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Dar confianza y negociar, claves del nuevo gobierno

Lula da Silva se consagró presidente con una amplia victoria

Escrutado el 85% de los votos, logró 62% contra 38% de Serra. Promete más justicia social, sin perjudicar la economía.

Lula se mostró moderado en el discurso ante el país. Promete consensuar sus medidas para salir de la crisis económica.

El líder izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, de 57 años, se convirtió ayer en el primer obrero en ser elegido presidente de Brasil con una abrumadora victoria en la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, un hecho que repercutió con fuerza en toda Latinoamérica., por ser el país más poderoso de la región.
En un primer gesto de la nueva administración, sus asesores anunciaron que viajará a la Argentina para fortalecer la imagen de unidad del Mercosur. Al mismo tiempo, el triunfo del líder izquierdista repercutió hondamente en todos los partidos políticos de esta tendencia en el contienete que lo ven como la alternaiva más fuerte al modelo neoliberal.
Esto, pese a que incluso en la hora de la victoria el Partido de los Trabajadores (PT) que lidera Lula ratificó que seguirá los lineamientos de disciplina fiscal que exige el FMI y se apresta a anunciar una serie de medidas económicas y de designaciones en el equipo de gobierno con el objetivo de tranquilizar al sistema financiero.
El triunfo fue anunciado por el Tribunal Superior Electoral (TSE) tras el escrutinio del 85,07%de las urnas, en las que Lula recibió un 61,44 % de los votos válidos, contra un 38,56% de su rival oficialista, el socialdemócrata José Serra. Casi al mismo tiempo, Serra reconoció su derrota y llamó por teléfono a Lula, para felicitarlo en nombre su partido, el Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB).
En un discurso al país, Da Silva expresó sus felicitaciones al pueblo brasileño, por el "esplendido espectáculo de democracia que dio hoy al mundo" y agradeció al presidente Fernando Cardoso por la "más sensata y más democrática transición que tuvo el Brasil en toda su historia".
Lula dijo que a pesar de haber sido elegido por el Partido de los Trabajadores (PT) será el presidente "de los 175 millones de brasileños". El presidente electo anunció su decisión de "convocar a toda la sociedad brasileña, empresarios, sindicalistas, intelectuales y trabajadores rurales para que podamos construir un Brasil más justo y solidario".
"El hecho de que hayamos vencido con un voto de esperanza, significa que Brasil no tiene miedo de ser feliz", dijo uniendo las consignas de su campaña presidencial.
Al dirigirse a la comunidad internacional, expresó su convicción de que "Brasil puede desempeñar un papel importante para que la paz sea una conquista definitiva en América Latina."
Lula, quien cumplió ayer 57 años, afirmó, tras votar en Sao Paulo, que vive "el momento más feliz" de su vida y dedicó su elección "al pueblo sufrido de nuestro querido Brasil, al cual yo pretendo dedicar mis cuatro años de mandato". La victoria de Lula fue festejada por los aliados del ex obrero metalúrgico en todo el país como si fuera un título de Mundial de Fútbol
Según las proyecciones, Lula recibió en las urnas entre 55 y 57 millones de votos, lo que lo convierte en el jefe de gobierno más votado de la historia mundial, superando la marca del estadounidense Ronald Reagan, quien recibió 54,4 millones de votos en las elecciones de 1984 .
La segunda vuelta de los comicios brasileños no registró los retrasos y problemas técnicos de hace tres semanas, en la primera ronda de votaciones: "Todo transcurrió en aburrida normalidad", dijo el Tribunal Electoral (TSE).
El presidente Cardoso se reunirá el miércoles con su sucesor para poner en marcha la transición, que se completará el 1 de enero, con la posesión de Lula . Pese a la debacle en la presidencial, el partido del presidente triunfó en varias gobernaciones clave y mantiene una importante presencia parlamentaria.
El futuro mandatario brasileño encontrará grandes desafíos, el más grande de los cuales será conducir la economía hacia el desarrollo con justicia social como quieren sus bases y sin comprometer la estabilidad de la economía.(DPA/ANSA)

