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Miércoles 13 de noviembre de 2002 | |
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Cautivante concierto de Luis Ascot en Llao Llao |
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El pianista argentino maravilló con su arte. |
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| SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB)- Cuando el pianista Luis Ascot dice que como intérprete no es más que un me-dio entre la obra de un compositor y el público hace gala de una envidiable modes-tia. El concierto que ofreció en el salón Bustillo del hotel Llao Llao mereció el entusiasmado aplauso de los asistentes que, fuera de programa, recibieron de regalo un nocturno de Federico Chopin, una obra del compositor y religioso español Antonio Soler y dos creaciones del brasileño Antonio Nazaret magistralmente interpretadas. Antes, con caprichosos y multicolores movimientos, habían sobrevolado la Semana Musical Llao Llao las mariposas de Robert Schuman (1810-1856); habían emocionado las danzas Del viejo boyero, De la moza donosa y Del gaucho matrero del argentino Alberto Ginastera (1916-1983) y habían sido estrenados los Tres Sonetos del Petrarca (Años de peregrinaje) del húngaro Franz Liszt (1812-1886). En esta ocasión el público pudo disfrutar de la lectura de los sonetos plenos de estados de ánimo y sentimientos que Liszt tradujo a música, a cargo del director musical del encuentro, Abel López Iturbe. Como pintura del alma humana, las combinaciones de sonidos fueron pintando la nostalgia, la melancolía y la desesperanza que a menudo acompañan al amor. Luego llegó A lenda do Caboclo de Heitor Villa Lobos (1887-1957) con la sensibilidad que caracteriza al brasileño y las trece Escenas Infantiles de Schumann, obra especialmente dedicada a "Nena" Garlot a quien Ascot dedicó este concierto "porque fue una persona absolutamente extraordinaria, fuera de lo común. Trabajó por el hospital de niños de Córdoba, obra con la que tuve la honra de colaborar durante seis años haciendo un concierto a beneficio por año", explica el músico. Ella falleció en enero de 1999. "Podría haber hecho el homenaje en Córdoba pero no se dio la oportunidad y aquí dejó gran-des amigos cosechados durante los tres años que frecuentó el festival. Lo mejor que se puede hacer por el espíritu de la gente que pasa como un ángel para hacer bien a los otros es recordarlas mediante la vibración de la música", considera. Al comentársele que aquí Boris Furman dona la totalidad de las utilidades del complejo Teleférico Cerro Otto al hospital Israelita de Buenos Aires y al Ramón Carrillo de esta ciudad aprecia que "es una maravilla, ahí hay otro ejemplo de alguien que está dando con el corazón abierto que es lo más importante en la vida y, sobre to-do pasar inadvertido". En el país "siempre ha existido material humano de primerísima clase, lo que no se puede comprender es que no haya una opinión dirigida, una conjunción de ideas que podamos llevar a cabo todos juntos. Tampoco tenemos el cariño por nuestros semejantes como para cederle el paso, esa es un poco la idea de lo que es obrar en sociedad entre seres humanos". Difusor en el mundo de las creaciones de músicos argentinos, dice necesitar cierta afinidad con las obras. "El compositor me entrega la partitura y la leo y, por más que lo quiera y seamos amigos, si la obra no va para mi técnica o mi mano... Porque es como la ropa, usted se pone el traje más elegante pero si no responde a usted, no lo luce. La obra es al intérprete y la función del intérprete es servirle, no con servilismo, sino con ánimo de servicio con letras mayúsculas. Nosotros somos nada más que un medio al servicio de una obra maravillosa, no hacemos más que interpretar pianos fuertes y fortísimos", señala. Tras su visita a esta ciudad, Ascot regresará a Ginebra donde reside y dicta clases en el Conservatorio de la capital suiza. Allí le será ofrecido un homenaje "inmerecido pero que me da un placer infinito" el mes próximo para festejar sus 60 años. Después de tres semanas de vacaciones comenzará a trabajar otro programa porque "en marzo estaré en Italia y luego veremos si regreso a Argentina en junio o julio como lo hago todos los años. Este año, por razones económicas, no di más conciertos que éste en el interior. Fue un año muy malo para todos. Ansío que el país se arregle porque también tengo cosas aquí, incluso dentro del corralito". La esperanza Argentina "tiene capacidad para salir adelante. Somos ricos en material humano porque la gente es fundamentalmente buena y solidaria. Lo que no tenemos son gobernantes correctos. Hemos sido impunemente robados por los bancos y los gobernantes. Quienes creyeron en el país están invadidos por un sentimiento de profunda tristeza y defraudación muy grande pero algún día pasará.", expresa Ascot. A los jóvenes que quieren irse del país "mucho no les puedo decir porque en cierto modo tienen razón". A los que se quedan, "que trabajen para que esto cambie. Yo ya no puedo cambiar más nada. Hace cuarenta años que vivo en el exterior, me fui para capacitarme. Músicos y artistas en general precisan salir, tienen que ver otras cosas para progresar, encontrar referencias, y volver si lo desean. Durante los años que estuve afuera he vuelto siempre, conozco casi todo el país y pienso que esa es mi obra para devolver lo que me dio. Educación en primer término, algo que hoy los jóvenes no poseen. No existe el respeto a la persona mayor, a contestar una carta, el vocabulario se ha acotado, los jóvenes no se expresan con la riqueza que nuestra lengua tiene y eso es falta de educación. Es algo a recuperar porque un país es más manejable cuanto más gente ignorante tiene", concluye. Para hoy Hoy a las 20.30 la Camerata Bariloche ofrecerá en el salón Llao Llao el Concierto para dos violines Op. 3 Nro. 8 en la menor de Antonio Vivaldi (1678-1741) con la participación de Pablo Saraví y David Bellisomi en los solos, Cantinela Nro. 4 "El Ceibo", Nro. 6 "Juanita" y Final "Romance en Colastiné" de Carlos Guastavino (1914-2000) y Gran dúo concertante de Giovanni Bottesini actuando como solistas Fernando Hasaj (violín) y Oscar Carnero (contrabajo). La segunda parte estará dedicada a Antonin Dvörak (1841-1904) con su Serenata en mi mayor Op. 22 y los valses Nro. 1 en la mayor y Nro. 2 en re mayor Op. 54. |
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