Jueves 31 de octubre de 2002
 

Se desplomó el gobierno de unidad en Israel

 

El Laborismo se va del gobierno de Sharon por una disputa presupuestaria.

 
La disputa de liderazgo entre Ben Eliezer (izq) y Ariel Sharon estaría detrás de la crisis política.
Las negociaciones para salvar a último momento el gobierno de unidad nacional israelí del derechista Likud y el Partido Laborista fracasaron ayer definitivamente con las renuncias de los ministros laboristas de Defensa, Benjamin Ben Eliezer, y Asuntos Exteriores, Shimon Peres.
"He hecho todo lo posible para que las negociaciones fueran exitosas, pero sólo hemos escuchado de la otra parte palabras huecas", se lamentó Ben Eliezer, líder del Partido Laborista, que encabezaba una agria disputa con Sharon sobre el presupuesto fiscal del próximo año.
Sharon, por su parte, acusó a Ben Eliezer de haber renunciado únicamente por razones partidistas. Ante el Parlamento, el premier israelí señaló que lo ocurrido es "una vergüenza".
Finalmente, y tras la renuncia del líder laborista, el Parlamento de Israel aprobó en primera lectura esta noche (local), según lo previsto, el controvertido proyecto de presupuesto para 2003.
De los 120 parlamentarios, 67 votaron a favor del proyecto de ley, y 45 votaron en contra. Los diputados miembros del Partido Laborista votaron en bloque contra el proyecto.
Previamente, representantes de ambos partidos habían anunciado un "acuerdo fundamental" en sus diferencias, que sin embargo tenía que ser aprobado tanto por Ben Eliezer como por Sharon. La dimisión del líder laborista desmintió la existencia de un acuerdo real. En las negociaciones definitivas se dio un fuerte enfrentamiento entre Ben Eliezer y Sharon.
El líder laborista había amenazado con retirar del gabinete a los ocho ministros de su agrupación si Sharon se negaba a recortar el apoyo financiero a los asentamientos judíos en territorios palestinos en 700 millones de shekels (unos 150 millones de euros).
Por su parte, Sharon había amenazado con destituir a los ocho ministros si el Partido Laborista votaba contra el proyecto de ley del presupuesto en el Parlamento. En el Parlamento, Ben Eliezer instruyó a los diputados laboristas para que voten en contra del proyecto presupuestario del gobierno. La votación ya había sido aplazada en dos ocasiones para dar oxígeno a las negociaciones.
Finalmente, Sharon rechazó cualquier compromiso que pusiera en igualdad de condiciones financieras a los asentamientos, fuertemente subvencionados, y las empobrecidas ciudades israelíes que albergan miles de inmigrantes. "Para Sharon son más importantes los colonos que los ciudadanos israelíes", criticó el jefe de los diputados laboristas.
A pesar de la oposición laborista, Sharon logró superar la primera de las tres votaciones necesarias para aprobar definitivamente el presupuesto 2003, que prevé un drástico ajuste.
Sin los 25 diputados ex socialistas, la coalición derechista que lidera Sharon ya no dispone de una mayoría. El bloque de ultraderecha "Unión Nacional/ Nuestra Casa Israel" apoyará sin embargo a Sharon con sus ocho escaños. Sharon había dicho que si los laboristas abandonaban la coalición de gobierno intentaría formar un gobierno de minoría con el apoyo de partidos en su mayoría de derecha, y que si no tenía éxito llamaría de nuevo a elecciones.

