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Miércoles 27 de noviembre de 2002 | ||
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Sólo la mitad de Jefas y Jefes cumple con el trabajo |
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Trabajo puso en marcha varias inspecciones. |
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El cumplimiento, considerando que no se trata de un subsidio, apenas promedia el 50 por ciento. Algunos proyectos logran una buena asistencia pero en otros es casi inexistente. También se conoce que la gerencia de Trabajo de Nación habría dispuesto varias inspecciones. No hay datos oficiales porque en los consejos consultivos locales recién se recepcionan las planillas de concurrencia de noviembre, pero se sabe que el cumplimiento es bajo, estimándose en la mitad. Este debate se centró ayer en Viedma mientras un grupo de desocupados se reunió en Trabajo para reclamar por la continuidad de esos programas nacionales, dado que los mismos finalizan el 31 de diciembre ya que si bien la Nación ratificó que seguirán en el 2003 aún no está el instrumento legal. Los desocupados pidieron que Río Negro exija a Nación una nota que formalice aquel compromiso. El municipio de Viedma -con más de 200 proyectos que superan los 2.800 beneficiarios- insistió públicamente en que "todos los beneficiarios deben cumplir con la jornada y el horario que dispongan las autoridades de cada proyecto. Aquellos que no respondan a la notificación y no se presenten serán pasibles de las sanciones previstas", incluyendo la baja del beneficio. La secretaria de Desarrollo Humano del municipio capitalino, Alicia Carbone, reconoció casos extremos, como en el balneario El Cóndor donde un "proyecto del municipio reúne a 20 beneficiarios, pero sólo concurre un desocupado". También admitió un mejor nivel de concurrencia de las juntas vecinales porque la relación con los vecinos es más espontánea y personal. Estos beneficiarios están afectados a proyectos comunitarios, como los comedores y de asistencia social. En cambio, los programas de los municipios corresponden a trabajos de limpieza u obras públicas. Asimismo, Carbone reconoció que hay "inconvenientes en la contraprestación" y advirtió que "es muy alto" el número de aquellos beneficiarios que "vienen un día y no vienen más mientras otros directamente no concurren a la contraprestación. Es un problema porque las reglas imponen que se cumpla un horario mínimo de cuatro horas y se debe cumplir". Insistió que actualmente se está notificando de las labores asignadas y aclaró que si existen inconvenientes por distancia u otros motivos que se presenten para reubicarlos en nuevos proyectos. Se pueden contemplar situaciones pero, en principio, tienen que presentarse al trabajo". La institución que presentó el proyecto es responsable también de la asistencia de los beneficiarios. Tienen que pasar una planilla mensual al municipio con la asistencia. Estimó que los primeros datos ciertos se conocerán a principios del mes próximo, considerando que desde noviembre se amplió el número de proyectos por exigencias de Nación que todos los beneficiarios formen parte de programas de trabajo. Más adelante, Carbone manifestó que actualmente se cumplen con notificaciones a todas las instituciones sobre el cumplimiento de la contraprestación. "Ahora, vienen los controles". Admitió que a los incumplidores pueden darse de baja, pero "hay pasos donde se debe constatar fehacientemente que el beneficio no ha cumplido porque no quiere y no porque haya tenido otro tipo de inconvenientes". (AV) El beneficio alcanza a 26.000 rionegrinos Unos 26 mil rionegrinos reciben el aporte del plan Jefas y Jefes de Hogar. El cumplimiento de la contraprestación se exigió rigurosamente a partir de este mes, por lo cual el Ministerio de Trabajo de Nación requirió proyectos que conformen una prestación laboral de 4 horas diarias. La totalidad de beneficios para Río Negro representan 3,9 millones mensuales o 47 millones por año. Cipolletti tiene el mayor padrón con 3.766 beneficiarios. Sigue Bariloche con 3.541 beneficios, Roca con 3.405 y Viedma con 2.818 aportes. Según el listado de setiembre, en la provincia totalizan casi 25.700 beneficiarios. Durante setiembre y octubre, los municipios y el área de Trabajo de Río Negro se esforzaron en conformar los proyectos laborales para incluir a la totalidad de los beneficiarios. El desafío actual corresponde al cumplimiento del horario y la labor asignada a los beneficiarios. En Viedma se admitió esa dificultad mientras se resaltó la concientización del Consejo Consultivo aunque un informe técnico de la Sigen destacó su trabajo institucional pero planteó dudas porque se insinuaba "al aporte como subsidio nacional, sin contraprestación laboral". La secretaria de Recursos Humanos de Viedma, Alicia Carbone, afirmó ayer que "la televisión decía que eran subsidios, entonces era muy difícil imponer la idea de una contraprestación". Resaltó también la incertidumbre generada por la responsabilidad de los seguros de los beneficiarios, que finalmente los asume la provincia. |
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