Lunes 7 de octubre de 2002
 

Los hijos y nietos de españoles se van de Neuquén

 

Avalancha de trámites en el viceconsulado español. 1.150 personas pidieron la doble nacionalidad.

 
La mayoría de los que solicitan tramitar la nacionalidad española son jóvenes. En España ya viven 400 familias de la región.
NEUQUEN (AN).- La Argentina y la "exitosa" Neuquén no los convence. Los hijos y nietos de inmigrantes españoles quieren pegar la vuelta y taparon de trabajo a los empleados del viceconsulado de España de esta ciudad donde ya se iniciaron 1.150 trámites para obtener la nacionalidad.
En las oficinas de este organismo sólo se consiguen turnos para el 2004 porque hay un incesante desfile de interesados. En lo que va de este año ya se realizaron 2.500 consultas vinculadas a la nacionalidad española. Es un promedio de seis personas por día, o si se prefiere 120 al mes.
Las cifras obtenidas por "Río Negro" en el viceconsulado indican que en lo que va de este año 2.520 personas se acercaron hasta las oficinas para consultar sobre los requisitos necesarios para poder aterrizar en España sin tener el fantasma de la ilegalidad merodeando detrás. Poco más de la mitad pudo iniciar algún trámite, mientras que el resto salió de las oficinas con las manos vacías.
Sólo en el primer trimestre de 2002, en pleno auge de la crisis económica argentina, un total de 1.800 personas contemplaron la idea de abandonar la región. Y coparon las oficinas de la sede española en esta ciudad hasta producir su congestión administrativa. "En su mayoría fueron jóvenes neuquinos, aunque también se acercaron varios rionegrinos", aseguraron en el viceconsulado.
Además, entre el año 2000 y 2002, la cantidad de familias de la zona que se fueron a España suman 400. "Son familias que lo hicieron de forma legal ya que algunos de sus miembros tenían ciudadanía española; hay que tener en cuenta las que ingresaron a España con visados de turistas y aún permanecen allí con los papeles fuera de regla", explicaron en el viceconsulado. "Tenemos entendido que estos casos son varios pero nosotros no los podemos cuantificar".
Legalmente, la migración se busca a través de dos caminos: el primero consiste en obtener un visado de "trabajo por cuenta ajena". Para esto es necesario tener un trabajo asegurado antes de subir al avión.
El empleador en España debe presentar el contrato ante las autoridades laborales de su país y, si es aprobado, remitirlo al consulado donde tramitó la visa. En la sede neuquina hay 30 pedidos de este visado que esperan una resolución.
El otro camino a seguir, que es mucho más sencillo. Consiste en recuperar u optar por la nacionalidad española. Con la nacionalidad bajo el brazo, la persona es considerada ciudadano europeo y no necesita de ningún tipo de visado para establecerse en España o en otro país del viejo continente.
Según los registros del viceconsulado hay 700 trámites iniciados para recuperar la nacionalidad española. Estos son casos de nietos de españoles. Además existen otros 450 para optar por la nacionalidad y aquí se ubican los hijos de españoles. En tanto, otras 223 personas esperan turno para iniciar los trámites por una de las dos opciones.
La última y reciente reforma del Estado español referida a este tema eliminó el límite de edad para obtener la nacionalidad entre los hijos de españoles, mientras que a los nietos los habilitó, previa residencia de un año en España.
Probablemente tras esta flexibilización de las legislación exista un incremento de las consultas y los trámites.
Los legisladores españoles trabajaron durante este año en este proyecto, aunque existía una versión aún más flexible porque habilitaba a los nietos de españoles a obtener la nacionalidad sin más requisito que demostrar el vínculo familiar con partidas de nacimiento de padres y abuelos.
Algunos neuquinos que viven en España y tienen la nacionalidad, no tuvieron grandes problemas para insertarse en el mercado laboral. Así lo confirma un testimonio obtenido por este diario y las autoridades del viceconsulado (ver recuadro).
Al igual que lo sucedido en los consulados y embajadas europeas de todo el país, luego de la avalancha de argentinos buscando emigrar para escapar de la situación actual argentina, en la sede española en esta ciudad se están entregando turnos de atención recién para el año 2004.
Son muchos los que ante la imposibilidad de conseguir los papeles en regla para emigrar deciden hacerlo con visados de turistas que una vez vencidos (luego de 90 días) convierten al "turista" en un ciudadano ilegal.
"Quienes permanecen de forma ilegal tienen pocas chances de conseguir un trabajo y realmente la pasan mal", aseguro Félix Giménez, vicecónsul Español en la capital neuquina).

