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Jueves 21 de noviembre de 2002 | |
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El control de los vuelos en Neuquén está en riesgo |
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Los operarios de la Fuerza Aérea que trabajan en la torre, encargados de vigilar el tráfico aéreo, reclaman que reparen el aire acondicionado porque en días de calor el lugar es inhabitable. |
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| NEUQUEN (AN).- Si la concesionaria del aeropuerto de Neuquén no realiza el mantenimiento del sistema de aire acondicionado en la torre de control, la Fuerza Aérea está dispuesta a trasladar al personal y algunos equipos mínimos a una oficina inapropiada para la tarea. Esta mudanza, en apariencia inofensiva, podría afectar la operación normal de la estación aérea. El aeropuerto fue concesionado por la provincia a la empresa Aeropuertos Neuquén Sociedad Anónima (ANSA), una UTE integrada por Riva, Servicios Aéreos Sudamericanos, American Lodging, Unitec Agro y Compañía de Servicios Aeroportuarios. Los nuevos operadores están remodelando el edificio, un proyecto que representa una inversión superior a los 30 millones de pesos. La obra de ampliación y remodelación se encuentra en marcha, pero hay problemas con el mantenimiento como los denunciados ayer por el jefe de seguridad del Aeropuerto, mayor Santiago Ramero, de la Fuerza Aérea. Desde agosto, los representantes de la fuerza en Neuquén gestionan el mantenimiento de áreas clave, como la torre de control, donde existente dos equipos de aire acondicionado de 6.000 frigorías cada uno. Las máquinas ya no funcionan y la torre, cuando la temperatura supera los 30 grados centígrados, se transforma en inhabitable. La decisión de traslado del personal a un nivel más bajo de la torre de control fue informada ayer a este diario por el mayor Santiago Ramero. "Cuando la temperatura supera los 30 grados, la gente sufre golpe de calor y no pueden trabajar", explicó. Los equipos de aire acondicionado fueron colocados en 1998 y ya se cumplieron dos años sin mantenimiento. En la torre de control aérea trabajan dos personas en el turno mañana, dos durante la tarde y una en el nocturno. El personal cumple una jornada laboral de ocho horas. La tarea en la torre es clave en temas de seguridad. Desde lo alto del aeropuerto se ordena el tránsito en un radio de cinco kilómetros y se informa a los pilotos sobre el estado de las pistas. El traslado de la torre de control a un nivel más bajo impide realizar esta tarea correctamente y reduce la categoría del aeropuerto de "controlado" a otro con "información de vuelo". Cuando se inauguró Chapelco, por ejemplo, una aerolínea comercial no viajaba a San Martín de los Andes sin este servicio de la torre de control. Desde la torre se brinda protección al vuelo porque permite separar aviones que se encuentran en el aire e informar sobre la situación en pista, explicó el mayor Ramero. También aclaró que, si ocurre esta mudanza, el cierre de los servicios o no, será una decisión que deberán tomar las empresas aerocomerciales. De todos modos precisó que los aterrizajes y despegues que se realizan en esas condiciones tienen un inconveniente adicional: los seguros no cubren, en esos casos, riesgos de accidentes. El mayor Ramero insistió que si desciende el personal a un piso inferior, los operarios no verán los aviones cuando aterrizan ni cuando despegan, como tampoco cuando se aproximan a la estación aérea. Explicó que en agosto pidió por escrito a la concesionaria del aeropuerto una respuesta al reclamo y que ahora en noviembre lo reiteró. La empresa prometió solucionarlo antes de fin de mes. La decisión del traslado de la torre de control ya fue comunicada a la empresa que gerencia el aeropuerto, a las autoridades provinciales y también a la entidad a nivel nacional que entiende en temas de seguridad. |
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