Miércoles 23 de octubre de 2002
 

Vivir y dejar vivir

 

Desde 1996 la transmisión del HIV por relaciones heterosexuales vienen en aumento. Hasta hoy hay unos 21.865 casos notificados.

  Cómo cualquiera de nosotros puede anticipar los daños que puede provocarle el virus del HIV a las vidas que llevamos.
Es todo un trabajo, una toma de conciencia, que exige reafirmar individualmente y en comunidad las percepciones de los riesgos de contraer la enfermedad que ahora tiene carácter de crónica, aconsejan los especialistas en el tema de acá y del mundo. Poseer información adecuada (saber por dónde pasan los riesgos), recursos para poner en práctica lo que se sabe y garantizar el acceso a los medios de prevención (preservativos, lubricantes, equipos de inyección, leche maternizada para la profilaxis, entre tantos recursos) son elementos indispensables para hacer un cuidado de base en la pelea contra el sida, insisten estas mismas fuentes científicas.
Fue justamente en esta política que se encuadró toda la información y análisis que la Organización Panamericana de la Salud brindó a periodistas del continente -donde los principales diarios del país participaron y "Río Negro" fue invitado especialmente- días atrás en el seminario "El sida en la Argentina" desarrollado en Buenos Aires.
De nada sirve el temor para prevenir la infección por HIV, o bien para enfrentarla, insistieron en decir los especialistas en sida en dicho encuentro. La cantidad de casos, alarmantes por cierto, no han servido pareciera para lograr algunos cambios de mentalidades para menguar el miedo a la sexualidad, en todas sus formas; a la iniquidad de género, social; a la negación de la epidemia; a seguir elaborando mensajes de culpabilidad y condena. En este sentido, discriminación y estigmatización siguen funcionando juntas, haciendo mal, como siempre.
El sida en la Argentina ha evolucionado en forma disímil desde que se registró el primer caso en 1982. Al 31 de mayo de este año un total de 21.865 personas notificaron su enfermedad en el Programa Nacional de Lucha contra los Retrovirus del Humano, Sida y ETS (Enfermedades de Transmisión Sexual) del Ministerio de Salud de la Nación. No obstante, al calcular el retraso en el envío de las notificaciones, se estima que el total de enfermos diagnosticados llegarían a 25.411, en estos 20 años.
Según los datos aportados en el seminario de actualización de OPS, el virus de inmunodeficiencia humana (HIV) que causa el sida cada vez es más común en mujeres jóvenes de baja instrucción.
Según los datos provisorios al pasado 31 de mayo, en lo que va del año, 195 personas han notificado ser enfermos de Sida, pero se estima que hay 1.720 casos que no han sido informados.
El pico de casos de sida informados se registró en 1996 y alcanzó los 2.771. En los años siguientes la enfermedad logró cierto control que coincide con la aplicación de la triterapia anti-retroviral a partir de 1997.
En 1987 se conoció el primer caso de sida femenino; hasta ese momento, la totalidad de los enfermos eran hombres. Actualmente la preponderancia masculina persiste y la razón total es de 3,81 hombres a una mujer; en lo que va de 2002 esa razón es de 2,24 personas masculinas a una femenina.
Según las estadísticas, la edad donde se concentran mayoritariamente -en ambos sexos- los enfermos de sida es entre los 25 y 34 años. Y al calcular la mediana de esta población para cada sexo, se registra 28 años para las mujeres y 31 años para los hombres, lo que demuestra que las mujeres se enferman en edades más tempranas.
En relación al nivel de instrucción de los enfermos notificados, tanto en hombres como en mujeres predomina el primario completo y el secundario incompleto.
Con respecto a la distribución geográfica de la enfermedad, y según los datos provisorios del Programa Nacional de Lucha contra los Retrovirus del Humano, Sida y ETS del ministerio de Salud de la Nación, desde el comienzo de las notificaciones, en 1988, hasta la actualidad se observa que los infectados se concentraron en las jurisdicciones de Buenos Aires (47%), Capital (24%), Santa Fe y Córdoba (5%) y Tucumán y Mendoza (4%), correlacionándose con las jurisdicciones con mayor número de enfermos de sida. Según esta misma estadística, los casos en Río Negro y Neuquén han ido en aumento, al menos en los casos notificados. A nivel nacional llama la atención la falta de ong"s y otras organizaciones que trabajen en la región el tema tanto en la prevención como la contención. Tal vez sea urgente hacerlo. Nunca es tarde para esto.

Horacio Lara
hlara@rionegro.com.ar

Los chicos crecen...que no crezcan con sida

Hay 11 millones de niños huérfanos en todo el mundo a causa del sida.
66 niños por hora se infectan de sida. Esto equivale a 1.600 niños por día.
1,4 millones de niños menores de 15 años viven con el HIV/sida.
Argentina ocupa el segundo lugar en el continente americano en proporción de niños infectados por el HIV.
La prevención del sida en los niños empieza en el embarazo.
Por lo tanto, si una mujer piensa tener hijos o está embarazada es importante que sepa si es portadora del virus del sida. Porque la mujer que convive con este virus puede transmitir la enfermedad a su hijo:
durante el embarazo,
en el parto y
por amamantamiento.
Entonces, ¿cómo saber si se ha infectado? Sencillo, con un análisis de sangre gratuito. Este análisis se realiza en los hospitales públicos y sólo se puede hacer con la autorización de la gestante.
Es importantísimo hacerlo, porque si la mujer convive, efectivamente, con el HIV permite empezar cuanto antes con el tratamiento y reducir en un 95% las posibilidades de transmitir el virus al bebé. De hecho, en el hospital Garrahan de Buenos Aires los tratamientos médicos con los bebés son exitosos.

La utilidad de las redes

Desde la creación de ONUSIDA en 1996, la opinión pública mundial fomenta respuestas más concertadas y sostenidas contra la epidemia. Con su enfoque en el estigma y la discriminación, la campaña con el sida 2002-2003 se ha propuesta ayudar a las personas a conseguir una prevención, atención y apoyo a las personas que conviven con el virus HIV.
El estigma es el resultado de la asociación del HIV/sida con el sexo, la enfermedad y la muerte, y con comportamientos que pueden ser ilegales, prohibidos o tabú.
La discriminación hace alusión a acciones que son resultado del estigma antes mencionado. Se produce cuando se hace una distinción en una persona por razón de su estado serológico (real o presumido) con respecto al HIV, o porque se identifica a esa persona con un grupo determinado (usuarios de de drogas intravenosas, por ejemplo).
Consecuentemente, el estigma, la discriminación y la violación de los derechos humanos se entremezclan para terminar formando un círculo vicioso: se generan, legitiman y refuerzan entre sí.
De esto trata la campaña que este año la Organización Panamericana de la Salud implementó en el continente.
Buena parte de su bibliografía está disponible en la biblioteca depositaria de Naciones Unidas que funciona en la sede central de este diario, en 9 de Julio 733, de Roca. Sobre todo es aconsejable un catálogo de todas las organizaciones no gubernamentales dedicadas al sida que funcionan en la Argentina. Allí, los interesados encontrarán nombres, direcciones, teléfonos y otros datos que permiten acceder a información precisa y útil para formar redes. ¿Para qué sirven las redes?
De consejeras, apoyo y asistencia concreta.
Autoayuda entre pares.
De prevención.
Para dar la cara al problema.
Para confirmar que ya no es más una enfermedad letal sino crónica, pero que requiere de su tratamiento.
Para cualquier consulta de este material, escribir a bibliotecarn@rionegro.com.ar

   
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