Lunes 11 de noviembre de 2002

 

Argentinos "sacudió" a los magos

 

Le quitó el invicto y su condición de líder del Clausura.

  Que el reducto de Argentinos del Norte es difícil y hasta inexpugnable, Unión no sólo lo comprobó sino que lo sufrió. ¡Y de qué manera! El equipo allense resignó mucho en esta visita que le asignó la octava fecha del Clausura liguista. Perdió la condición de puntero -que compartía con Catriel- y el invicto. Duro revés por el significado que tiene a esta altura del torneo.
El "carcelero" triunfó por 1 a 0 en un partido de chatura técnica pero con elevado nerviosismo, a veces en demasía. Mucha rudeza, incontable cantidad de "cruces" de piernas que pudieron ocasionar alguna que otra desgracia y un arbitraje timorato e irresoluto para poner freno a las acciones antideportivas.
Argentinos es bravo en su cancha y su hinchada lo hace sentir. Intimida con el "bombardeo" -antes y durante el juego-, no sólo de cánticos sino de petardos. Justamente la explosión de una bomba en la parte exterior de la zona de vestuarios asignada al visitante, por poco no desemboca en un problema mayor. Todo Unión, con el temperamental Jorge Palacios (DT) a la cabeza, reclamó a viva voz por el incidente suscitado en el entretiempo.
Del partido poco para contar. El apronte fue algo mejor de la visita, armándose con cierta solvencia en el medio y búsqueda del "7" Oscar Díaz, quien complicó hasta que los defensores de "carceleros" le tomaron la mano.
Una oportunidad de Salamanca cabeceando mal tras falla del arquero Díaz en la salida (minuto 12) y algo parecido del otro lado (minuto 20) con desborde y centro de Ferreyra pero un cruce salvador de Iglesias evitó que conectara Blagaic. Poco para el primer tiempo
Iban 6 minutos del complemento y tras dos avances forzados por Suárez -de enorme despliegue- llegó el gol. Primero fue un tiro libre del citado jugador que Gramaglia salvó con oportuno manotazo. Córner, rebote, otra pelota al corazón del área de Suárez y aparición de Guíñez para definir ante el arquero.
Después, entre el desordenado empeño de Unión por el empate y unas pocas estocadas que tuvo Argentinos para liquidar, mediaron golpes, empujones, manotazos y ¡ninguna tarjeta roja entre tantas amarillas! Resultado importante para la estadística. Lamentable para el fútbol.
   
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