Perfil: De obrero tenaz a pragmático político

Combativo, tenaz y pragmático, el izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva, se aseguró su lugar en la historia de Brasil como el primer obrero que se impuso a las poderosas élites del coloso sudamericano.
El triunfo de ayer corona una larga trayectoria nacida en las fábricas de Sao Paulo en las luchas contra la dictadura militar y el capitalismo explotador. A los 57 años mantiene su característica barba y la voz enronquecida pero ya no levanta el puño izquierdo al grito de "la lucha continúa".
"En mi vida jamás fingí. Yo cambié. Brasil cambió. El mundo cambió", dice Lula quien en esta campaña fue apoyado por industriales y hasta militares.
De pequeño lustró zapatos, vendió frutas y trabajó en una tintorería. Aprendió el oficio de mecánico tornero y empezó a trabajar a los 14 años en una fábrica cerca de Sao Paulo, donde perdió el meñique izquierdo en un accidente de trabajo.
En 1967 se afilió al sindicato de los obreros metalúrgicos, el cual llegó a presidir en 1975 y puso en alto la bandera de un "nuevo sindicalismo" antipartidario, autónomo e independiente . En 1979, convencido de la dictadura no podría ser derrotada solamente por los sindicatos y a la vez desencantado con los políticos tradicionales, llamó a crear un partido obrero.
En 1980 forma el Partido de los Trabajadores. Electo diputado en 1986, defendió el no pago de la deuda externa, restricciones a la propiedad privada y la reforma agraria. En 1989 1994 y 1998 fue derrotado por Fernando Henrique Cardoso.
El año 1995, J osé Dirceu y Lula lideraron el ala moderada que controló el PT, y el partido salió en busca del electorado centrista. Este Lula se compromete a aceptar todos los compromisos con el FMI, promete disciplina fiscal y no recurrir a una renegociación unilateral de la deuda.
" La deuda es para ser pagada y los contratos son para ser honrados", dice Lula. ¿Porqué creerle?, le han preguntado muchas veces. "Porque soy del tiempo en que la palabra era lo que valía", responde Lula, un líder siempre criticado pero jamás cuestionado en su honestidad.

El equipo de transición ya empezó a trabajar

Sao Paulo (dpa) - La transición hacia el nuevo gobierno brasileño comenzará oficialmente mañana, pero hoy el flamante presidente electo, Luiz Inácio Lula da Silva, anticipará la designación de su equipo de colaboradores en un intento de hacer frente a la inestabilidad económica y financiera.
"Mañana Lula va a designar a su equipo para la transición. Pensaba hacerlo el martes, pero decidió anticipar esa decisión", dijo hoy a ANSA Gilberto Carvalho, secretario personal del ganador de la elección de hoy.
La plana mayor del PT ya comenzó a trabajar para poner en marcha la transición hacia el primero de enero cuando Cardoso deje el poder y entregue un país con 54 millones de pobres de sus 160 millones de habitantes, 12 millones de desempleados y una deuda de 202.000 millones de dólares, que equivale al 60% del PBI.
"Trabajaremos con la perspectiva de que 2003 será un año de crisis", afirmó José Dirceu, presidente del PT y casi seguro ministro "Político" de Lula junto a Antonio palocci, jefe del plan de gobierno y probale "superministro" de la futura daministración.
Dirceu declaró al diario Folha de Sao Daulo que un gobierno de Lula buscará un superávit fiscal elevado para honrar los compromisos de la deuda y contener la inflación. También negó que el PT haya resuelto escoger para el área económica a personas que sean respetadas por los mercados y asignar las áreas sociales a miembros del partido. Las negociaciones políticas comenzarán hoy mismo, aseguró Dirceu.

