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Sábado 30 de noviembre de 2002 | |
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Tregua indefinida de paramilitares colombianos |
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Los principales grupos armados de ultraderecha, que agrupan a unos 10.000 combatientes, anunciaron ayer un cese total de hostilidades para negociar un proceso de paz con el gobierno. |
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| BOGOTA (dpa/AFP) - Los grupos paramilitares de Colombia anunciaron que declararán a partir de mañana una tregua indefinida con el propósito de facilitar un proceso de paz con el gobierno, al que solicitaron garantías para el diálogo, entre ellas recursos y la suspensión de los procesos en su contra. En una carta dirigida al presidente Alvaro Uribe, a su comisionado de paz, Luis Carlos Restrepo y al cardenal Pedro Rubiano, las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC, ultraderecha) presentaron por primera vez las bases y condiciones para un eventual acuerdo con el Ejecutivo. "Las AUC declaramos, a partir del 1° de diciembre de 2002, un cese total de hostilidades -no una tregua navideña- confiando en la reciprocidad del Estado hacia nuestras tropas, demás integrantes y simpatizantes", señaló un aparte de la misiva, firmada por 28 comandantes de ultraderecha, el 80% de esa organización. Según los jefes paramilitares, su organización pretende con ese anuncio allanar el camino hacia un proceso de paz y para ello solicitan el acompañamiento y veeduría de la Iglesia Católica, las Naciones Unidas y la comunidad internacional. Naciones Unidas, el gobierno francés y diversos sectores de Colombia celebraron el anuncio de tregua de los paramilitares de ultraderecha y confiaron en que el mismo derive en un proceso de paz . No obstante, las AUC (con unos 10.000 combatientes) exigieron al gobierno hacerse cargo de las zonas donde ejercen influencia y advierten que, de ser atacadas por la guerrilla, apelarán a su derecho a la defensa. Los paramilitares colombianos emprendieron en la década de los 80 una intensa lucha contrainsurgente que los llevó a ser considerados como los principales promotores de la barbarie, el desplazamiento y las violaciones de los derechos humanos en el país. En esa época, un grupo de ganaderos y terratenientes armaron en el norte del país a un escuadrón de campesinos con el fin de protegerse de las extorsiones y ataques de la guerrilla. Bajo el mando de Fidel Castaño, abatido por los rebeldes en 1994, esos grupos iniciaron una feroz disputa con el Ejército de Liberación Nacional (ELN, guevarista) y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC, marxistas) por la recuperación y adquisición de tierras para sus promotores. Tras varios años de confrontación dispersa, los paramilitares dan el paso definitivo hacia su consolidación como una fuerza armada, al anunciar la unificación de todos sus combatientes bajo las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), al mando de Carlos Castaño. A la par con su crecimiento, las AUC fueron apelando a cruentos métodos de lucha que los ubicó en la mira de las organizaciones pro derechos humanos, que tildaron su accionar de "bárbaro y atentatorio contra las normas básicas del Derecho Internacional Humanitario. |
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