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Sábado 30 de noviembre de 2002 | ||
"Neuquén es clave para nuestro crecimiento" |
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Güimar Vaca Coca, CEO de Pioneer Resources Argentina, confirmó que el plan de inversiones que tiene la empresa para la cuenca neuquina durante el 2003 contempla un desembolso de 38 millones de dólares. |
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Semanas atrás el ejecutivo estuvo en Neuquén inaugurando un planta de gas con capacidad para procesar dos millones de metros cúbicos por día y un gasoducto de 60 kilómetros que podrá transportar alrededor de cuatro millones de metros cúbicos de gas. Todo este esquema llevó una inversión superior a los 23 millones de dólares. "Los números muestran lo importante que es la cuenca neuquina para Pioneer. En el país llevamos invertidos cerca de 770 millones de dólares en los últimos nueve años, 550 fueron destinados a esta cuenca", comentó con orgullo el empresario. A continuación se detalla parte de la conversación mantenida con el ejecutivo. ¿Cómo es que se deciden a invertir en este contexto nacional? -Nosotros estamos haciendo inversiones que son muy importantes y que estaban programadas con anterioridad. A pesar de que los tiempos no son positivos para hacer inversiones en la Argentina, nos gusta pensar a mediano y largo plazo. Pioneer tiene un compromiso de inversiones muy importante para el crecimiento en la región, entonces hemos decidido que aquellos proyectos clave para sostener un ambicioso programa de crecimiento, deben seguir su ritmo. En estos conceptos se engloba la planta de gas y el gasoducto que terminamos de construir en Neuquén. ¿Cómo continúan con este programa? -Esto va agregado también a los programas de perforaciones y desarrollo que estamos llevando a cabo en este momento, que también son parte del programa de inversiones para el crecimiento que tenemos en la Argentina y donde Neuquén es una de las áreas clave para el mismo. Ahora estamos con un plan bastante agresivo de perforación de pozos de petróleo porque los de gas, hoy, no tienen justificación económica para trabajar. ¿Cuál es el plan de trabajo para el 2003? -Tenemos un programa de inversiones condicionado a la evolución de la Argentina y posibilidades de negocios que se presenten el año que viene. Asumiendo que vamos a tener un sistema fiscal más favorable, seguridad jurídica y que vamos a tener algunos de los problemas básicos solucionados, como por ejemplo el precio del gas que hoy está totalmente distorsionado con valores irrazonables, el escenario es positivo. Pero hay que solucionar problemas de mucha importancia tales como la incertidumbre que hay sobre la repatriación de divisas que es un tema clave para el desarrollo de este negocio. ¿Cuáles serán los niveles de inversión para el próximo año? -Tenemos un programa tentativo para invertir unos 45 millones de dólares. La mayoría de estos fondos se destinarán a la cuenca neuquina. Estamos hablando de unos 38 millones de dólares para esta cuenca, que significa fundamentalmente Neuquén, pero también Río Negro porque allí también tenemos áreas. El resto iría a Tierra del Fuego. ¿Qué tienen en Río Negro? -Existe en producción el contrato de Estación Fernández Oro y otros dos bloques que pertenecen al área del Lago Pellegrini. Estos últimos están en estudio y con posibilidades de desarrollarse dependiendo de las condiciones que presente el país el próximo año. ¿Los estudios preliminares fueron positivos para el desarrollo de estas áreas? -Hemos hecho perforaciones con resultados positivos ya que encontramos petróleo y gas comercialmente aptos para su producción. ¿Garantizó el gobierno la liquidación de sólo el 30% de las divisas? -De acuerdo a la interpretación que tenemos en nuestra industria, por el decreto 1.589 tenemos el derecho de mantener el 70% de las divisas en el exterior. Existen ahora unas interpretaciones por parte del gobierno que pondrían en duda esa legitimidad. Esto hace que exista incertidumbre en la industria, lo que determinaría un freno a las inversiones. Existen comentarios o por lo menos hemos recibido mensajes desde el Gobierno que señalan que podría obligarse a las empresas a traer el 100% de las divisas exportables. Si eso se produce, sería equivalente a impedir la continuidad de los negocios de las empresas, porque si no se puede repatriar divisas tampoco se podrán traer para nuevas las inversiones. Legalmente, ¿cómo se define esta situación? -De producirse el esquema planteado, la interpretación legal se definiría como un acto de nacionalización del negocio. Hay una gran incertidumbre muy grande sobre este tema y más aún si se llega a mantener la posición de obligar a las compañías a traer el 100% de las divisas. ¿Participaron en las reuniones con la Nación para dirimir este tema? -Hemos participado, aunque muchas de las mismas no son formales. ¿Allí qué plantearon? -Nuestro mensaje ha sido muy claro de transmitir nuestra interpretación sobre la legitimidad que tenemos y nuestros derechos de mantener hasta el 70% de nuestras divisas con libre disponibilidad. Quiero aclarar que mayoría son las veces que hemos liquidado más del 30% de nuestras divisas exportables porque existe, como es en el caso de Pioneer, un programa de inversiones muy activo. Pero nosotros