Estalló un carnaval en todo el país

Millones de brasileños se volcaron anoche a las calles para celebrar la victoria de Lula da Silva, en un verdadero carnaval anticipado, que tuvo como dominante el color rojo de la bandera del PT.
La primera gran manifestación de alegría estalló en la avenida Paulista de la ciudad de Sao Paulo, la más grande de Brasil, donde millares de personas se concentraban con banderas para festejar.
Un enorme escenario había sido montado desde temprano en esa avenida, tradicional centro de festejos populares de la capital económica del país y cuna del movimiento sindical de los metalúrgicos, donde Lula comenzó su actividad política.
Caravanas de autos tocando sus bocinas y ondeando banderas del PT, y miles de personas a pie irrumpieron al grito de "Lula Presidente" en la avenida, conmemorando con bailes y canciones.
En la turística Rio de Janeiro, las bocinas de los carros desplazandose por las calles ondeando banderas del PT dieron el alerta de que la fiesta había comenzado.
Inmediatamente multitudes comenzaron a confluir por las calles hacia los distintos puntos de la ciudad previamente designados para realizar la fiesta del esperado triunfo de Lula, donde se preven espectáculos musicales.
En Brasilia, eran constantes los bocinazos y el repiqueteo de tambores aislados.
Pero la fiesta amagaba con comenzar en distintos puntos de Brasil incluso antes de que se conociera el sondeo de boca de urna.
Lula fue recibido como un auténtico héroe en el centro electoral donde votó, en el municipio industrial de Sao Bernardo do Campo, vecino a la ciudad de Sao Paulo.
Centenares de personas ondeando banderas rojas festejaron la llegada del candidato, aunque muchos no ocultaron su frustración por no poder verlo a causa del enorme tumulto. "Creo que ya llegamos", declaró después de emitir su voto, expresando una contenida certeza que llevó a sus seguidores a dejar todo listo para la fiesta .

El PT perdió en varias gobernaciones clave

SAN PABLO (ANSA)- La ola de votos que llevó ayer al izquierdista Luiz Inácio Lula da Silva a la presidencia del Brasil fue insuficiente para su partido, el de los Trabajadores (PT), en la disputa de las gobernaciones de San Pablo, la capital económica del país, y en Rio Grande do Sul, su bastión electoral.
El PT gobernará entonces sólo en el distrito federal de Brasilia, donde Geraldo Magella dio la sorpresa al derrotar al gobernador Joaquim Roriz, y en otros tres estados, ninguno de gran importancia política o económica, de un total de 27.
En el primer turno, el PT había retenido Acre y ganado en Piauí y ayer venció en Brasilia y en Mato Grosso do Sul, donde el gobernador José Mirando dos Santos (Zeca do PT) era reelecto.
Los brasileños acudieron y a las urnas para elegir al presidente y a los gobernadores de Brasilia y 13 estados, donde ningún candidato había logrado la mayoría absoluta en la primera vuelta, el 6 de octubre. Las derrotas más fuertes del PT fueron en San Pablo; en Rio Grande do Sul -frontera con Argentina y Uruguay-, y en Amapá, donde la gobernadora Dalva Figueiredo fue derrotada por Waldez Góes, del Partido Democrático Laborista.
El actual gobernador de San Pablo, Geraldo Alckmin, del gubernamental Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), alcanzó 58,3% y derrotó a José Genuino, fundador del PT con 41,7%.
El triunfo sirvió para revitalizar el ánimo del presidente Fernando Henrique Cardoso y de los dirigentes del PSDB que pasarán a la oposición luego de 8 años en el poder.
A nivel de las gobernaciones, el PSDB aparece como uno de los grandes triunfadores.
Otra de las disputas importantes se dio en Rio Grande do Sul, bastión del PT, que controla su capital, Porto Alegre, desde 1988.
Germano Rigotto, del Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), de centro, derrotó a Tarso Genro por 53,1 a 46,9% de los votos
El PT tampoco pudo triunfar en el nordestino estado de Ceará, donde Lucio Alcántara, del PSDB, alcanzaba 52,6%, contra 47,4 de José Airton.
En Sergipe, el conservador Joao Alves vencía a José Eduardo Dutra, del PT, por 55,4 a 44,6%.