Lunes 7 de octubre de 2002
 

Pocas ventas en la industria ladrillera

 

La crisis económica que afecta a todo el país golpea también a esa industria, que tiene en el sector norte de Allen un fuerte desarrollo. En lo más de 60 hornos ubicados en esa zona se produjeron unos 15 millones de ladrillos en la temporada 2000/2001. Pero ahora las ventas están muy flojas y aumentaron los insumos.

  ALLEN (AA)- La nueva temporada de la industria del ladrillo ya está en marcha, aunque en esta ciudad gran parte de los horneros esperan con ansias lograr una reactivación del negocio durante los próximos meses. Ocurre que este rubro no está ajeno a la crisis general del país.
Los precios de los insumos necesarios para elaborar el ladrillo se han incrementado y las ventas cayeron, coincidieron algunos productores tanto minoristas como de gran escala.
No obstante, se estima que la actividad podrá recuperarse con el correr de los meses hasta que cese la época de elaboración, que suele llegar hasta marzo-abril, ya que desde Allen se provee este importante material de construcción a muchas localidades vecinas de Río Negro y Neuquén e incluso también de otras provincias.
Según el último relevamiento efectuado por el municipio allense, en esta ciudad existen en funcionamiento desde los últimos años más de 60 hornos y durante la temporada 2000-2001 la producción total estimada superó los 15 millones de ladrillos.
Román Paucara, uno de los horneros con mayor capacidad de producción en la zona norte de esta ciudad, comentó que inició los trabajos en los pisaderos este mes, pero todavía "está bastante floja la venta. No se sabe si vamos a seguir trabajando o qué es lo que va-mos a hacer si no se empieza a vender más" porque "la gente hoy no construye".
Paucara, quien lleva adelante su empresa asociado con otros horneros, sostuvo además que "hace dos o tres años atrás había bastante venta, pero desde el año pasado comenzó a disminuir".
El hornero opinó que la situación para la mayor parte de los integrantes del sector es similar, aunque en su caso particular mencionó que "si no hay más ventas, vamos a tener que parar de hacer ladrillos el mes que viene".
No obstante otros horneros, si bien coinciden en la caída de la comercialización, las perspectivas laborales parecen ser otras. Santiago Lázaro, un hornero que trabaja junto a su familia desde los últimos años en la zona de hornos de Colonia 12 de Octubre, opinó que pese a que bajó la venta, debe seguir adelante con su trabajo y aún con más fuerza.
"Aunque sea poquito tenemos que seguir en esto y tratar de vender, por que si no no podemos vivir. Es lo único que hacemos", comentó.
En este sentido, el aumento en el costo de los insumos para preparar los ladrillos es importante, manifestó otro ladrillero de la zona norte que produce a pequeña escala, aunque algunos optan por mantener los precios en forma estable para tratar de captar potenciales compradores.
Los valores son variables y el precio de los ladrillones, que suelen ser los más requeridos, supera los 200 pesos cada mil unidades, pudo saberse.
"La leña, el aserrín y la tierra se han incrementado en más de un 40%", comentó Paucara, quien comercializa su producto en Bariloche mayormente, Conesa, Zapala, El Bolsón, Viedma y Las Grutas.
De igual modo se elevó el valor de los viajes de los camiones fleteros, porque "antes un vi1aje de camión salía 25 pesos más o menos, y ahora 35 pesos. Y además hay mucha competencia", comentó otro productor.

Cae la utilización de mano de obra

ALLEN (AA)- De la mano de la fuerte crisis que jaquea a todas las actividades económicas regionales, la actividad del ladrillo también se ve arrastrada en medio de la corriente y con ella la demanda de mayor mano de obra.
Frente a la menor producción que se avizora para esta temporada, también "va a haber mucho menos trabajo para la gente que el año pasado", apuntó el productor Román Paucara, porque "todo depende de la situación económica".
Aquellos ladrilleros que poseen un horno chico, estiman que en un pisadero se puede fabricar alrededor de 15 mil ladrillos, y algunos productores realizan dos o más pisaderos por mes. Sin embargo, si las ventas no aumentan estas cantidades se verán disminuidas, se advirtió desde el sector. Y la misma problemática se multiplica en aquellos hornos que poseen mayor capacidad de producción.
No obstante, en relación con la demanda de trabajadores, también algunos horneros pusieron en evidencia que se observa además una baja en la oferta de mano de obra extranjera, cuando en años anteriores su llegada era casi masiva.
"Lo que pasa es que muchos bolivianos ya no vienen porque no les favorece el cambio, prefieren quedarse en su país porque ganan lo mismo", sintetizó Lázaro.

     
     
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