Lunes 4 de noviembre de 2002
 

La visión equivocada y el discurso doble

 

Por Hugo Héctor Franco (*

  Los habitantes de nuestra provincia sólo podemos nada más que asombrarnos cuando tenemos el tiempo y los medios para poder investigar y conocer algunas perlas de cómo el gobierno nacional, a través del "Poder Ejecutivo", realiza actos que se pueden denominar sin ningún tipo de prurito como "demagogos".
Tal se puede denominar así el accionar de: mientras el administrador temporal por tiempo indeterminado de los destinos de nuestra "Patria" con su mano izquierda entregaba con bombos y platillos la anuencia al gobernador elegido democráticamente de nuestra provincia del Neuquén, para que, en su nombre y representación, negocie con autoridades monetarias del extranjero un préstamo magnificado en la nada despreciable suma de doscientos sesenta millones de dólares para llevar adelante la construcción del utópico Tren Transandino (Zapala-Lonquimay ); al mismo tiempo y con su mano derecha firmaba el decreto nacional Nº 1.650 del 4/9/2002 que, en sus considerandos, dice y explica de las bonanzas y otros conceptos, más que rebuscados, sobre lo que significará transportar tres millones de toneladas de mercadería y otros etcéteras más. Aunque lo fundamental es lo expresado en el escueto pero muy contundente artículo Nº 1: "Declárase de interés público la reconstrucción, refuncionalización y puesta en servicio del Ferrocarril Trasandino Central que correrá entre las ciudades de Mendoza -República Argentina- y Los Andes -República de Chile". (O sea que del Trasandino del Sur, ni hablar)
La letra y el espíritu de este decreto nacional quizás para el ciudadano común no signifiquen absolutamente nada, pero sí para quienes de algún modo nos interesa observar la conducta que se les imprime a algunos acontecimientos, como la reciente declamación en la localidad de Pirihueico (Chile) del presidente del país denominado como "vecino y además hermano". Como por ejemplo la expresión: "Para que el Tren Trasandino del Sur se realice hace falta un estudio de prefactibilidad". Seguramente lo dijo sin saber que a la fecha de estos estudios se efectuaron unos cuantos, ya a partir del año 1886 -cuyo autor es Bell-, agregándole a esto la cantidad de esfuerzos económico en dólares gastados, como por ejemplo uno de los últimos, el de 1995, realizado por la provincia del Neuquén de cuatrocientos cincuenta mil dólares. Para colmo, en la agenda de tratamiento de la reciente visita a Chile (del 29/10/02) del Dr. Duhalde se tuvo en cuenta la obra del Trasandino Central entre Mendoza y Los Andes.
Todo esto no hace más que sospechar y redundar en la vieja idea del doble discurso de la política nacional, apoyado eventualmente por los vecinos, haciendo más que verdad el dicho gaucho popular: "El tero grita donde no tiene el nido con los huevos, como para despistar, vio".
Este corto análisis corrobora las tácticas de distracción del gobierno nacional para con las provincias, ya que hubiese sido mucho más leal al concepto federalista pregonado que el mencionado decreto en cuestión se hiciera propiciando también el Trasandino del Sur y no sólo el corredor de Cuyo.
Es interesante ver cómo decisiones del gobierno nacional afectan directamente en forma negativa sobre propuestas de avances provinciales, ya que bien se sabe que la propuesta de principios de siglo de construir este Trasandino del Sur producirá el desarrollo del interior patagónico y en especial de las provincias territorialmente ricas y con potenciales económicamente ponderables, porque quien firmó el decreto, en la anterior gestión de gobierno provincial, propuso la entrega de vías y durmientes de los desafectados ramales de la provincia de Buenos Aires para concretar el tramo desde Zapala a la frontera con Chile. Esto no deja lugar a dudas de que desde el centralismo gobernante no se hace otra cosa que tratar de excluir, de todas las posibilidades de desarrollo manifiesto, a las regiones de nuestro país con esas características.
Es menester que se conozca que los estudios de factibilidad realizados hacen que sea rentable la materialización de la propuesta de la vinculación mediante un sistema de transporte tan económico y socialmente ponderable como el tren, que nos vincularía con los emergentes mercados del sudoeste asiático, y de esto sí se dieron cuenta.

(*) Ex director de Transporte de la provincia del Neuquén
     
     
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