Ahora las tomas se mudaron al barrio Confluencia

El oeste de la capital dejó de ser el lugar preferido de las usurpaciones. Entre setiembre y octubre 35 familias ocuparon lotes en el barrio del este de Neuquén. La mayoría son jóvenes.

Las familias jóvenes que tomaron lotes en el barrio Confluencia dicen que son hijos de vecinos del lugar.

NEUQUEN (AN).- La constante usurpación de terrenos en la capital neuquina no se detiene y en los últimos días no sólo se incrementó a ritmo acelerado sino que además cambió de escenario: desde el paisaje árido de las bardas del oeste neuquino, donde ni siquiera crece la maleza, se desplazó hacía los terrenos rodeados por los álamos en el barrio Confluencia.
Sólo en los primeros tres días de octubre, 19 familias ocuparon tres terrenos en este lugar. Y ya suman 35 los grupos familiares que están viviendo en el barrio, sobre cinco terrenos usurpados.
A las 15 familias que el miércoles último usurparon el terreno ubicado en la calle Chocón, entre Darwin y Aluminé, cuyo titular es el concejal radical Carlos Vidal, ayer se sumaron otras que lo hicieron en Saturnino Torres y Lamarque -tres familias- y Pomona pasando Darwin -una familia-. Los lotes fueron ocupados en la madrugada del jueves y todos pertenecen a particulares.
Esta cifra es similar a la registrada durante todo septiembre, período en el cual 21 grupos familiares se instalaron sobre terrenos privados y del Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo (IPVU). De este total, 16 lo hicieron en Confluencia.
Contrariamente a lo ocurrido en el oeste, donde están concentradas la mayoría de las tomas, y donde un porcentaje importante de los habitantes migraron desde provincias vecinas, en el barrio Confluencia son todas personas nacidas y criadas en el lugar las que ocuparon los terrenos.
La mayoría aseguró contar con el respaldo de los vecinos. "La gente nos apoya porque saben que somos todos del barrio", indicaron los usurpadores, entre los que predominan los jóvenes. Sin embargo, fuentes policiales señalaron que se produjeron algunos enfrentamientos verbales entre los usurpadores y algunos vecinos del lugar.
"Sí, somos todos jóvenes, pero todos tenemos hijos y seguimos viviendo con nuestro padres porque no tenemos un terreno para construirnos algo y mucho menos una casa", explicaron los jóvenes del lugar.
Al igual que los habitantes del oeste neuquino, quienes están en el barrio Confluencia son personas de escasos recursos. Desocupados, beneficiarios de subsidios del gobierno y trabajadores en negro. Ese es el denominador común. Además hay algunas madres separadas, y en varios casos las familias son numerosas.
Desde la comuna neuquino el subsecretario de Gestión Urbana, Armando Cattáneo, indicó que se está trabajando internamente para encontrar una solución a las tomas. Marcelo Inaudi, secretario de Gobierno del municipio, destacó que más de 2.000 familias recibieron soluciones de parte del Ejecutivo municipal. Esto se hizo a través de obras de infraestructura en las tomas y entrega de títulos a los habitantes.
Actualmente en la capital neuquina hay más de 4 mil familias viviendo en asentamientos que se consolidaron, en otros que deben ser relocalizados, y en algunos irregulares.
"La municipalidad está trabajando de forma conjunta con provincia para intentar reubicar algunas tomas", señaló una fuente municipal. "Incluso ya se creo una comisión con técnicos de ambos organismos que están trabajando de forma conjunta", agregó. "El problema es que nadie toma una decisión política para resolver la cuestión de fondo", concluyó.

Unas 4.400 familias viviendo en la pobreza

NEUQUEN (AN).- En la capital neuquina actualmente hay 4.400 familias viviendo en distintos asentamientos.
La cifra representa alrededor de 20 mil personas, teniendo en cuenta que la mayoría son familias numerosas que tiene más de cuatro miembros.
Un informe elaborado por la Dirección Municipal de Tierras, que depende de la subsecretaría de Gestión Urbana, cuyo titular es Armando Cattáneo, indica que muchas de las tomas "son alentadas por personas que se adjudican el ejercicio hegemónico del control social".
De todas formas destaca que "este dato es irrelevante si intentamos comprender el problema desde sus múltiples dimensiones: histórica, social, política, económica, de gestión, etc".
El informe también indica que las tomas de terrenos "se viene transmitiendo de una generación a otra; se halla instituida y legitimada por un grupo social; y sigue siendo una acción eficaz para quien la realiza, porque resuelve el problema habitacional".
En el aspecto social, el relevamiento destaca que aumentó "el número de mujeres solas y jefas de hogar que en promedio oscila el 16 % de la familias, y las parejas adolescentes con hijos de corta edad, que representan otro 36 % de las familias".
El estudio indica además que están disminuidas las capacidades de "crianza y sostenimiento del hogar", por la falta de trabajo, la ausencia de roles, y los procesos de socialización inconclusos en los progenitores, entre otros aspectos.
"En cuanto a la calidad de hábitat urbano, estas poblaciones viven con altos indicadores de necesidades básicas insatisfechas, en viviendas precarias, con letrinas, carentes de los servicios básicos, que tornan al ambiente urbano como extremadamente deficitario para el desarrollo adecuado de la vida de las personas y la comunidad", señala el informe.