Jueves 17 de octubre de 2002

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Estados Unidos pide una mayor fortaleza monetaria y fiscal

 

Señales de la Corte: "La pesificación violó el derecho a la propiedad"

 

Nazareno dio un claro anticipo de lo que podrían votar para definir el crucial tema. Esperarán la evolución de los bonos para avalar la constitucionalidad.

 
Los ministros de la Corte, Nazareno y O" Connor montaron un forzado acto para tratar de fortalecer la imagen de un tribunal sumamente desprestigiado.
En un forzado gesto para tratar de reposicionarse ante la sociedad y reacomodarse internamente tras el archivo del juicio político en su contra, los integrantes de la Corte Suprema de Justicia afirmaron ayer que el tribunal está "aliviado" y "fortalecido" tras la caída de ese proceso. Pero lo más importante fue que el presidente del cuerpo dio un anticipo de lo que podrían votar con respecto a la pesificación dispuesta por el Gobierno.
"Si usted pesifica al que depositó dólares, surge claramente que está afectado el derecho de propiedad", afirmó Julio Nazareno. "Es el Congreso el que debe dictar y arreglar la ingeniería de la devolución" de fondos "atrapados" en el corralito financiero, enfatizó.
En ningún momento de la conferencia de prensa que brindaron los integrantes de la Corte hubo espacio para la autocrítica por sus acciones.
Mientras Nazareno y Moliné O"Connor reconocían que por la pesificación de depósitos en dólares "surgen situaciones que están afectando el derecho de propiedad", fuentes vinculadas al máximo tribunal explicaron cuál es la estrategia que analizan sobre la cuestión.
Para resolver la validez de los bonos dolarizados que el Gobierno ofreció en un nuevo menú, a través del decreto 1836, la Corte se basará en el denominado "caso Peralta", que a finales de 1990 avaló el Plan Bonex dispuesto por el entonces ministro de Economía, Antonio Erman González.
"Aquellos bonos salieron en enero, y en diciembre, cuando la Corte resolvió, ya cotizaban al 70 por ciento de su valor. Ahora la Corte esperará la evolución del nuevo menú de bonos, que debutaron bastante bien. Si se repite aquella situación, avalará los bonos dolarizados", dijo la fuente.
De acuerdo con las estimaciones de los ministros "según la información que habían recibido" previo al dictado del decreto presidencial, los nuevos bonos cotizarían a menos del 20 por ciento de su valor.
Pero a poco de andar, esos bonos cotizaron al 42% de su valor, lo que sorprendió a los ministros, que comenzaron a evaluar que, como los depósitos serán finalmente devueltos en su moneda original, la medida no afecta el derecho de propiedad.

Mensaje para Duhalde

"Vamos a terminar cumpliendo lo que dijo (el presidente, Eduardo) Duhalde: el que depositó dólares, recibirá dólares.
Tres, cuatro o diez años después, pero dólares", graficó la fuente.
Sin embargo, el vocero no atinó a explicar qué pasaría en el caso de que se derrumbara el valor de los nuevos bonos.
Los pasos futuros que daría la Corte estarían referidos a lo que tiene que ver con la pesificación en las relaciones contractuales entre bancos y particulares. Así, el tribunal no se introduciría por ahora en la cuestión de los deudores y los acreedores privados, por caso las escribanías.
"Si usted pesifica a quien tiene un depósito en dólares, obviamente no quisiera adelantar opinión porque estaría prejuzgando, pero surgen situaciones que están afectando el derecho de propiedad", insistió Nazareno.
Las respuesta, críptica, deja entrever la segunda lectura: los bonos dolarizados no son, según el criterio que comienza a imperar mayoritariamente en el alto tribunal, "pesificación".
"Creo que se están acercando, se está pacificando el tema", opinó Nazareno respecto de la relación que está estableciendo el Gobierno con los ahorristas, a partir del canje con bonos.
Pero Moliné O"Connor terció y aclaró los términos del presidente de la Corte: "No vamos a esperar una ley que le guste a la Corte para resolver la cuestión".
Si bien ninguno de los dos ministros adelantó en qué plazos podrían salir fallos trascendentes vinculados con el "corralito", la reprogramación y la pesificación, dos hechos parecen dejar en claro que las definiciones no serán inminentes.
Moliné O"Connor se irá en las próximas horas al exterior y no regresará para el próximo acuerdo, previsto para el jueves de la semana que viene. Tal como viene haciendo la Corte, ningún fallo trascendente sale sin la presencia de todos sus ministros.
Pero además, ayer volvió a demorarse la designación de dos conjueces, decidida hace dos semanas, para resolver esas cuestiones.

