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Domingo 24 de noviembre de 2002 | |
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Más de 300 motos le cambiaron el ritmo a Choele |
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La segunda edición del encuentro de motoqueros, que finaliza hoy, duplicó la cantidad de participantes del año pasado. Esperan que, con apoyo, el evento se haga cada vez más popular. |
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 CHOELE CHOEL (AVM).- De golpe, la geografía sonora de la ciudad cambió. Un paisaje nuevo de motores rugiendo, de sirenas y bocinazos hizo paralizar a la localidad por varios minutos. Era la caravana de motoqueros que participan del segundo encuentro nacional que se desarrolla en Choele Choel desde el viernes, y que culminará hoy con la desconcentración de los participantes, que han llegado desde distintos puntos del país.También la actividad de la localidad, acostumbrada a largas y silenciosas siestas, varió. Se podía ver varios lugares poblados de visitantes, inseparables de sus máquinas de metal. Y hasta la isla 92, hasta el fin de semana pasado sólo visitada por vecinos de la zona, se convirtió en un hormiguero de gente, que iba y venía incesantemente.Porque no sólo llegaron los moteros, sino que los habitantes de la localidad, fueron hasta ese sitio a ver asombrados, sobre todo los más chicos, las poderosas motos. Mientras que las noches de la ciudad fueron por estos días de un vértigo poco común en la zona. Con las confiterías y comercios abarrotados de gente. Y las calles transitadas no sólo por decenas de motoqueros sino por visitantes de toda la región. Hasta ayer a la tarde, el evento había hecho que llegaran más de 300 motociclistas. Cada uno con una historia distinta sobre sus vivencias en la ruta. Algunos haciendo su primera experiencia en esto de los encuentros. Como el hombre de anteojos que llegó desde Neuquén manejando una moto de 50 cc. "Vine a lo que daba la motito. Paré en Roca y en Chichinales, y le metí 6 horas" dijo. El particular motoquero participó de todas las actividades porque además entre ellos la diferencia por la cilindrada de una moto no existe. Es que además, la pasión por las motos y los encuentros supera cualquier distancia, cualquier dificultad, es una religión. Donde hay algunas reglas básicas que cumplir: la camaradería y la unión, son algunas de ellas. Caras conocidas Por eso también hubo caras conocidas, porque se comenta en el ambiente de los motoqueros, que cuando son bien recibidos en un lugar, es inevitable volver. Así se podía ver a René de los caballos de hierro de Trelew. Y a Orlando con sus 65 años, llegado de la misma ciudad, que deja por un tiempo su profesión de radiólogo para montarse en una motocicleta y recorrer las rutas argentinas. O a Alejandro, que después de trabajar varios años en un establecimiento frutícola del Alto Valle pudo comprarse su moto y ahora acude a todos los encuentros. Todos ellos estuvieron el año pasado en Choele , y volvieron porque sabían, como dijo Orlando en una breve charla con este medio, que "este año va estar mejor. Van a venir más motos". Y así fue, porque la cantidad de moteros que llegó en esta nueva edición duplicó la del año anterior, y se espera que año tras año, al ser el único encuentro de estas características en la zona, siga creciendo. En esta ocasión se sumó mucha gente que por primera vez visitaba esta parte del sur del país. "Es muy lindo. Además nos han atendido de primera" dijeron un par de pibes llegados de provincia de Buenos Aires. Porque además la apuesta es de muchos. Como mencionó Daniel Adaro, de la agrupación Ruidos Molestos, organizadora del evento, "para que se realizara se contó con el apoyo de mucha gente. Comerciantes de la localidad, el municipio de Choele Choel y hasta el municipio de Luis Beltrán". |
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