Sábado 12 de octubre de 2002
 

Mensaje de paz con el Nobel a Carter

 

El ex presidente, opositor a un ataque a Irak, fue galardonado por la Academia

  NUEVA YORK (ANSA) - El ex presidente estadounidense Jimmy Carter fue distinguido ayer con el Premio Nobel de la Paz, un premio al profundo empeño en su defensa de los derechos humanos y su lucha por la comprensión entre los pueblos.
Para la prensa estadounidense, fue una condecoración a una larga trayectoria, desde el rechazo de las dictaduras militares de Chile y Argentina de los 70, hasta los 41 años de bloqueo económico estadounidense a Cuba, y desde Eritrea hasta Haití. Carter, quien fue jefe de la Casa Blanca entre 1977 y 1980, dijo que el premio lo inspirará para presionar más sobre su campaña para promover la paz y los derechos humanos en el mundo.
"Este honor sirve como una inspiración no sólo para nosotros, sino también para los pueblos que sufren en derredor del mundo y yo lo acepte en el nombre de ellos", dijo Carter en una declaración divulgada por el Centro Carter, en Atlanta.
Carter, de 78 años, dedicó más de 20 años a la mediación en conflictos desde Medio Oriente a Corea del Norte, a la lucha contra enfermedades y epidemias en el mundo en desarrollo y en bregar por el respeto de los derechos humanos.
La distinción concedida a Carter por el Comité Nobel, con un premio de 1.000.000 de dólares, llega en el momento en que EE.UU. se aproxima a una guerra contra Irak y su líder, Saddam Hussein. El premio es un resonante revés para la belicosa Administración Bush el propio Carter dijo ayer a la CNN que él no habría respaldado la resolución del Congreso estadounidense (ver aparte)
En la selección de Carter para el premio de paz entre 156 candidatos, el Comité noruego del Nobel citó sus contribuciones a los acuerdos de Camp David entre Israel y Egipto, así como su labor de mediación de conflictos y promoción de los derechos humanos en el mundo
Derrotado por el republicano Ronald Reagan en 1980, Carter retornó a la vida privada al fundar el Centro Carter para promover "la resolución de crisis" y los derechos humanos. En 1980, Carter promovió conversaciones entre los rebeldes de Etiopía y Eritrea, y encabezó un equipo de observadores en las elecciones nicaragüenses de 1990, que trasladaron el poder de los Sandinistas a la oposición.
En junio de 1994, Carter viajó por sus propios medios a Corea del Norte, donde logró una difícil audiencia con el reclusivo presidente Kim Il-sung y obtuvo un acuerdo para congelar los programas de desarrollo atómico que pusieron a ese país al filo de la espada con occidente.
Más tarde, ese año, Carter tuvo otra gestión aún más resonante en la resolución de crisis, cuando viajó a Haití y persuadió a la junta militar de ese país a ceder el poder al exiliado presidente Jean Bertrand Aristide, que puso fin a una invasión de tropas americanas. Recientemente, Carter fue el más importante hombre de estado norteameridano que visitó Cuba, donde se encontró con Fidel Castro y reclamó el fin del bloqueo.

Un fuerte gesto hacia Washington

OSLO (AFP) - La atribución del Premio Nobel de la Paz 2002 al ex presidente estadounidense Jimmy Carter recompensa sus esfuerzos en favor de una resolución pacífica de los conflictos, pero también constituye una "crítica" a la política del dirigente norteamericano George W. Bush y de algunos de sus aliados contra Irak.
La concesión del premio a Carter, de 78 años, "puede y debe también interpretarse como una crítica a la política del gobierno que está ahora en el poder en Estados Unidos con respecto a Irak", declaró Gunnar Berge, presidente del Comité Nobel .
Además, constituye una crítica "a todos los países que adoptaron la misma posición" que Estados Unidos, añadió.
La elección de Carter para recibir este prestigioso galardón se produce en momentos en que el Congreso estadounidense acaba de autorizar a la Casa Blanca un eventual recurso unilateral de la fuerza contra Irak para eliminar sus supuestas armas de destrucción masiva.
"Hubiese votado no, y he estado en el Senado. Creo que no podemos eludir la obligación de trabajar a través del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas ", dijo.
Carter dijo que estaba "agradecido" y se sentía "honrado" pero se negó a comentar las posibilidades de eliminar las armas de destrucción masiva en Irak y tampoco quiso pronunciarse sobre la necesidad de derrocar al presidente iraquí Saddam Hussein.
"Pienso que en este día en particular sólo voy a hablar de paz y de derechos humanos, de la forma en la que se podría aliviar el sufrimiento y promover la libertad", añadió.

Elogios y críticas en la Argentina

Las organizaciones argentinas de derechos humanos se repartieron entre el elogio y la fuerte crítica al otorgamiento del Premio Nobel de la Paz a Jimmy Carter.
"Nos parece muy justo que hayan premiado a Carter, siempre defendió los derechos humanos y siempre nos dio una mano", dijo Tati Almeyda de Madres de Plaza de Mayo-Línea Fundadora. La dirigente recordó "que fue bajo su gobierno que vino por primera vez la Organización de Estados Americanos (OEA) al país" en 1979, en plena dictadura militar argentina (1976-83). Evel Petrini, de la Asociación Madres de Plaza de Mayo, sostuvo que "darle el Nobel a Carter es una más de las posiciones a favor de EE.UU., el país que más guerras tiene en su haber. No lo ha merecido", subrayó.

     
     
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