Sábado 30 de noviembre de 2002
		Puesta a prueba del terrorismo
		Por Dave McIntyre
		Inmediatamente después de los atentados del 11 de setiembre, el presidente Bush fue ampliamente alabado por la "claridad moral" que impuso en la lucha contra el terrorismo: "O están con nosotros o con los terroristas". Pero en las relaciones internacionales, como en la vida, los acontecimientos a menudo son más complicados de lo que la "doctrina Bush" implica. El mandatario norteamericano ha visto cómo se difuminaba de nuevo esta semana su "claridad moral" con la aparición de nuevas acusaciones contra miembros de la familia real saudita, que presuntamente habrían apoyado económicamente a algunos de los terroristas del 11de setiembre. Las sospechas de un "enlace saudita" con el terrorismo han dificultado las relaciones estadounidenses con el reino árabe desde que, poco después de los atentados, se conociera que 15 de los 19 terroristas que secuestraron los aviones eran de nacionalidad saudita. La frustración de Estados Unidos parece ahora haber llegado a su límite. Altos consejeros de la Casa Blanca están recomendando a Bush que presione a los sauditas para que reaccionen rápidamente contra la financiación de los terroristas o, si no, se preparen para una acción unilateral estadounidense para cortar sus fuentes de dinero, informó el "Washington Post". Pese a todo, la importancia de Arabia Saudita como aliado de Estados Unidos no se ha reducido. Arabia Saudita, el más rico y uno de los países árabes más influyentes, es un importante aliado estadounidense frente a Irak, y también un potencial socio en la resolución del conflicto palestino-israelí. Las fuerzas militares norteamericanas tienen sus bases en ese país desde la Guerra del Golfo de 1991, como una proyección del poder de Estados Unidos en la región. Y, más importante aún, Arabia Saudita ha sido un proveedor clave de petróleo desde los embargos de la OPEP de los años setenta. El reino alauí ha ayudado a menudo a proteger la economía estadounidense de los "shocks" petrolíferos, aumentando la producción para mantener estables los precios. (DPA)
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