Miércoles 2 de octubre de 2002
 

"Jurassic Park" podría estar cerca

 

Un científico dice que es posible reconstruir el ADN de los dinosaurios.

  Sería posible reconstruir el ADN de un dinosaurio, partiendo de proteínas halladas en un fósil. La iniciativa, digna de un nuevo capítulo de "Jurassic Park", fue planteada por Roberto Quevedo, paleontólogo español, conocido por haber hallado un embrión fosilizado de una especie hasta el momento desconocida de reptil prehistórico.
La osada hipótesis de Quevedo no es la única novedad sobre dinosaurios en España. Según Fidel Torcido, especialista del Museo de las Salas de los Infantes de Burgos, los enormes reptiles prehistóricos se habrían extinguido a causa del espesor de la cáscara de sus huevos, excesivo para ser roto por la cría en el momento de nacer. El descubrimiento de Quevedo no tiene precedentes. Según sus cálculos, las proteínas detectadas en el interior de un huevo fosilizado de dinosaurio tienen, en verdad, cerca de 90 millones de años -300 veces la edad del hombre moderno-, mientras la proteína más antigua hasta el momento establecida data de "apenas" 80.000 años.
El científico encontró estas proteínas prehistóricas casi por casualidad, luego que un colega suyo británico le regalara un huevo de dinosaurio procedente de la Mongolia, que había sido adquirido en Londres. Quevedo usó un scaner médico para examinarlo sin dañarlo, y descubrió así un embrión con proteínas enteras, no sólo rastros, como sucediera hasta ahora en otros ejemplares. Bautizó al huevo Icy, que en inglés quiere decir "Helado", pero, fonéticamente, también I see (Veo), lo que alude a los medios utilizados en sus estudios. Y si el descubrimiento de Quevedo podría llevar a la reconstrucción del ADN de un dinosaurio -siguiendo casi la trama de la afortunada novela de Michael Crichton-, la hipótesis lanzada por su colega Torcido podría a su vez revolucionar los estudios sobre la extinción de los reptiles prehistóricos, aún no explicada por la ciencia. Afirma Torcido que, en cierto punto de su evolución, los dinosaurios comenzaron a producir huevos con una cáscara sensiblemente más gruesa, hasta el punto de convertirse en un obstáculo a menudo insuperable para los que iban a nacer, que habrían muerto en el intento.
Resta establecer cómo ocurrió tal mutación. Según el científico español se la puede atribuir a una evolución natural debida a una disfunción del aparato reproductor de los dinosaurios, o bien a la aparición de las plantas fanerogamas, verificada durante el período mesozoico.
La mayor parte de los huevos con cáscara de espesor normal pertenece al cretacio inferior de la Era Secundaria (hace unos 120 millones de años), mientras los de cáscara más gruesa se remontan a unos 70 millones de años, cuando las fanerogamas habían ya aparecido. Su influencia en el metabolismo de los dinosaurios podría haber llevado, o tal vez sólo contribuido, a su extinción. (ANSA)
   
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