Sábado 23 de noviembre de 2002
 

Baeza volvió y se atrincheró en el municipio
 

Desconoce la suspensión y quiere revocar el mandato de los ediles. Diputados de la oposición apoyan a los concejales y apelarán ante el TSJ. Detuvieron a un manifestante ebrio con carburo para armar bombas.
 
Al subir a su flamante Renault Laguna, Baeza dijo a los cronistas de "Río Negro": "Vayan a mi casa, vayan y vean dónde vivo..."
PIEDRA DEL AGUILA (AN) - Como si nada hubiera sucedido, el intendente Jorge Baeza regresó ayer a la localidad, fue recibido como un héroe por sus adictos y después de comunicarle al comisario de su presencia, entre vítores y aplausos se atrincheró con su gente en el municipio. Continúa decidido a resistir la suspensión de 90 días que por presuntas irregularidades le aplicó el Concejo Deliberante, dispuesto a seguir al frente del gobierno y, si le hace caso a uno de sus colaboradores más directos, tal vez impulse la revocatoria del mandato de los ediles.
Esta versión la dio uno de sus allegados, pero no avanzó en otros detalles. Baeza se negó a hablar con "Río Negro", pese a que el día anterior dijo que quería aclarar muchas cosas.
La localidad asiste impotente a un desgobierno que se patentiza con el municipio cerrado al público desde hace nueve días, las actividades administrativas paradas y el creciente deterioro de los servicios más esenciales, como la recolección de basura y otras demandas de limpieza urbana. La gran mayoría de la población no ha toma partido por la puja que mantienen concejales y el Poder Ejecutivo, pero ayer ante un grupo de diputados de la oposición, trasuntó el hartazgo de la situación y pidió la urgente intervención de los poderes del Estado
El desarrollo de los acontecimientos es un gran interrogante, sobre el que pocos arriesgan un pronóstico. Aunque escépticos, los legisladores aliancistas dijeron ayer que "nada indica una pronta solución, porque el Gobierno provincial no tiene la menor voluntad de resolverlo".
Más directos aún, opinaron que la actitud patoteril de Baeza con su negativa a acatar la decisión del Concejo Deliberante y retomar el poder, "es un reflejo del apoyo político que Jorge Sobisch le dio al intendente de Centenario Luis Castillo, procesado por 22 cargos".
Ayer a la mañana uno de los militantes que apoyan al jefe del Poder Ejecutivo, fue detenido cuando abandonaba la municipalidad borracho, con carburo del tipo con el que se preparó la bomba que arrojaron a los concejales días atrás y una bicicleta robada. Tiene un frondoso prontuario
El conflicto estalló la noche del jueves 14 cuando un grupo de adictos a Baeza, según las denuncias comandados por los funcionarios de gobierno, se agolparon en la puerta del Concejo Deliberante para impedir una sesión especial, en la que el intendente debía presentar el descargo por un rosario de imputaciones. Se le endilga el desmanejo de los fondos públicos, la falta de pago de trabajos a una empresa privada, no brindar información a los legisladores y desoir los reclamos para que rinda cuentas de sus actos.
Baeza no fue a la sesión, dicen que presentó un certificado por enfermedad y que viajó a Cutral Co, para chequeos médicos. Pero los concejales, que burlaron la custodia de los simpatizantes del intendente, pese a los aprietes lo suspendieron en sus funciones.
En un diálogo de sordos, que demuestra hasta el absurdo la disputa, el intendente aduce que no le han informado la suspensión y los concejales, que no les llegó el certificado médico de aquél. Algunos datos: el Concejo Deliberante funciona pared de por medio con el municipio, todos viven en el pueblo -de 3.000 habitantes- y se cruzan hasta cuando van al almacén.
A punto se subir a su flamante Renault Laguna bordó, Baeza cuestionó a viva voz a los cronistas de "Río Negro" que lo abordaron cuando ingresó ayer a la localidad: "Vayan a mi casa, vayan y vean dónde vivo...", dijo en relación a que se ha publicado que los hechos denunciados rozan la corrupción.
"No. No. No voy hablar", dijo secamente el intendente. "¿Qué quieren? Que le "corten" la cabeza al intendente... Claro, así ustedes se van para arriba...", señaló Baeza sin admitir el diálogo y, haciéndole caso a un colaborador, se alejó del lugar.
Los concejales, por su parte, dijeron que no van a promover ningún desalojo e insisten en que esperan que los funcionarios depongan su actitud. Desde el jueves cumplen sus tareas en el Concejo Deliberante, ya que los manifestantes se limitaron a mantener ocupada la municipalidad. "No se atiende al público, hasta nuevo aviso", dice un cartel en el ingreso a la comuna.
   
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