sentimos la necesidad de mantener nuestros derechos. ¿Cuál es el argumento para no liquidar un mayor porcentaje de divisas en la Argentina? -Es un derecho, pero al margen de ello necesitamos disponibilidad de dinero para liquidar nuestras deudas contraídas en el exterior. ¿Qué nivel de facturación manejan en forma anual? -Ha ido variando en función de la producción que tenemos. El año 2001 hemos tenido una facturación del orden de los 80 millones de dólares en petróleo y gas. Pero el año pasado la producción de gas ya presentó síntomas de depresión en el mercado. ¿Las proyecciones de mediano plazo qué número dan? -Quiero darle un pequeño ejemplo de un año activo y normal. En el año 2000, cuando tuvimos un mercado pleno en desarrollo y con precios vigentes de acuerdo a a la ley y estuvimos con una producción en crecimiento con buena demanda en el mercado, tuvimos ventas por 135 millones de dólares. Con esto quiero decirle que hoy estamos en un estado completamente deprimido, teniendo en cuenta que para este año esperamos facturar tan sólo 55 millones. ¿Cuáles son las causas de esta caída? -Primero, la producción de petróleo bajó sensiblemente porque al enfrentarnos a la crisis local que se desató a principios de año dejamos de perforar pozos de desarrollo y esto determinó que cayera la producción rápidamente porque nosotros operamos yacimientos que declinan rápidamente con el tiempo entonces necesitamos un programa activo de reposición. Conla crisis no nos ha sido posible sostener esto. Hemos pasado de un programa activo de perforación a cero a partir del 1 de enero y durante los primeros seis meses del año no hemos perforado por lo que soportamos una caída drástica sobre la producción de petróleo y eso hace que haya caído la facturación. Por otro lado veníamos de una demanda de gas deprimida a la que se le sumó la abrupta caída de precios a partir de la pesificación de la economía. ¿Considera la baja de IVA como un estímulo para el desarrollo? -El diferimiento del IVA por 60 días no tiene ningún tipo de efecto sobre nuestros planes y difícilmente lo tenga para alguna empresa del sector. Primero, porque es un beneficio de muy corto plazo. Segundo, porque el IVA, en la mayor parte de los casos, es impuesto recuperable para la actividad. ¿A qué se refiere entonces cuando habla de un sistema fiscal más favorable para el próximo año? -Cuando yo me refiero a una mejora en el sistema impositivo, hago mención a las retenciones que sufren las exportaciones; los impuestos extras que impusieron a la industria que están penando las inversiones. Cuando se impuso este gravamen, el gobierno anunció que sería hasta fin de año. Nosotros tenemos la expectativa de que esto se cumpla. Si es así, mejoraría el ambiente de inversiones y sería una señal muy positiva para potenciar inversiones, especialmente en petróleo. ¿En el gas no tendría el mismo efecto? -El porcentaje que ofrece el gobierno, suponiendo que eso se traslade 100% al precio de boca de pozo, es insignificante. Hoy el precio del gas está en 35 centavos de dólar, con el aumento estaríamos -con una hipótesis de máxima- en 38 centavos; un valor absolutamente bajo e inaceptable para este tipo de negocios. Ahora la percepción con el precio del gas es la siguiente: si se da el aumento propuesto con la perspectiva de que en poco tiempo existan aumentos escalonados, con un mensaje positivo que defina la intensión del gobierno de restaurar en un tiempo prudencial los precios a los valores viables económicamente, el escenario cambia. Si existe un mensaje claro, yo creo que no esperaríamos hasta la recuperación plena del precio del gas para volver a invertir. Lo haríamos ya. ¿No cree que el gobierno necesita hoy de las retenciones para cerrar su esquema fiscal? -Mi deseo es que el gobierno pusiera mayor atención a la información que le presentamos desde la industria. Cuando se imponen impuestos a la exportación del crudo, se obliga a vender petróleo al mercado local a precios muy bajos como ocurrió a principios de año, o se nos mantiene congelado el precio del gas, el gobierno pierde inversiones que son una fuente de reactivación económica impresionante para cualquier país. Estudios del sector señalan que las imposiciones mencionadas generaron caída de inversiones y menores niveles de actividad, lo que determinó que el gobierno deje de recaudar, en todo concepto, entre 1.200 y 1.400 millones de dólares durante el 2002. Esta cifra está muy por encima de lo que percibe por la aplicación de impuestos extraordinarios a la actividad. O sea que hay pérdidas muy grandes por no dejar hacer. ¿En qué valores estima que se encontrará la cotización del crudo durante el 2003? -Los precios en el mercado van a estar tonificados. Depende, obviamente, de muchas variables pero uno puede arriesgar que se manejará entre un piso de 22 y un techo de 28 dólares, con picos coyunturales en función de los acontecimientos políticos previsibles para ese año. ¿Qué mensaje le daría al gobierno nacional? -Le diría que lo importante es atraer inversiones para generar riqueza y que el Estado pueda administrar impuestos generados por efecto de las mismas. A mi entender no hay un un buen diagnóstico y como consecuencia de ello el gobierno está recaudando mucho menos con este esquema. Javier Lojo |
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