Consejos útiles

La gente golpea las puertas del viceconsulado de España, pero los turnos se dan para el 2004.
NEUQUEN (AN).- "Son muchas las personas que deciden irse sin tener los papeles en regla y consecuentemente tienen grandes problemas para conseguir un trabajo", explicó Félix Giménez, el vicecónsul Español en la esta ciudad.
"Por más que una persona tenga título universitario, si no cuenta con el visado correspondiente la inserción en el mercado laboral es muy difícil y por general terminan haciendo trabajos en negro", añadió.
Giménez destacó que actualmente las mayores posibilidades de trabajo las tienen quienes conozcan algún oficio. Albañiles, electricistas, plomeros, maestros panaderos, son los cuentan con mayores chances de insertarse en el mercado. "Profesionales son los que sobran en España", indicó Giménez.
En tanto las grandes ciudades -Madrid y Barcelona, principalmente- son las que menores posibilidades laborales brindan.
"Hoy hay un gran desarrollo de las regiones de Andalucía, Cataluña y las Canarias, y son las ciudades pequeñas donde más chances de conseguir un trabajo existen", aseguró.
Respecto al endurecimiento de las leyes de migración de los últimos tiempos en Europa, Giménez señaló que "España no está en una posición tan inflexible como la demostrada por países como Italia, por ejemplo; además el argentino siempre fue bien recibido en nuestro país", concluyó.
Sin embargo, en los últimos días, varios argentinos que pretendían ingresar a España como turistas, fueron rechazados y tuvieron que pegar la vuelta.

Prueban suerte con la ilusión de regresar con algunos ahorros

NEUQUEN (AN).- El pasado 15 de abril Juan Ignacio Otazu aterrizó en el aeropuerto de Madrid. Lo hizo solo. Su mujer, Claudia, y su hija, Luna, se quedaron en la capital neuquina esperando novedades.
El es uno de las tantos neuquinos que, con la nacionalidad española bajo el brazo, decidió probar suerte en el viejo continente. Y le fue bien, según comentó a este diario a través de un contacto mantenido vía correo electrónico.
"Teníamos poco que perder". Ese fue el argumento con el que Juan Ignacio explicó su decisión de irse de esta ciudad. "Yo trabajaba 13 horas por día en un negocio propio, no pagaba alquiler y apenas me alcanzaba para mantener a mi familia", señaló. "Aprovechamos que yo tenía la ciudadanía española y decidimos hacer el esfuerzo en otro lugar".
Cinco días después de haber pisado tierras españolas y de recorrer cada rincón madrileño repartiendo su currículum, recibió dos llamados a la casa de un amigo, lugar en el que estaba parando. Los ofrecimientos fueron para trabajar como mozo en un restaurant o como encargado de mantenimiento en un club hípico en el país Vasco. Optó por el este último.
El 31 de mayo Claudia y Luna llegaron a Madrid. Inmediatamente se trasladaron a Oiartzun, un pequeño pueblo ubicado a 10 kilómetros de San Sebastián y a 700 de la capital española.
"La idea nuestra es ahorrar unos pesos para volver y poder comprar un terreno en algún lugar de Neuquén", comentó. "Y no tenemos dudas de que vamos a regresar; extrañamos mucho".
Tanto Juan como Claudia trabajan en el club hípico. Entre los dos cobran 900 euros -alrededor de 900 dólares- libres de todo gasto.
La pareja vive en una vivienda que les cedió el club y no tienen gastos de comida, porque también de esto se encarga el club para el que trabajan.
De martes a domingo, por la mañana, Juan se encarga de alimentar a los caballos y de mantener las cuadras. "A la tarde soy un comodín", indicó. "Arreglo todo lo que se rompa, pinto paredes, corto el césped, y algunas cosas más", precisó.
En tanto Claudia, es la encargada del bar y restaurant que tiene el club. Además de atenderlo, es la responsable de la cocinar.
"Los días libres lo aprovechamos al máximo en las playas", comentaron. "Y por suerte nos adaptamos bien al lugar y la gente nos trata muy bien".
"Nos vinimos con una mano adelante y otro atrás", afirmó Juan. "Pero esto que tenemos hoy es el premio al esfuerzo", concluyó.
   
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