Viernes 22 de noviembre de 2002

 

Está prófugo el autor del crimen de Centenario
 

Hallaron la escopeta con la que mató a Zambrano. Antes hubo pelea y gran ingesta alcohólica.
  CENTENARIO (ACE).- Una discusión que se generó en medio de la borrachera habría sido el detonante del homicidio de Carlos Zambrano Molina, de 32 años, el desocupado que falleció el miércoles luego de recibir un escopetazo en el pecho. Se encontró la presunta arma homicida, en tanto el presunto autor está prófugo.
Los investigadores secuestraron una escopeta recortada calibre 12 de un caño ese miércoles pasadas las 23, en un galpón ubicado a la vuelta del domicilio de Zambrano Molina, donde ocurrió el crimen.
Los ocho sospechosos que habían sido demorados recuperaron ayer su libertad, en tanto se encuentra prófugo una persona que estaría identificada como el autor de los disparos.
Aunque inicialmente las versiones policiales dieron cuenta de un asesinato producto del enfrentamiento de bandas antagónicas o un ajuste de cuentas, ayer se conoció que el origen de la disputa se generó en una riña en medio de una borrachera, como lo testimoniaban los vecinos.
Los primeros indicios detallaron un escenario en el que un joven llegó a la casa, llamó al dueño de la vivienda, y en la vereda le descerrajó varios disparos.
Sin embargo, los testimonios logrados posteriormente y ayer indicaron que un grupo importante se encontraba tomando alcohol desde temprano en la casa de Zambrano Molina, y que allí se habrían generado las primeras rispideces.
Uno de los concurrentes se fue ofuscado y volvió al lugar armado aparentemente con la escopeta que fue utilizada para ultimar al dueño de casa.
De acuerdo con algunas versiones, Zambrano Molina habría confiado en que las amenazas del hombre sólo eran bravuconadas que no llegarían a los disparos.
Inclusive se habla de que antes del balazo mortal, el agresor efectuó al menos tres disparos intimidatorios; pero la riña siguió, el portador de la escopeta apuntó al pecho del dueño de casa y gatilló.
Zambrano Molina cayó malherido en la vereda de su humilde vivienda ubicada en el barrio Trahun Hue alrededor de las 19, y pasadas las 20.30 falleció en el hospital Castro Rendón.
Según la autopsia, la causa del deceso fueron hemorragias internas. El cuerpo tenía en el sector dorsal izquierdo del torso más de 20 perdigones, por lo que se informó que hubo un solo disparo de cartucho, que fue el que le provocó la muerte.
Cuando fue hallada la escopeta aún tenía cartuchos sin utilizar; en tanto las primeras pericias indicaban que se trataría del arma homicida.
La empuñadura del arma coincide con una de las cachas halladas en el lugar.
La situación causó conmoción en el barrio, ya que si bien el hombre tenía antecedentes policiales, hace tiempo que "se había calmado", indicaron algunos allegados. El muchacho estaba en el plan nacional de Jefes y Jefas de Hogar, y dejó dos niños de menos de dos años, además de su esposa.
Ese mismo día había participado de una manifestación de la Corriente Clasista y Combativa.
   
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