La verdadera estrategia

Las nuevas señales de paz y orden que lanzó ayer la Corte obedecen a que ningún juez renunciará en lo inmediato porque "la "prisión domiciliaria" a que están sometidos no va a cambiar si renuncian".
El "copyright" de la expresión "prisión domiciliaria" como sinónimo de la imposibilidad que tienen de exhibirse en lugares públicos sin correr riesgos de escraches pertenece a Julio Nazareno; la interpretación, a uno de sus más estrechos colaboradores, dijeron ayer las fuentes.
Pero además, los voceros consultados agregaron otro dato: "Si renuncian, pierden sus fueros. ¿Quién los salva de desfilar por los tribunales por las denuncias que seguramente les van a llover?.
Para la salida de la Corte, "algunos" jueces sólo aceptarían que se les otorgue "exilio dorado", del tipo de un cargo en un tribunal internacional o una embajada. (DYN)

Un acto para intentar fortalecerse

Durante casi una hora, en el Salón de Té de la Corte repleto de periodistas y camarógrafos, el presidente y el vice del tribunal, Julio Nazareno y Eduardo Moliné O"Connor -dos de los jueces que más acusaciones recibieron en el Parlamento- dieron una conferencia de prensa después de más de cinco años, donde eludieron taxativamente una autocrítica a la luz del proceso que derivó en el juicio político desactivado días pasados.
Nazareno afirmó que no tiene "cargo de conciencia" y que no le "viene a la memoria" ninguna autocrítica.
Por su lado, Moliné O"Connor destacó que el Congreso "actuó bien" con el rechazo al juicio político, ya que "no hubo ningún hecho probado".
Y, pese a que durante ocho meses hubo una clara pulseada de la Corte con los otros dos poderes del Estado, ambos ministros descartaron presiones, influencias o condicionamientos políticos durante el proceso, tanto para emitir fallos cuanto para obtener el archivo del juicio.
Pero esa cuestión, que se definió la semana pasada en la Cámara de Diputados, dio paso a otra de connotaciones tanto o más grave, cual es la disputa interna que recrudeció entre los propios ministros, varios de los cuales se tiraron con munición muy pesada durante el fin de semana largo.
El más virulento fue Adolfo Vázquez -declarado amigo personal de Menem y uno de los que encabezó el lote de los más acusados-, quien lanzó críticas a Gustavo Bossert y Enrique Petracchi (los que menos cargos cosecharon de parte de los legisladores), especialmente por haberse excusado en las causas por el "corralito" o por diferenciarse del grupo señalado como "menemista". Sus colegas no se quedaron callados y le replicaron con firmeza.
Una fuente del tribunal graficó con asombroso poder de síntesis y filosa agudeza: "Esto no es un club de amigos".
Durante el acuerdo ayer, en el que los nueve ministros no resolvieron causa trascendente alguna, fue Nazareno quien asumió el tono conciliador para evitar que los dos sectores claramente enfrentados (o sea Vázquez en solitario y el tándem Petracchi-Bossert) limaran asperezas.
Nazareno llamó a las partes a "mantener condiciones de convivencia". Y -según las fuentes- las partes aceptaron el convite.
La decisión tuvo un carácter indudablemente estratégico, ya que todo indica que seguirán compartiendo funciones en el máximo tribunal por un tiempo prolongado.
Las fuentes consultadas por la agencia DyN aseguraron que ninguno de los nueve ministros tiene pensado renunciar a su cargo, "ni siquiera Bossert", quien había insinuado a sus pares esa posibilidad, incluso desde hace meses. El propio Nazareno contestó a los medios con un rotundo "no" cuando le preguntaron sobre una eventual dimisión.
"Estas cosas son así, en el momento más crítico se dicen cosas que después, cuando ese momento pasó, se piensan de otra manera", dijeron los voceros, quienes implícitamente admitieron la necesidad de mantener la unidad del tribunal para afrontar futuros embates.
En la conferencia de prensa, por momentos desordenada, Nazareno y Moliné O"Connor desgranaron el discurso que vienen repitiendo desde que se cayó el juicio político y aún desde antes: "A la Corte hay que juzgarla por sus fallos desde el punto de vista jurídico". (DYN)

Convulsión en el PJ por las sospechas sobre Verna

El bloque de senadores justicialistas exhibió ayer claros síntomas de conmoción por la sospecha en la que quedó envuelto uno de sus miembros referenciales, el pampeano Carlos Verna, en el escándalo por un supuesto pedido de sobornos.
La crisis acentuó además la división que se venía notando en las últimas semanas entre los legisladores con más trayectoria, partidarios de calmar las aguas y cerrar la investigación que se realiza en la comisión de Asuntos Constitucionales, y los más nuevos, que quieren avanzar y evitar quedar envueltos por las sospechas.
Estas posiciones eclosionaron en una informal y reducida reunión de bancada que se desarrolló ayer en el despacho del jefe del bloque, José Luis Gioja, quien fue muy cuestionado por la decisión de suspender la sesión de ayer en la que se iba a convertir en ley el proyecto sobre jubilaciones de privilegio.
La primera discusión fuerte se produjo por el caso de Verna, quien el martes fue mencionado por el ministro de Economía, Roberto Lavagna, como organizador de una cena con el sospechado lobbista Carlos Bercún, realizada en sus propias oficinas. Según relataron tres de los partícipes del encuentro, el ala integrada por Gioja, Marcelo López Arias y Miguel Angel Pichetto se expresaron a favor de cerrar la próxima semana la investigación en la comisión de Asuntos Constitucionales, y de no alentar el debate público en torno de Verna.
"Por qué vamos a condenar a Verna por estar con Bercún, si cada vez que nos reuníamos con Roque (Fernández) y con (Carlos) Silvani, Bercún estaba ahí sentado", gritó enfadado Gioja ante la presión de sus pares. (DYN)

     
     
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