Jueves 24 de octubre de 2002 | |||
Derogaron todas las jubilaciones de privilegio |
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La ley que aprobó el Senado alcanza a políticos, jueces, diplomáticos y obispos. El gobierno teme una catarata de juicios contra el Estado y anunció que vetará. |
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A pesar de que en los últimos días eran mayoría los que pensaban introducir modificaciones para excluir de las restricciones a magistrados, embajadores y jerarquía eclesiástica, una moción para votar en forma nominal y no a mano alzada como se hace habitualmente torció el sentido del pronunciamiento. El ahorro que se produciría con esta ley sería de 117 millones de pesos anuales a partir de la reducción de 9200 jubilaciones de entre 4 y 10 mil pesos mensuales. No obstante haberse convertido en ley, la iniciativa sería vetada por el Gobierno, tal como anticipó días atrás el propio presidente Eduardo Duhalde. Es que en el oficialismo especulaban anoche que sobrevendrá una catarata de juicios contra el Estado porque la ley afecta derechos adquiridos Lo llamativo del caso es que el proyecto original fue presentado por el Ejecutivo, como resultado de una de las propuestas centrales que esbozó la Mesa del Diálogo Social. La iniciativa había recibido media sanción de la Cámara de Diputados el 21 de agosto pasado, y fue aprobada en general por el Senado el 9 de octubre, pero su tratamiento en particular fue postergado porque ya eran casi las 2 de la mañana. El artículo 1 de la norma, que es el central porque deroga todos los regímenes especiales, fue aprobado por 33 votos afirmativos contra 24 negativos. Tanto los justicialistas como los radicales y los representantes de los partidos provinciales votaron divididos en ese punto, lo cual demostró que las disidencias no respondieron al tradicional quiebre entre las principales fuerzas políticas. Hasta el momento mismo de la votación no se sabía cuál sería el resultado, un hecho inusual en el Congreso, pero la propuesta del justicialista Miguel Angel Pichetto para que se vote en forma individual generó un efecto cascada en contra de las modificaciones que fue decisivo. El proyecto deroga las leyes 22.731, 24.018 y 21.540 que contemplan los regímenes especiales de presidente y vicepresidente de la Nación, legisladores; ministros; secretarios y subsecretarios del Poder Ejecutivo; secretarios y prosecretarios de las cámaras legislativas; intendentes; concejales; secretarios y subsecretarios de los concejos deliberantes; todos los jueces incluidos los de la Corte Suprema; diplomáticos y obispos. Los únicos esquemas especiales que se mantienen inalterados son los de los docentes (ley 24.016) y los de los investigadores científicos y tecnológicos (ley 22.929). Además, en base a la declaración de la situación de emergencia económica, se determina un tope de 3.100 pesos para los haberes que se perciben actualmente. Esta excepción rige durante un año, prorrogable por el Gobierno por otro año más. Los principales impulsores de las modificaciones, tal como había ocurrido en el tratamiento en general, fueron los justicialistas Miguel Angel Pichetto, Eduardo Menem, Marcelo López Arias y Oscar Lamberto, y el radical Raúl Baglini. El argumento principal de este sector es que la ley aprobada afectará derechos adquiridos y que en consecuencia será considerada inconstitucional por la Justicia. (DYN y Télam) Fija un tope de 3.100 pesos Estos son los aspectos centrales de la norma: El Estado beneficia a empresas y grupos de presión Mientras la población soporta una elevadísima presión fiscal, el Estado concede a determinadas actividades, empresas y grupos de presión, beneficios impositivos por casi 10.000 millones de pesos que dejará de recaudar durante el año próximo, de acuerdo con una estimación realizada por el Ministerio de Economía. |
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