Viernes 1 de noviembre de 2002
 

Los análisis de sangre se hacen a mano en Cipolletti

 

La empresa que vendía los reactivos se llevó el analizador automático del hospital, que había otorgado en comodato

 
Más tiempo y menos precisión significa para los especialistas hacer los análisis a mano.
CIPOLLETTI (AC) - Desde ayer al mediodía, los médicos y técnicos del servicio de Hemoterapia del hospital de Cipolletti deben realizar rigurosos análisis y comprobaciones de sangre a mano porque la empresa que le vendía los reactivos se llevó el "analizador automático" que hace años le había dado en comodato. Ello, debido a que el nivel de ventas bajó tanto por la crisis del sistema sanitario rionegrino que a la firma ya no le conviene.
En el servicio están indignadísimos -como en muchos otros hospitales de la provincia- porque la pérdida de esta herramienta significa un retroceso enorme para un centro de salud que es cabecera de una vasta zona de Río Negro.
Con el hueco que dejó la ausencia del aparato, los profesionales y técnicos no sólo tendrán el doble de trabajo sino que lo más importante es que se perderá un nivel de certeza que otorgaba el analizador.
Se dijo antes del último crimen múltiple de la ciudad (la masacre del laboratorio), pero quedó ese día en evidencia: el banco de sangre del hospital de Cipolletti no está preparado para una emergencia.
El día que mataron a tres mujeres e hirieron de gravedad a otra, los hematólogos tuvieron que salir a buscar sangre por todos lados. El hospital Castro Rendón de Neuquén es el principal aliado a la hora de gritar auxilio.
Es llamativo porque el banco de sangre del hospital cipoleño alguna vez abasteció a todas las instituciones de salud de la ciudad, inclusive las privadas.
Ramona Ortiz es técnica del servicio y ya no soporta escuchar a las autoridades sanitarias de la provincia -incluido su propio director, Aquiles Bonari- cuando dicen que las carencias del sistema no son tantas.
Para la empresa que le vendía los costosos reactivos la entrega del aparato en comodato era una conveniencia, pero con la baja en la compra por parte del hospital prefirió llevarse el analizador automático, quizás para dárselo a un cliente de mayor envergadura.

Notable baja

Hasta hace un tiempo, la compra de reactivos a esta empresa era de 380 determinaciones por mes. En la actualidad sólo permiten 190 cada 60 días.
Ortiz dijo que no sólo cada vez se compran menos insumos sino que además se opta por una mala calidad para hacer rendir más el presupuesto.
Por caso, contó que años atrás se podía recibir sangre de hasta 250 dadores por mes, pero como se redujo la compra de las bolsitas para almacenarla, ahora son entre 70 y 80 las personas que donan.
El análisis no es una cuestión menor porque lo que se busca es evitar que el banco reciba sangre con HIV, chagas o hepatitis.
Con el aparato se lograba un nivel de exactitud que el análisis manual no tiene y además se realizaba en la mitad del tiempo.
Además, la desaparición del analizador automático obliga al hospital a utilizar insumos de laboratorio que con el aparato no eran necesarios.
La situación planteada muestra una vez más la situación de crisis en los hospitales rionegrinos que sufren todo tipo de carencias, entre ellas las de los materiales descartables. El problema de las bolsas para la sangre también alcanza a otros centros de salud que desde hace tiempo se quejan por la carencia.
     
     
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