El PJ rionegrino entra en las últimas dos semanas de interna
Cinco candidatos, pero tres con posibilidades: Del Bello, Larreguy y Soria
Como se sabe, el justicialismo elegirá el 16 en elecciones abiertas incluso la primera diputación nacional.
Consignemos que el PJ fue el partido pionero de la política rionegrina en apelar el sistema de abiertas.
Con una masa de afiliados no depurada de algo más de 40.000, el grueso de la dirigencia estima que en materia de participación está abierta la posibilidad de que se repita una conducta que es habitual en las internas: asistencia del 50%.
Nadie se atreve sin embargo a diagnosticar cuánto interés puede generar este comicio en la franja de independientes. La última prueba de fuego en esta materia fue la elección del candidato a senador, en mayo del 2001. En esa oportunidad, sobre 28.000 votos, los independientes orillaron los 10.000 sufragios.
Superada la interna, la elección general implica para el PJ provincial un desafío terminante.
Si gana la gobernación, un respiro hondo enterrará el sinsabor de una transición en la que nunca pudo sacar de juego al radicalismo.
No habrá reproches y un quiebre profundo en la historia del partido amortiguará los malos recuerdos de un pasado donde por momentos, para un peronista rionegrino no había nada peor que otro peronista rionegrino.
Pero si se pierde la general, una generación entera de dirigentes tendrá que reflexionar profundamente antes de replegar, quizás para siempre, expectativas de poder.
Son los hombres que en el inicio de la transición tenían un promedio de 33/35 años.
Hombres que hoy, doblando los cincuenta, acarrean -cada uno con su cuota- el desgaste de haber sido durante años protagonistas esenciales en la vida de un partido dotado de fuerte incapacidad para hacer de la política un factor de cohesión interna.
Son cinco las listas que en la interna en curso presentan candidatos a gobernador y primer diputado nacional. Todas dejaron reservado para eventuales alianzas, la vicegobernación y la segunda banca para la cámara baja.
Pero tres son los candidatos con posibilidades concretas de ganar la postulación a gobernador: Juan Carlos Del Bello, Carlos Soria y Carlos Larreguy.
Los otros dos -Alí Yauhar y Jorge Nieto- se anotaron en la carrera quizá más por dejar un testimonio para sus descendientes, que por convencimiento de llegar al poder.
Del Bello y Soria arrancaron hace más de tres meses en la campaña. Y hasta hace tres semanas atrás estaban convencidos de que la colisión los tendría como únicos actores. Sin embargo, apareció Larreguy.
Los tres no se conceden respiro en una campaña que se hace bajo la fuerte impronta del desencanto existente para con la política y la declinación por la participación.
No abundan -claro está- los actos masivos. El único que avanzó en tres oportunidades en esa línea de organización fue Soria, que de los tres candidatos es, al menos a hoy, el que muestra una singular solvencia de recursos.
-Cuentan que Menem es muy generoso, pero en lo que hace a mí, no me dio un cobre- señalaba horas atrás Larreguy, numen en Río Negro del proyecto del riojano de volver a la Rosada.
En materia de discursos, se denuncian diferencias entre Soria por un lado y Del Bello y Larreguy por el otro.
El discurso del primero apela por largos tramos a la liturgia y simbología que desde la historia le viene al peronismo, como elemento cohesionador de su candidatura. No es ajeno al diagnóstico virulentamente crítico sobre la situación de la provincia y las responsabilidades que en ella tiene el radicalismo. Luego, Soria, en cuyos actos y reuniones hay fuerte presencia femenina, dosifica con parsimonia propuestas a los problemas que padece la provincia.
Del Bello y Larreguy aprovechan esta ventaja que les concede Soria. Sabiendo que no basta con hablar de la significación histórica del peronismo, vertebran sus discursos con alternativas no sólo a los problemas provinciales -especialmente los concernientes a la prestación de servicios por parte del Estado- sino con iniciativas destinadas a mejorar la calidad del sistema político rionegrino y el conjunto de los organismos de control que deben testearlos.
A partir de hoy, la pugna se acelera.
Visita porno
CIPOLLETTI (AC) - Ni siquiera el filtro que el área de informática colocó en la red interna de la municipalidad evita que en algunas oficinas se visiten sitios pornográficos en Internet.
Según un portavoz de la comuna, esta semana desde el bloque de concejales del PJ se ingresó en 40 ocasiones a páginas de sexo explícito.
Como muchas empresas, la municipalidad de Cipolletti tiene una red interna con terminales asignadas mediante la que se puede acceder a Internet sin necesidad de usar una línea de teléfono.
Por tratarse de una red privada (no tiene acceso público) el servidor central registra toda la actividad de cada usuario, que tiene una identificación.
No es el único organismo estatal de la región en tener este problema. Para la Dirección de informática de la provincia del Neuquén la navegación por sitios pornográficos desde oficinas públicas fue un dolor de cabeza durante el 2001.
Lo extraño es que la red del municipio cipoleño ya tiene filtros para evitar, precisamente, que los funcionarios y empleados consuman materiales pornográficos por Internet.
Por ello, los técnicos tomaron nota de las direcciones visitadas desde la PC del bloque peronista (algunas de ellas, de nombres llamativos) para bloquear el ingreso desde las máquinas del municipio.
Anoche, desencajado por lo sucedido, el presidente del bloque de concejales del peronismo cipoleño, Francisco Moscardi, deslindó toda responsabilidad en el tema. "Lo que pasa es que aquí entra cualquiera y seguramente que a cualquier hora", comentó.
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