Sábado 26 de octubre de 2002
 

Sangrienta recuperación del teatro en Moscú

 

Violentos tiroteos, ejecuciones de rehenes y muerte de guerrilleros, enmarcaron el final de la toma de 700 rehenes en el teatro ruso. Tropas especiales recuperaron el edificio esta madrugada.

 
El cuerpo de uno de los rehenes muertos es retirado apenas comenzada la operación militar de rescate del teatro ruso.
Sangriento final tuvo esta madrugada la toma de 700 rehenes en un teatro ruso por parte de guerrilleros chechenos. Según las agencias rusas de noticias hubo "varios muertos" tanto entre los rehenes como de sus captores. Entre los muertos figura el jefe de los guerrilleros.
Fuerzas especiales ingresaron a la madrugada dentro del teatro de Moscú donde centenares de personas permanecían como rehenes, varios de las cuales fueron asesinados por sus captores.
Otras decenas de rehenes lograron salir del edificio mientras se producía un intercambio de disparos y explosiones.
Además fueron arrestados varios rebeldes. De acuerdo a la agencia estatal rusa Tass, también fueron sacadas del edificio varias personas muertas.
Horas antes se habían escuchado varias explosiones y disparos de ametralladora cerca del teatro donde se encuentran como rehenes unas 700 personas bajo amenaza de un grupo de rebeldes chechenos.
La situación se produjo a las primeras horas de la mañana del sábado, hora de Moscú. Un escuadrón de decenas de efectivos del Ministerio del Interior se movilizaron hacia el edificio.
Al parecer los rebeldes comenzaron a asesinar a sus cautivos, lo que precipitó los acontecimientos. "Los terroristas comenzaron a matar a los rehenes", dijo Sergei Ignachenko, funcionario de la agencia de seguridad al canal de televisión local NTV.
El grupo de cerca de 50 rebeldes chechenos fuertemente armados tomaron control del teatro el pasado miércoles en la noche cuando se llevaba a cabo un musical. El grupo de rebeldes chechenos habían exigido al gobierno el fin de la guerra en Chechenia.

Tiroteo y explosiones

La operación de recuperación del edificio se produjo una vez se escuchó una fuerte explosión cerca de la edificación. Luego se produjo un fuerte intercambio de disparos en las afueras del teatro.
Antes de esta incursión, los rebeldes ya habían matado a tres personas que intentaron escapar.
Un funcionario del Ministerio del Interior indicó que la operación se inició debido a que los rebeldes habían comenzado a ejecutar a sus cautivos.
Las ejecuciones comenzaron cuando, aprovechando la confusión creada por las explosiones y los tiroteos, un grupo de cautivos intentó escapar. De ese grupo, al menos dos mujeres consiguieron su objetivo.
Poco antes, los rebeldes habían aceptado alimentos y agua potable para los 700 rehenes en su poder desde el miércoles en un teatro de Moscú.
Los rebeldes lanzaron ayer un ultimátum. Si a las 10 de la mañana de Moscú no eran aceptados sus reclamos de independencia para Chechenia, comenzarán a ejecutar a sus cautivos.
Los guerrilleros amenazaban con empezar a matar rehenes a partir de las 10 de hoy sábado (5 de Argentina), si Putin no enviaba a ningún representante oficial a dialogar. En la operación terrorista participaban 25 hombres y 25 mujeres que dijeron estar "dispuestos a morir".
El pedido de "no cometer acciones precipitadas" del presidente independentista checheno, Aslan Masjadov, reconocido por los guerrilleros, arrojó un poco de esperanza a la situación angustiosa de las últimas horas.
El grupo atacante, integrado por unos 25 hombres y 25 mujeres, aceptó recibir comida para los cautivos después de una negociación que duró tres horas, con un médico de la Protección Civil rusa y con la famosa periodista del semanario Novaia Gazeta, Anna Politkovskaya.
La publicación lucha desde hace tiempo por el retiro de las tropas rusas del Cáucaso.
Finalmente, pasada la 0,30 argentina, la agencia TASS anunció que todos los rehenes habían sido liberados y sus captores muerto o detenidos.
(ANSA/BBC/Télam)

Desesperados llamados

Sin dar crédito, la estudiante moscovita Aglaia escucha en el teléfono celular la voz de su padre. Los secuestradores lo han elegido para que difunda el escalofriante anuncio: "Si las exigencias no son cumplidas, mañana temprano comenzarán las ejecuciones", dice el padre desde el teatro.
Desde la noche del miércoles, Aglaia, de 23 años, teme por la vida de su padre. En un puesto policial que limita el acceso a la zona del teatro, espera una llamada de él. La situación dentro de la oscura sala del teatro, desprovista de ventanas, es terrible
"Los secuestradores no nos dan nada para comer ni beber", dijo su padre en una llamada anterior. Sin embargo, los terroristas permitieron ayer la entrega de alimentos para los cautivos. El padre de Aglaia pidió también a la policía que no tome por asalto el teatro, pero la llamada se cortó repentinamente. Los secuestradores eligen arbitrariamente quién y por cuánto tiempo tiene derecho a comunicarse con el mundo exterior.
Desde el asalto , cientos de personas esperan aterrorizados en la sala. Tras dos largas noches de cautiverio, los ánimos entre los rehenes están por el suelo. "Muchos se sienten mal, muchos manifiestan problemas psíquicos", dijo Georgi Vassiliev, uno de los compositores del musical Con los nervios destrozados, su esposa Katia espera otra llamada. "Nos tienen encerrados en la sala. No recibimos agua ni podemos ir al baño", le dijo su marido durante la noche. Muchos rezan para que termine la pesadilla.

Entre De Gaulle y Stalin

El presidente ruso, Vladimir Putin, se convirtió, para los analistas rusos, en un "rehén" político de los guerrilleros chechenos que tomaron el teatro en Moscú.
"Los terroristas tomaron de rehenes a centenares de personas y también a la carrera política de Putin", dijo el diario Moskovski Komsomoletz, que advierte que el mandatario saldrá perjudicado tanto si cede ante los rebeldes (algo poco probable) como de una eventual acción de fuerza para liberar a los rehenes
Izvestia coincidió en la apreciación y afirmó que "sólo un milagro hará que Putin no salga dañado de esta situación".
Según analistas, Putin debe convertirse en estadista para manejar la situación y decidir qué hacer con una Chechenia que no quiere formar parte de Rusia: si hace como Charles De Gaulle, que reconoció la independencia de Argelia para salvar a Francia o como Josif Stalin, que decidió la deportación de poblaciones enteras, incluida la chechena.
Estos análisis pesimistas sobre la actuación de Putin -avivados por varios dirigentes opositores- coinciden con la declaración del jefe del comando checheno dentro del teatro, Mosvar Barayev, acerca de que la operación guerrillera no es producto de un complot del terrorismo internacional, como dijo el mandatario, sino de la guerra en Chechenia.
En ese sentido, el diario Kommersant sostuvo que Putin "está desorientado". Mientras la dirigencia política no responde a la exigencia de los chechenos -retirar tropas rusas de la república caucásica- al mismo tiempo promete salvoconductos a los guerrilleros una vez que liberen a los rehenes.
Los rebeldes ya obtuvieron un primer resultado: poner a la guerra de Chechenia en el primer plano mundial.
Un endurecimiento de la política de Putin no haría más que favorecer a las fuerzas rusas en la región, interesadas en prolongar el conflicto para continuar imponiendo su ley en la devastada Chechenia . Por ello, sea cual sea el final de la historia del teatro tomado, la acción del comando checheno en Moscú sólo parece destinada a convertirse en un nuevo motivo de desgracias para la población civil de Chechenia, presa de un conflicto hoy por hoy fuera de control (ANSA/AFP)

     
     
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