Análisis: Asentamientos e internas, los ejes de la ruptura

Sólo un año y medio después de su creación, se rompió el "gobierno de unidad nacional" israelí, con el retiro del Partido Laborista del ministro Benjamin Ben Eliezer de la coalición liderada por el primer ministro, Ariel Sharon, del Partido Likud.
El detonante de la crisis fue una disputa por la financiación de asentamientos judíos en los territorios palestinos.
El Partido Laborista declaró, en forma de ultimátum, que sólo aprobaría el presupuesto 2003 en el Parlamento si Sharon reduce las subvenciones para los asentamientos en más de 700 millones de shekel (147 millones de dólares). "Nada de compromisos - 100 por ciento retiro o 100% de éxito", subrayó Ben Eliezer.
El Likud acusa a Ben Eliezer de haber originado la crisis artificialmente para volver a ganar la presidencia del Partido Laborista en las elecciones internas del 17 de noviembre. Al igual que Sharon, Ben Eliezer también cuenta con fuertes opositores en su propio partido, que se esfuerzan por verlo fuera del puesto.
En las últimas semanas, el ministro de Defensa ordenó el desmantelamiento de varios asentamientos judíos de avanzada en Cisjordania. Según sus críticos, la acción tuvo como fin ganar puntos en la izquierda de su partido. Según los comentaristas, Sharon no se puede permitir un compromiso en la cuestión de los asentamientos dado que esto disgustaría a la derecha. Allí es especialmente fuerte su archirival, el ex primer ministro Benjamin Netanyahu.
Sin los 25 mandatos de los laboristas, la coalición de Sharon contaría sólo con 55 de los 120 escaños parlamentarios, por lo que necesitaría del apoyo de la fracción ultraderechista "Unión Nacional- Israel Nuestra Casa", con ocho mandatos.
Según varios analistas, Sharon dijo a miembros de su fracción, el Likud, que en principio se ocuparía de la creación de un gobierno más pequeño. En caso de que esto no funcione, pedirá nuevas elecciones al presidente en 90 días. Las elecciones regulares están programadas para octubre de 2003. "A Israel no le sirven las elecciones en ese momento", dijo Sharon. "Pero si nos obligan a ello, ganaremos", agregó.
Según los observadores políticos, las chances de supervivencia de una pequeña coalición de derecha son pocas. Sharon, que lucha hace tiempo contra su imagen de "bulldozer" de extrema derecha, perjudicaría su imagen de por vida al asociarse con la ultraderecha sin la "protección" del Partido Laborista. (DPA)

Rusia admite que usó un gas anestésico

Moscú (Télam-SNI).- El gobierno ruso dijo ayer que el gas usado para poner fin a la toma de rehenes en Moscú es un derivado del Fentanyl, un narcótico no letal, mientras en Dinamarca, el viceprimer ministro checheno, Ahmed Zakaiev, fue arrestado a pedido de Rusia, que lo acusa de planificar el ataque al teatro moscovita.
Hasta ahora el gobierno ruso se había negado a decir cuál era el gas usado por las fuerzas especiales que llevaron a cabo su operación de rescate en la madrugada del sábado, y que provocó la muerte de 117 de los 119 rehenes que perecieron intoxicados hasta el momento. No obstante, el ministro de Salud ruso, Yuri Chevchenco, afirmó que el Fentanyl, un opiáceo (derivado del opio) no puede en ningún caso, por sí mismo, "provocar la muerte", subrayando que se trata de una sustancia "anestésica", comúnmente utilizada en cirugía.
Sin embargo, el Jefe del Servicio de Anestesiología de la Clínica Pergamino, Bernabé Eugenio Alcácer, explicó que el Fentanyl es un morfino símil, 65 veces más potente que la morfina, que se utiliza en la inducción a la anestesia para potenciar la acción hipnótica y analgésica de otros fármacos. Asimismo, afirmó que en grandes dosis, su acción directa en el sistema nervioso central puede llegar a provocar la muerte por paro cardio-respiratorio.
Por otro lado, la policía de Dinamarca detuvo ayer en Copenhague al viceprimer ministro del gobierno separatista checheno, Ahmed Zakayev, brazo derecho del presidente independentista, Aslan Masjadov. Rusia sospecha que Zakayev es "uno de los que planificó la toma de rehenes en un teatro de Moscú hace una semana y que participó en varias acciones terroristas de 1996 a 1999", según un comunicado difundido ayer por la policía danesa.

     
     
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