Lunes 28 de octubre de 2002
 

Economistas no ven aún la reactivación

 

Discrepan con la ola de optimismo que instaló la gestión de Duhalde

 
Claudio Lozano: "Solo se desaceleró la caída"
Economistas de diferentes extracciones admitieron que, tras más de cincuenta meses de recesión, "aún no se detecta una reactivación" en la economía y destacaron la "estabilización" que exhiben la inflación y el tipo de cambio.
El economista Marcelo Lascano afirmó ayer que la reactivación "no se ve en forma global" pese a que sí se detecta de forma "lenta" en "algunos sectores", y consideró que "está bien hablar de un verano".
Estimó que también habrá "margen para operar" en el futuro próximo.
Jorge Avila, economista del CEMA, afirmó que el veranito que se percibe tendrá una "continuidad" a partir del apoyo que da el actual nivel de reservas, y manifestó que aún "no hay ninguna reactivación". Estimó que para consolidar una recuperación económica habrá que aguardar "a fines del año que viene" y manifestó que "el dólar no creo que se escape por que hay suficientes reservas en el Banco Central".
Jorge Avila: "Hay que aguardar hasta fines del 2003"
En tanto, el economista del CTA Claudio Lozano sostuvo que en la economía "hay una desaceleración en la caída, aunque esta tendencia no ha finalizado" y estimó que "no hay ninguna fase de reactivación" en marcha.
También consideró que "no hay veranito alguno: Lo único que ocurre es que se ha desacelerado la caída del nivel de actividad de la economía. Caemos menos, lo cual es obvio tras 51 meses de recesión", expresó. Aseguró que "no hay ninguna fase de reactivación y no hay ninguna señal de que se haya recuperado el nivel de inversión".
La Fundación Capital manifestó que "aunque en la coyuntura mejoran las cuentas fiscales, preocupa la fuente de financiamiento público en el 2003".
En su informe semanal, la entidad afirmó que "en el corto plazo mejoran" las cuentas públicas y destacó que "para la segunda mitad del año, proyectamos un incremento en los ingresos y egresos del Estado nacional de dos dígitos, determinando una reducción de lo observado en la primera mitad de 2002".
Así, el gobierno nacional "recuperaría una posición de superávit primario, estimado este en unos 2.285 millones de pesos". "De ese modo, el año estaría cerrando con un déficit fiscal de casi 5.600 millones de pesos, con una reducción de 2.573 millones respecto del 2001, con un superávit primario que luego de haberse transformado en déficit se vuelve a tornar en saldo positivo, en niveles similares a los del 2001.

Buscan cerrar el acuerdo con el FMI

El Ministerio de Economía, a partir del viaje que iniciará a Washington el secretario de Finanzas, Guillermo Nielsen, buscará definir esta semana las dilatadas negociaciones que mantiene con el FMI.
Nielsen iniciará su gira en las próximas horas, y las gestiones que mantendrá con los técnicos del Fondo y otros funcionarios del Tesoro de los Estados Unidos, podrían condicionar el calendario que ya tiene fijado el ministro de Economía, Roberto Lavagna, para sumarse a la misión argentina a partir del jueves.
En la comitiva argentina persiste el temor por las condiciones que podría fijar Estados Unidos de cara al futuro político que vivirá la Argentina.
Las posibilidad de que Lavagna viaje esta semana a Washington están supeditadas también al tenor de los avances que logre Nielsen, quien ya desde hoy iniciará una ronda de reuniones con el jefe del Departamento Hemisferio Occidental, Anoop Singh, y el encargado del caso argentino, John Thornton.
Aquí es donde el secretario va a presentar la última propuesta del Gobierno para contener la salida de fondos por vía de los amparos judiciales, el ajuste en las tarifas de los servicios y los programas que se dispondrían en el sector cambiario. El cronograma de trabajo fue acordado el jueves pasado durante una comunicación telefónica que mantuvo Lavagna con el titular del FMI, Horst Kohler.
Otro tema clave será la definición que se buscará en lo que atañe al plan para reducir los rojos fiscales en las provincias, y que contaría con un iniciativa para cumplir con el rescate de los bonos provinciales.

Más carne

Las exportaciones cárnicas superaron los 338 millones de dólares en los primeros nueves meses de 2002, en tanto Kosovo se sumó al medio centenar de mercados abiertos para el producto argentino luego de la crisis de la fiebre aftosa, informó el SENASA.
"Al 30 de septiembre de 2002 se certificaron exportaciones por 179.149 toneladas de carnes bovinas, entre cortes Hilton, carnes frescas, carnes procesadas y menudencias y vísceras, por un valor de 338.617.000 de dólares", señala un informe suministrado por el organismo nacional. (Télam)

"Chacho" salió a dar explicaciones

El ex vicepresidente Carlos "Chacho" Alvarez afirmó que en el año 2000, "cuando De la Rúa decidió, con el cambio de gabinete, confirmar a los funcionarios sospechados (de pagar coimas en el Senado para aprobar la reforma laboral) y dar un golpe de autoridad en mi contra, estaba claro que no me dejaba ningún margen para continuar con esa pelea".
Después de dos años de ostracismo, el dirigente frepasista rompió el silencio y salió a explicar las causas de su renuncia -presentada el 6 de octubre de 2000- en un anticipo del libro "Sin Excusas" que publicó ayer el matutino La Nación.
"Había que pactar o irse", justificó Alvarez en diálogo con el periodista Joaquín Morales Solá, y aseguró que su desaparición de la escena pública "fue la manera más contundente de reconocer los errores que cometí en el proceso de conformación y de gobierno de la Alianza". "Me parece patética la situación de aquellos dirigentes políticos que han protagonizado varios fracasos y siguen derramando certezas y verdades como si nada hubiera ocurrido en nuestro país". Aseveró que "nunca me fui de la política", aunque aclaró que "no voy a volver a la lucha partidaria".
Además, dijo que "más allá de delarruistas o no delarruistas (en el Senado), lo que viví como experiencia era la nula vocación de la mayoría de los senadores para cambiar la situación, y por supuesto un fuerte espíritu corporativo que hacía impensable cuestionar las prácticas y los privilegios que existían en la institución".
Respecto de la postura del presidente De la Rúa, sostuvo que "se hacía el "yo no sé nada" o explicaba que la filtración o la denuncia debía obedecer a una interna del propio justicialismo. Y (el ministro de Trabajo Alberto) Flamarique sostenía que él había tramitado la reforma sólo en términos políticos, que nada tenía que ver con el pago de los sobornos". (DYN)

     
     
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