las estrategias del ofensor sexual", denunció, y subrayó la importancia de promover el fortalecimiento del vínculo entre los hermanos en las sesiones del tratamiento familiar, "porque el secreto -que favorece al abusador- se garantiza con la restricción en las relaciones sociales".
Recordó también a las madres que son cómplices indirectas de los abusos, "que a veces hacen responsables a sus hijas y entran en una especie de competencia, diciéndole "vos lo buscaste", y adjudicándole a las menores la responsabilidad sobre los hechos". Por eso en ocasiones aconsejan la suspensión de las visitas y le brindan un tratamiento específico, cuando sospechan que la madre presiona a los chicos.
La psicóloga explicó que la estrategia terapéutica apuntaba a lograr que la víctima pudiera ponerse en un estado de igualdad frente al agresor, con una relación simétrica, para que esa confrontación sirviera para fortalecer su autoestima y seguridad personal.
Ayer por la tarde expuso la psicóloga de la policía local, Lidia Maldonado, sobre "El momento de la denuncia y el rol de la policía. Más tarde, el especialista Edgardo Donna se refirió a Los abusos sexuales y la corrupción de menores, y Cristina Fridman a Las relaciones sexuales coercitivas y las mujeres. Por último, el sexólogo León Gindín disertó sobre El entramado de las disfunciones sexuales del varón y la mujer. El curso concluirá esta mañana.
   
    ® Copyright Río Negro Online - All rights reserved    
     
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación