Viernes 11 de octubre de 2002
 

Multitudinario pedido de renuncia a Chávez

 

Cerca de un millón de personas marcharon por Caracas exigiendo elecciones inmediatas

 
La marcha de la oposición culminó sin incidentes de gravedad, pese al clima de tensión que rodeó las horas previas.
CARACAS (ANSA) - Cerca de un millón de opositores al presidente venezolano, Hugo Chávez, marcharon ayer pacíficamente en Caracas reclamando su inmediata renuncia y amenazando, en caso contrario, con un paro cívico para dentro de 11 días similar al que prologó el efímero golpe de estado de abril pasado.
"Fue una movilización sin parangón en la historia política de Venezuela", estimó Leonardo Pizani, líder de una organización cívica opositora.
Pese a que la jornada culminó pacíficamente en el centro de Caracas, varios disturbios desataron temores sobre una repetición de episodios como los que el 11 de abril pasado dejaron 19 muertos y un fugaz golpe de estado. Al amanecer , un simpatizante de Chávez fue asesinado de un balazo en el estado Guárico, en un confuso suceso en el que el gobernador Eduardo Manuit, acusó a la oposición que, a su vez, responsabilizó al oficialismo.
De igual modo, vías de acceso a la capital venezolana fueron bloqueadas esta madrugada, aparentemente por adeptos al gobierno para impedir la llegada de manifestantes a la marcha provenientes del interior del país.
Allí se registraron enfrentamientos que dejaron seis heridos, algunos de ellos de balas.
Al final de la marcha, detonaciones y gases lacrimógenos provocaron pánico entre la multitud, pero la situación fue rápidamente controlada por efectivos policiales.Dos oficiales activos se pronunciaron contra el gobierno y el alto mando militar, recordando pronunciamientos similares en abril.
El jefe del estado mayor conjunto de la Fuerza Armada Nacional (FAN), vicealmirante Alvaro Martín Fossa, denunció "irregularidades" en la institución y advirtió que a Chávez "lo están engañando" al presentarle una "FAN unida". Otro oficial en pronunciarse fue el coronel Antonio Guevara quien subió, de imprevisto a la tarima de la avenida Bolívar, para "solidarizarse" con las exigencias de paro y dimisión del mandatario.
La marcha recorrió 9 kilómetros en los que los opositores ondearon banderas nacionales y de los partidos tradicionales Acción Democrática, el democristiano Copei y el conservador Primero Justicia, entre otros.
La principal consigna de la marcha fue "elecciones ya" como única salida pacífica a la severa crisis política que vive el país, agudizada cada mes.
Sin embargo, el vicepresidente de la nación, José Vicente Rangel, reiteró que el país no está en condiciones de realizar elecciones inmediatas pues, tanto el gobierno como la oposición exigen la depuración del poco confiable sistema electoral local. Insistió en que la oposición debe esperar la consulta popular prevista para agosto próximo cuando, por lapso constitucional, corresponde someter a Chávez a un referendo revocatorio de su mandato.
Al final de la marcha, Carlos Ortega, férreo detractor de Chávez y presidente de la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), sorprendió a la multitud anunciando que el paro cívico nacional se concretará el próximo 21 de octubre.
El paro se anunció tras emplazar al mandatario a que dimita o convoque a elecciones anticipadas en seis días, pero voceros de oposición, como Pizani, dijeron que la fecha anunciada por Ortega no fue discutida internamente.

Revés para el gobierno en el sector militar

CARACAS (DPA) - El intento del presidente Hugo Chávez de expulsar de la Fuerza Armada a los militares acusados de golpistas por los hechos de abril sufrió ayer un duro revés con la disidencia anunciada por el tercer oficial en la cadena del mando castrense de Venezuela.
El jefe del Estado Mayor Conjunto de la Fuerza Armada, vicealmirante Alvaro Martín Fossa, dimitió al cargo, no sin antes presentar una serie de críticas contra los consejos de investigación que se les sigue a varios generales, con el fin de darles de baja.
El pronunciamiento fue una muestra más de la aguda división en los cuarteles, que se manifestó el 11 de abril cuando una desobediencia de la cúpula castrense precipitó la salida de Chávez temporalmente del poder.
El oficial naval no acompañó un mensaje televisado anoche del alto mando militar, lo que despertó inquietud en los cuarteles, horas después que los venezolanos vieran sorprendidos cómo varios generales se pronunciaron contra el gobierno y luego fueron perseguidos por agentes de la policía militar.
Según Martín Fossa, los procedimientos a los que son sometidos los generales disidentes no cumplen los principios éticos establecidos en los códigos militares, ya que están "politizados". "Señor presidente (Chávez) si a usted le han presentado una imagen de unas Fuerzas Armadas felices, no politizadas, lo están engañando", advirtió en un mensaje transmitido por televisión y luego se dirigió al Ministerio de Defensa para someterse a las autoridades.
Precisamente ayer, un juzgado ordenó la suspensión de los consejos de investigación a los que estaban sometidos los generales Enrique Medina Gómez, Carlos Alfonso Martínez y Félix Ruiz Guzmán, hasta que el Tribunal Supremo de Justicia tome una decisión sobre sus supuestas vinculaciones con los hechos del 11 de abril.

     
     
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