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Domingo 13 de octubre de 2002 | |
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En Bariloche, la demanda de alojamiento fue sólo del 40% |
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SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- A pesar de la activa promoción que procuró
atraer visitantes interesados en aprovechar el fin de semana largo, la
ocupación hotelera que se registra en estos días en Bariloche está por
debajo de lo esperado. Según los titulares de hoteles y bungalows consultados, la demanda de alojamiento rondaba ayer un 40 por ciento de las plazas disponibles. En la secretaría municipal de Turismo no quisieron hacer estimaciones y recién el martes tendrán una cifra precisa. Las lluvias persistentes que llevan ya varios días (ver pág. 32) y la cercanía de las vacaciones de verano desalentaron a muchos visitantes, según la impresión que transmitió un operador turístico. En el hotel Panamericano (el más grande de la ciudad) la ocupación no alcanzaba el 40 por ciento y en el Edelweiss era del 55 por ciento. Otros hoteles de menos estrellas reconocieron que el fin de semana largo no movió el amperímetro y la ocupación no subía del 25 por ciento. Claro que hay excepciones. En el Nahuel Huapi, por ejemplo, estaban casi completos gracias a un congreso internacional de Educación. En los bungalows ubicados sobre la avenida Bustillo -que tradicionalmente reciben a los turistas que llegan en su propio vehículo-, la demanda en promedio cubría sólo el 40 por ciento de la capacidad disponible. Las pistas del cerro Catedral permanecían abiertas a pesar de lo avanzado de la primavera porque las últimas nevadas permiten seguir esquiando a gusto y placer. Pero ayer los medios de elevación estuvieron cerrados por las lluvias constantes y la falta de visibilidad, de modo que muchos turistas debieron olvidarse de las tablas y los bastones. En la agencia Andes Patagónicos refirieron que el aumento reciente de los pasajes aéreos (de 280 a 400 pesos) frustró a un número importantes de turistas porteños que habían efectuado reservas para este fin de semana. Sí, en cambio, llegaron casi un centenar de viajeros procedentes de Bahía Blanca y de Viedma, que se movilizaron en el Tren Patagónico. Más allá del magro aprovechamiento del feriado, el saldo de la baja temporada para muchos comerciantes y hoteleros no es malo, ya que cada sábado y domingo viene siendo constante el flujo de visitantes chilenos. Un público que casi no contaba en los tiempos previos a la devaluación. |
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