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Domingo 24 de noviembre de 2002 | ||
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Asaltaron y balearon a un funcionario roquense |
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Néstor Ramidán, del Tribunal de Cuentas, recibió ayer tres disparos en las piernas. Los atacantes eran tres y se llevaron el auto del contador, que apareció en el canal. |
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Entre los investigadores policiales abundan las sospechas, máxime luego de que el vehículo de quien también es integrante del Tribunal de Cuentas municipal apareciera ayer a la mañana sumergido en el canal principal de riego, entre Allen y Fernández Oro. El hecho principal se desarrolló en el barrio Santa Isabel, un loteo privado que se encuentra en la zona rural, a unos cien metros al sur del autódromo de Roca. De acuerdo al relato que habría hecho Ramidán tras alertar a la policía, diez minutos después de la medianoche del viernes, cuando salió al patio de su casa a encender la bomba de agua para regar el césped se topó con tres sujetos armados. De inmediato lo redujeron y obligaron a ingresar a la vivienda. Ramidán, de 54 años, se encontraba solo en ese momento. Fuentes extraoficiales indicaron que en medio de gritos e insultos, lo habrían golpeado antes de empezar a revolver la vivienda, lo que hace presumir que la presencia de los sujetos en su propiedad se extendió por varios minutos. De todas maneras, esto no pudo ser confirmado por las autoridades de la comisaría Tercera, quienes se abstuvieron de aportar mayores datos hasta que la investigación avanzara porque hasta el momento cuenta con varios puntos poco claros. Antes de partir con rumbo desconocido, los malvivientes habrían cargado en el auto del contador un televisor, una computadora, cuadros y un arma, además de sustraer 500 pesos en efectivo. Todavía no es preciso en qué momento, antes de escapar, los delincuentes dispararon a Ramidán. Lo único que confirmaron fuentes médicas fue que se trató de tres disparos que impactaron en las piernas. Por otra parte, el tipo de arma y calibre utilizado todavía no pudo ser especificado. De todas maneras, las lesiones producidas por el impacto de las balas no fueron de gravedad y la víctima permanecía internada ayer en el sanatorio Juan XXIII de esta ciudad. Según un médico de terapia intensiva del nosocomio, el paciente estaba fuera de peligro aunque permanecerá en observación por si se presenta algún tipo de complicación debido a los tres impactos de bala recibidos en su pierna derecha y varios traumatismos causados por golpes en la cara y el cráneo. Funcionarios provinciales y municipales, amigos y familiares se acercaron durante la víspera al nosocomio para acompañarlo e interiorizarse sobre lo sucedido. Una vez recibida la denuncia por parte del propio Ramidán, todas las unidades policiales de Roca organizaron un operativo conjunto, del que participaron también comisarías y puestos camineros de otras jurisdicciones. El objetivo era hallar al Palio, pero todo resultó infructuoso en la madrugada. Recién en la mañana, cuando el sol ya estaba bien arriba, el vehículo fue encontrado adentro del canal principal de riego, a varios kilómetros hacia el oeste de Allen, a la altura en la que se ubica un criadero de la firma Pollolín. El auto quedó atascado en una de los saltos del canal y sólo una pequeña parte se asomaba en la superficie. Hasta ayer no había detenidos y se desconocía si todos los elementos robados de la casa habían sido retirados del vehículo antes de que lo arrojaran al canal porque la policía sólo había podido retirar una bolsa con comida y una bebida gaseosa. De todas manera, se daba por seguro que no estaban en el interior. "No fue un robo común" El hermetismo primó ayer entre las autoridades policiales a cargo de la investigación por el violento asalto al contador roquense Néstor Ramidán. Ocurre que todavía hay muchos cabos sueltos y la investigación se encuentra en pleno desarrollo. Sin embargo, hay datos que trascendieron y aumentan la incertidumbre acerca de las reales intenciones de los tres sujetos que irrumpieron en la propiedad del barrio Santa Isabel. Una de ellas es que revolvieron toda la casa, robaron cosas, pero no le cortaron el teléfono, según comentó una fuente policial. Otra de las dudas de los investigadores tiene que ver con la estructura de la propiedad, que posee cerco perimetral alto y no aparece como un lugar de fácil acceso. "Alguien que llega a robar no trepa, salta y espera que su víctima salga afuera para actuar. Es todo muy raro, no es un robo común", agregó la fuente. |
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