Lunes 11 de noviembre de 2002 | |||
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Cáceres tuvo el festín que tanto esperó |
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Primera victoria en la categoría. Lo escoltó Saladino y Cimolai sumó puntos gordos. |
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Cuando resta una sola prueba y veintinueve puntos en juego, contando los tres que entrega la presentación, Cimolai aventaja por veintisiete a Cáceres. En pocas palabras, fue bien justificado el festejo de Cimolai y todo su equipo, porque prácticamente coronó en el trazado zapalino un trabajo impecable en el certamen, donde fue siempre uno de los principales protagonistas. La prueba tuvo de todo, principalmente en las series de ordenamiento. En la primera se sacaron chispas Cimolai y Cáceres, quienes un par de veces hasta llegaron al ronce peleando por el liderazgo. Es más, Cimolai defendió hasta el límite de lo lícito la primera posición, porque tenía muy claro la importancia de los puntos que había en juego. En la segunda, Daniel Casales hizo la punta en el comienzo, pero ni bien Pablo Saladino se recuperó de una mala largada, muy rápido puso las cosas en su lugar, dando cuenta del líder y de Mario Gallego, quien no puede con su mala racha. Claro, el golpe masivo que hubo en el retome obligó a la salida del auto de seguridad, terminando la prueba neutralizada. Y así llegaron a la final, con los candidatos bien definidos. Cimolai movió impecable y se encargó de hacer la punta en el inicio, seguido por Cáceres, quien movió bien, Saladino y el resto, donde se trataban de acomodar como podían. Cimolai estaba dispuesto a no arriesgar más de lo necesario, pero en punta trató de mantenerse. Sólo cedió en su intención cuando se le fue encima Cáceres, para evitar cualquier roce. Lo mismo hizo cuando lo alcanzó Saladino. Teniendo en cuenta que estaba muy complicado Casales, hasta ese momento su escolta en el certamen, Cimolai usó la calculadora. Se dedicó de dejar pasar las vueltas y asegurarse los puntos necesarios que anticiparon su conquista. En el final, con un tránsito complicado por los autos que tuvieron problemas y anduvieron lentos, Cáceres se encargo de superar rezagados sin complicaciones y termino edificando una merecida victoria.donde fue siempre uno de los principales protagonistas. La prueba tuvo de todo, principalmente en las series de ordenamiento. En la primera se sacaron chispas Cimolai y Cáceres, quienes un par de veces hasta llegaron al ronce peleando por el liderazgo. Es más, Cimolai defendió hasta el límite de lo lícito la primera posición, porque tenía muy claro la importancia de los puntos que había en juego. En la segunda, Daniel Casales hizo la punta en el comienzo, pero ni bien Pablo Saladino se recuperó de una mala largada, muy rápido puso las cosas en su lugar, dando cuenta del líder y de Mario Gallego, quien no puede con su mala racha. Claro, el golpe masivo que hubo en el retome obligó a la salida del auto de seguridad, terminando la prueba neutralizada. Y así llegaron a la final, con los candidatos bien definidos. Cimolai movió impecable y se encargó de hacer la punta en el inicio, seguido por Cáceres, quien movió bien, Saladino y el resto, donde se trataban de acomodar como podían. Cimolai estaba dispuesto a no arriesgar más de lo necesario, pero en punta trató de mantenerse. Sólo cedió en su intención cuando se le fue encima Cáceres, para evitar cualquier roce. Lo mismo hizo cuando lo alcanzó Saladino. Teniendo en cuenta que estaba muy complicado Casales, hasta ese momento su escolta en el certamen, Cimolai usó la calculadora. Se dedicó de dejar pasar las vueltas y asegurarse los puntos necesarios que anticiparon su conquista. En el final, con un tránsito complicado por los autos que tuvieron problemas y anduvieron lentos, Cáceres se encargo de superar rezagados sin complicaciones y termino edificando una merecida victoria. La monomarca fue un deleite ZAPALA (Especial) - En la monomarca Gol pasó de todo. Una prueba la ganó el campeón Rodolfo Lorca, la otra fue para Roberto Corletta. Alzueta tiene auto de sobra ZAPALA (ESPECIAL) - Ni siquiera el recargo por adelantarse en la largada de la segunda prueba complicó al viedmense Ricardo O. Alzueta, quien edifico un trabajo impecable en la séptima y penúltima doble programación del Gran Turismo Patagónico, sumando valiosos puntos que lo dejaron a un paso de la consagración como campeón. Por el rendimiento de su Chevrolet y por su experiencia, todo parece indicar que el último capítulo del certamen anual de la especialidad aparenta ser apenas un trámite. |
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