Domingo 27 de octubre de 2002
 

Los comerciantes deberán clasificar su basura

 

La nueva metodología apunta a evitar que los cartoneros desparramen la basura. Comenzará a aplicarse en el centro y en los negocios de mayor movimiento. Hay unos 3.000 comercios.

    NEUQUEN (AN).- Los comerciantes deberán tirar envoltorios, cartones, plásticos, nylon, telgopor y maderas en bolsas diferenciadas de los residuos comunes. Los cartoneros felices porque su trabajo estará facilitado y la municipalidad contenta pues evitará el desparramo de basura en la calle.
La decisión municipal es de aplicación gradual, por zonas, al inicio de 2003, comenzando por el centro y los negocios de mayor movimiento hasta cubrir toda la ciudad. En la capital neuquina son 3.000 los comercios habilitados.
La recolección mensual estimada de este tipo de desecho asciende a 1.000 toneladas, un volumen que las autoridades creen tentador para que haya interesados en la licitación.
El encuadre metodológico avanza a pasos agigantados y cabalga sobre la política ambientalista que pone en caja a talleres de todo tipo y encamina a lubricentros y estaciones de servicios a no tirar sus desechos en la barda.
Para facilitarlo, el municipio prevé concursar por separado la recolección y disposición final de aceites y lubricantes usados, que son altamente contaminantes. El último relevamiento da cuenta de la existencia de más de 200 talleres, 40 lubricentros y 32 estaciones de combustibles.
La acción de la comuna sigue en los barrios, donde analiza extender las estaciones de transferencia, un sistema de contenedores que facilita a los pobladores a desprenderse de los residuos según su procedencia y tamaño.
En el estudio del servicio especial para comercios trabaja un equipo integrado de profesionales de gestión ambiental y de limpieza urbana.
El subsecretario de Gestión Ambiental, Carlos Roca, explicó la estrategia que se quiere aplicar. Observó que los comerciantes sacan cajas enormes, telgopores y envases de nylon a la vereda a cualquier hora del día, mezclados con la basura ordinaria, lo que da lugar a que los cartoneros desparramen las bolsas en la vía pública y que dejen tirado lo que no le sirve.
Esta situación significa un "costo alto para el municipio porque paga la recolección domiciliaria, paga a los barrenderos para que recojan la basura de las aceras y paga horas máquinas para remover la basura que se acumula en la barda y que nunca, nunca, queda bien", señaló el funcionario.
Roca anticipó además que se estudia ofrecer de incentivo a los contribuyentes cumplidores un servicio gratuito para retirar de la puerta de sus casas el calefón, la cocina y las piezas inútiles de automóviles abandonados en el fondo de los patios.
En cuanto a las empresas de contenedores que acostumbraban a desprenderse de la carga en sectores no autorizados de la barda, a partir de noviembre, cada una de las seis habilitadas tendrá bajo su responsabilidad entre 3 y 5 hectáreas en las proximidades de la cantera. "Se hacen responsables de la disposición planificada, ordenada y bien hecha. Ya no más pueden aparecer escombros mezclados con materia orgánica ni pedazos de sillas con cajas de frigoríficos", señaló el funcionario. Se controlará además que no se asienten intrusos en sus respectivos sectores.
Con esta finalidad, esta semana empiezan a ser condicionados los caminos de acceso a las zonas dispuestas para relleno.
     
     
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