Martes 22 de octubre de 2002
 

Bariloche: la pobreza y el clientelismo

 

La degradación de la situación social pone en jaque el mapa electoral.

  La expansión de la pobreza podría estar en curso de incidir en el mapa electoral de Bariloche.
Esta convicción va tomando cuerpo en distintos planos de la dirigencia y en observadores de la política de una ciudad que, a lo largo de la transición, siempre tuvo una amplia franja de su sociedad dueña de su voto.
Ayer, una fuente radical con años de desapasionada reflexión sobre la política barilochense definió el perfil central de la eventual mutación:
- El sistemático aumento de la pobreza es posible que provoque la consolidación y crecimiento de los lazos de dependencia política en su expresión más habitual: el clientelismo- comentó.
Luego se remitió a un dato que -señaló- "expresa la degradación de la situación social de Bariloche y seguramente puede influir en la pérdida de independencia de criterios de mucha gente". Entonces, dijo:
- Hace no mucho más de dos años se distribuía un promedio de 1.200 planes sociales correspondientes a programas municipales, provinciales y nacionales. Hoy, el conjunto de esas operatorias está reunido en el Plan Jefes y Jefas de Hogar, y el número se remonta a 5.000 mensuales. Este crecimiento de la dependencia del Estado sin lugar a dudas que puede ser explotada políticamente.
La misma fuente señaló que otro dato de la decadencia de la calidad de vida de gran parte de la obligación barilochense "salta a la vista cuando se computa la dinámica con la que se expande el asistencialismo vía los comedores comunitarios".
Desde el peronismo barilochense se coincidió con este punto de vista. Y se acotó:
- Una actualización superficial del mapa de la ayuda social que elaboraron tiempo atrás algunos técnicos del partido dejó en claro cómo está descendiendo la pobreza desde los barrios del alto hacia la masa urbana de la ciudad.
Cabe recordar que Bariloche no es computada en la Encuesta Permanente de Hogares que realiza el INDEC. Esto conspira contra la existencia de datos ajustados a realidad.
Sin embargo, tanto en medios políticos como incluso vinculados con el Obispado de Bariloche se señaló ayer a este medio que "no es nada aventurado estimar que el 35% de la población está por debajo de la línea de pobreza".
Como se sabe, el Censo Nacional de Población 2001 afirmó que Bariloche tiene 97.000 habitantes.
- Hasta hace tres años se interpretaba que la pobreza en Bariloche era un dato estructural con génesis muy focalizada. Era gente que se iba acostumbrando a la precariedad del trabajo temporario, pero aguantaba con esta oportunidad o aquélla. Hoy, lo estructural del fenómeno incluye a los "nuevos pobres", clase media con ingresos reducidos o sin trabajo- comentó a este medio anoche una fuente vinculada con el Obispado de Bariloche.
Un ex legislador provincial peronista está convencido de que los "nuevos pobres" retroalimentan las posibilidades del clientelismo político.
- Decepcionado con la dirigencia en general, en una elección general quizá no pueda evitar ser blanco del clientelismo, aun admitiendo que puede recibir la ayuda y votar en dirección contraria a la que le apuntan- comenta.
Lo concreto es que vía la extensión de la pobreza, no debe descartarse que entre en juego la existencia de ese perfil que tanto caracterizó a Bariloche a la hora de las urnas. Perfil que dice que siempre hubo algo más de un 30% de la sociedad muy dueña de su voto. Una postura que definió un interesante grado de espíritu selectivo y de educación cívica ajeno en el resto de los rionegrinos.
Pero la necesidad suele tener cara de hereje.
     
     
Tapa || Economía | Políticas | Regionales | Sociedad | Deportes | Cultura || Todos los títulos | Breves ||
Ediciones anteriores | Editorial | Artículos | Cartas de lectores || El tiempo | Clasificados | Turismo | Mapa del sitio
Escríbanos || Patagonia Jurásica | Cocina | Guía del ocio | Informática | El Económico | Educación