Lunes 25 de noviembre de 2002

 

Una multitud "sub 14" vibró con la bandanamanía en Neuquén

 

El Ruca Che vibró al ritmo de las jóvenes seguidoras del grupo. Hubo chicos de diversos lugares de la provincia en el recital.

 
Las Bandana a pleno. El Ruca Che lució a pleno para recibir a las popstars nativas.
NEUQUEN (AN).- Son un ejército sub 14 que viste, se mueve y vibra con ellas y como ellas.
Son las nenas de la "bandanamanía" que están aquí y allá, en todos los rincones de la Argentina, como fue cuidadosamente calculado por los dueños de la parafernalia popstars que arrasa con todo y siembra récords.
Cinco mil o seis mil de las "bandanas" tuvieron su primera fiesta anoche en el Ruca Che neuquino que hirvió por la euforia y por los 30 grados que a las ocho de la tarde eran simplemente in-so-por-ta-bles dentro del gimnasio.
Hubo vigilia. A las 7 de la mañana, apenas el sol comenzó con el lanzamiento de puñaladas, los primeros papás, primos, amigos o vecinos comenzaron con "el aguante" con turnos rotativos que garantizaran un buen lugar, el más cerca al escenario o el de la mejor vista.
"Desde Piedra del Aguila nos vinimos. A las cuatro de la mañana salimos de allá y a las cuatro de la mañana recién vamos a estar en casa", gritó de una platea la mamá de Gimena y Lucas Rosales, de 10 y de 7 años, dos fanáticos del grupo que impuso la moda, los ritmos y el fanatismo.
Faltaba una hora para el recital y la mujer no ocultaba su satisfacción por el tributo de amor que les brindaba a sus hijos.

Una aparición impactante

El Ruca Che explotó en una ovación interminable cuando las esbeltas figuras de Ivonne, Lissa, Lourdes, Valeria y Virginia vestidas de negro emergieron impactantes desde atrás del cortinado rojo.
La aparición fue detrás de un intenso humo y una organizada maraña de luces que rebotaban y explotaban entre y contra el público.
"Disco Baby", fue el tema de la apertura, que pasó rápido, casi tanto como el apuro que demostraron los guardias del grupo para correr al reportero gráfico al que ni siquiera le permitieron hacer las tomas durante el primer tema, como había sido previsto.
Apenas los poderosos parlantes lanzaron los primeros acordes, el público se transmutó en un solo cuerpo, que no paró de moverse durante las casi dos horas que duró el recital.
La batería y otros instrumentos de percusión se colocaron abajo, mientras que los demás músicos estuvieron arriba, casi a la misma altura que el grupo.
"Un Demonio", fue el cuarto tema, donde con la temperatura al máximo desde un par de tubos laterales brotaron impresionantes bocanadas de fuego.

Una energía contagiosa

Las cinco estrellas pop derrocharon sobre el escenario un torrente de energía; contagiaron e hicieron vibrar a sus fans con frescura y desenfado, alimentando la imagen que las nenas idolatran.
Ellas, las cinco chicas que de un día para otro dejaron de ser desconocidas son el molde, el modelo que muchas nenas y pre adolescentes calcan hasta en el más mínimo detalle.
Y así se meten definitivamente en la ilusión de que las calabazas pueden transformarse en carruajes.
Chicas colgadas de las barras de contención, que gritaban en busca de una mirada cómplice de sus ídolas; otras que arrojaban prendas de vestir para que fueran tocadas por alguna de las popstar, al estilo de una bendición.
Cada una buscó una estrategia distinta para intentar estar más cerca de sus ídolas.
Las 50 chicas contratadas en Neuquén se multiplicaron para mantener sentadas a las nenas y a los pocos grandes que no podían menos que sucumbir al potente contagio de la música.
La misión, poco menos que imposible, crispó los nervios de algunos grandes.
Con todo, el gimnasio neuquino tendrá hoy la segunda presentación del grupo. Y, nuevamente, será a estadio lleno.

Controlan casi todo

NEUQUEN (AN).- La cinco popstars ocupan el cuarto piso del hotel del Comahue de esta ciudad. A su lado, hay 70 ayudantes que se mueven en dos colectivos y dos trailers con los que cumplen la gira nacional.
Custodiadas por las fans a sol y a sombra, las chicas sólo salieron el sábado a la noche cuando estuvieron en un conocido local bailable cercano al río Limay, vestidas como cualquier hija de vecino y sin mayores complicaciones aunque con los custodios al lado.
En todo momento espetaron a rajatabla los horarios. Por caso, ayer a las 19,45 dejaron el hotel apretadas a bordo de una camioneta doble tracción y a las 20.30 el grupo cantaba y se movía en el Ruca Che.
La pasión controlada (por las esforzadas jóvenes contratadas en Neuquén) se rompió anoche con el tema "Guapas", cuando los chicos desoyeron todo y se treparon a las sillas para cantar y bailar desenfrenadamente.
Los asistentes, desde que llegaron a esta ciudad, intentaron moverse por las suyas en todo momento pero chocaron con la inexperiencia, por ejemplo cuando dejaron sin custodia una camioneta que fue apedreada por chicos del barrio San Lorenzo.

"Yo soy Virginia y ella es Valeria"

NEUQUEN (AN).- "La que más me gusta es Virginia; cuando baila-mos yo soy Virginia y ella es Valeria... pero bueno... las queremos a todas, son unas genias". Macarena y María Pía tienen 7 y 9 años, son neuquinas y llegaron al gimnasio con Claudio, el papá de la primera. Estaban felices o mucho más que eso. A su lado, el papá dejaba entrever una tierna resignación, que sólo se alteró cuando preguntó ¿cómo salió Boca?
Apenas unos metros más allá Camila (de 7 años) y Magalí (de 13) sostenían el cartel que la más chiquita pintó con marcador rojo pero que no encontró lugar para colgar porque no había lugares libres.
En eso de cumplir sueños, estaban las también primas Ana Laura, Maira, Agustina, Sofía y Florencia. Son de Roca y de esta capital y aseguran ser del grupo que más temprano llegó: "antes de las siete estábamos acá", fue elocuente una de las mamás. La que hizo realidad el sueño fue la tía Ana, mamá de Florencia, que a su vez tocó el cielo con las manos. Es que por ser amiga de una de las hijas del intendente Horacio Quiroga pudo estar ahí cara a cara con las ídolas.
Daniel Nievas, de 44 años, no es precisamente un fan de Bandana pero las sigue a todos lados. El hombre vende vinchas, pañuelos, prendedores y fotos, lo más requerido a dos pesos. "De acá nos vamos a Bahía, lo que fue impresionante fue Mendoza... en La Pampa no fue tanto y acá se viene con todo", dice el hombre que asegura haber seguido a Luis Miguel, Ricky Martín y a los bailanteros de Sombra. "Desde que arrancaron en el Gran Rex, las estoy siguiendo", dijo el hincha de Independiente que ayer sufrió y gozó lejos del escenario.

   
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