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Jueves 28 de noviembre de 2002 | |
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El fuerte viento causó daños a la fruta en la región |
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Buena parte de la producción quedó "marcada" y no sirve para exportar. También se observó la caída de manzanas y peras y la rotura de algunas plantas. |
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| ALLEN (AA).- Consecuencias dispares en la producción frutícola de toda la zona acarreó el fuerte viento que pareció arrasar con todo, durante los últimos días. En áreas menos protegidas por las defensas de las alamedas se evidenciaron más problemas que en otros puntos valletanos a causa del habitual efecto de "rameado". Sin embargo, diversos productores consultados coincidieron en que "hubo trastornos en las plantas y frutos" en general, si bien hasta ayer no pudieron ser cuantificados en su total magnitud. En algunos sectores las fuertes ráfagas, que superaron los 100 kilómetros por hora, ocasionaron la caída de hojas y quebradura de ramas de los frutales y en otros casos también se observó la caída de frutos, entre los cuales los que corrieron más riesgos fueron las variedades más delicadas tal como la pera, se informó. Pero además, desde el sector productor también se puso el acento de alerta sobre otras problemáticas "derivadas" del fenómeno climático que azotó con fuerza la región: el "resecamiento de las plantas" y el retraso que origina en los tiempos normales de cura -pese a la constante presión de las plagas- dado que las aplicaciones no pueden realizarse cuando hay viento. En la zona comprendida entre Fernández Oro y Guerrico en Allen, desde la Cámara de Fruticultores local se advirtió sobre los daños acaecidos con el temporal de viento. "Hubo mucho rameado por el viento y la fruta tanto balancearse queda marcada por las ramas, o directamente se cae. Hay lugares que son más descampados y se llevaron la peor parte, y otros estuvieron resguardados por la defensa de alamedas, pero igualmente las plantas cabeceras estuvieron complicadas", comentó el titular de la cámara allense, Marcelino Fernández. No obstante, hasta ayer no pudo precisarse el alcance de los perjuicios ocasionados en las chacras, porque "en general no se hacen relevamientos, origina más costos y no sirve porque nadie te da una solución por este problema", se indicó. En tanto, Néstor Pujó, integrante de la Federación de Productores de Río Negro y Neuquén, y productor de la zona de Cinco Saltos y Cordero, mostró un tono coincidente y opinó que "pese a que el tamaño de la fruta aún es chico, el rameado afectó la calidad porque mucha fruta quedó marcada y no sirve para exportar. En general en la fruta de color puede notarse menos, pero la marca no se va". Desde el sector primario durante cada temporada se realizan registros en el "mapa de vientos" para realizar las tareas en las chacras, comentó además el productor, y este año se observó que "es especial porque a esta altura tuvimos casi un 100 por ciento más de viento que en la última temporada", sostuvo. Las actividades de raleo en la chacra están en el trayecto final, aunque tras el temporal se espera acentuar el operativo para poder "sacar la fruta que quedó marcada", se precisó. Por otra parte, frente a la necesidad de llevar adelante las curas en esta época del año -en los próximos días debería finalizarse la tercer aplicación de plaguicidas, se indicó- a raíz de la ocurrencia de vientos los chacareros sufrieron nuevos retrasos para efectuar tal tarea. "Ni siquiera con una brisa que corra se puede curar, pero además de esto hay que tener en cuenta que el viento reseca la planta, daña las hojas y por ende también los frutos", opinó finalmente Pujó. |
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