Se capacitan para trabajar en bibliotecas

Muchos de ellos son beneficiarios del Plan Jefes y Jefas de hogar.

Los beneficiarios aprenden teoría y realizan pasantías en bibliotecas.

VIEDMA (AV)- Un grupo de desocupados en su mayoría mujeres, beneficiarias del Plan Jefes y Jefas de Hogar, encontró una buena excusa como para salir adelante. Como contraprestación a esa ayuda oficial que reciben mensualmente, están siendo capacitadas para transformarse en auxiliares de biblioteca.
La iniciativa partió de la Biblioteca de la Legislatura que le trasladó el proyecto al municipio que de inmediato lo aceptó, debido a que se trataba de algo distinto y que podía resultar provechoso para esas personas sin trabajo.
La directora de la Biblioteca, Graciela Lago, explicó que el curso estaba pensado originalmente para personas voluntarias de bibliotecas populares "pero pudimos cruzar los destinatarios".
El curso tiene unas 80 horas de duración. Los miércoles y viernes, los desocupados reciben formación teórica, y en el resto de la semana realizan pasantías en algunas pequeñas bibliotecas que poseen diversos barrios viedmenses.
A medida que el curso transcurre van interiorizándose de la función social que cumple una biblioteca, organizan sistemas de préstamos, clasifican obras y se le brindan conceptos relacionados con las técnicas más empleadas en el uso de catálogos.
El interés que despertó hizo que al menos 20 sigan las clases sin faltar ni un sólo día. De los 20 que concurren asiduamente, tres suelen trasladarse desde 30 kilómetros porque viven en el balneario El Cóndor.
Una de las asistentes del curso es Rosa Sánchez, colaboradora de la biblioteca del barrio Lavalle. Destacó que "para nosotros se trata de una importante capacitación dado que nos permite trabajar con un poco más de autoridad, y además sabemos que para obtener el certificado que nos otorgará la Legislatura tendremos que rendir un examen de aptitud".
Señaló que "esto nos sirve y de mucho porque no sólo debemos atender al público sino también aprendemos técnicas para hacer inventarios, fichas y nos enseñan a conformar un catalogo por temas, autores y títulos".
"Además, la instructora Dalia nos está dando una mano grandota porque interviene personalmente en cada duda que tengamos", resaltó. Una vez que terminen el curso en diciembre podrán seguir con la contraprestación en los distintos centros de información con que cuenta la ciudad, ya que la ciudad cuenta con casi una decena.

Cafferata y las caricaturas como hobby

Aprendió los primeros trazos como autodidacta en el colegio secundario, dibujando a los profesores mientras explicaban un tema. Por supuesto, la inspiración estaba en un gesto o una postura de quien encabezaba la clase a voz en cuello.
Cuando le tomó el gustito empezó a observar historietas y se perfeccionaba a medida que iba practicando. Sabe de la existencia de eximios ilustradores como Hermenegildo Sábat y el "Negro" Fontanarrosa, pero al que ha seguido más de cerca es a Carlos Loisseau (Caloi) al popularizar en televisión a su programa "Caloi en su tinta".
Mucho antes de que los amigos le pidan trabajos para publicárselos en revistas y periódicos de la ciudad, cuando algún allegado protagonizaba algo gracioso, Gerardo Cafferata tomaba el lápiz y comenzaba a improvisar como si se le encendiese la lamparita. "Siempre lo hice por hobby, de vez en cuando se presenta algo ocurrente con los compañeros de "laburo" y entonces me pongo a dibujar", apuntó.
Nunca pensó en organizar una exposición de trabajos. Un poco porque lo tiene muy atado su trabajo de técnico en telefonía, y además porque mantiene la actitud bondadosa de regalarlos sin quedarse con una copia. Sin embargo, se sabe que existen varios ex compañeros que guardan copiosas carpetas con graciosas caricaturas.

El asfalto ya no causará malhumor

Varios meses atrás, el secretario de Hacienda y Administración, Roberto Brusa, anunció para noviembre una reparación que viene siendo postergada desde hace varias gestiones y que solía contribuir a generar el malhumor de los viedmenses. Se trata del cruce en la intersección de la avenida Caseros con la calle Italia, cuyo pavimento estaba virtualmente destruido. En estos días, una cuadrilla de obreros municipales echaron manos a la obra.