Jueves 3 de octubre de 2002
 

Bush logra respaldo en el Congreso para atacar a Irak

 

La Cámara de Representantes aprobó ayer una resolución que autoriza al presidente a accionar militarmente contra Saddam Hussein, aunque con algunas condiciones. Resta el Senado.

 
Bush habló respaldado por importantes legisladores republicanos y demócratas, en un gesto de unidad.
Washington (Télam-SNI).- El presidente George W. Bush logró ayer un acuerdo de la Cámara de Representantes para lanzar un eventual ataque contra Irak, mientras Bagdad insistió en que rechazará una nueva resolución del Consejo de seguridad de la ONU para el retorno de los inspectores de armas a ese país.
"Esta proposición de Estados Unidos es inaceptable (...) No hay necesidad alguna de una nueva resolución", afirmó el viceprimer ministro iraquí, Tarek Aziz. (ver aparte)
Por su parte, el presidente Bush, tras recibir el respaldo de la Cámara de Representantes, dijo que "el total cumplimiento de todas las demandas de seguridad de la ONU es la única opción y el tiempo que resta para esa opción es limitado".
El acuerdo establece que Bush está "autorizado a recurrir a las fuerzas armadas de Estados Unidos cuando lo juzgue necesario y apropiado para defender la seguridad nacional contra la continua amenaza representada por Irak". También el presidente logró poderes para hacer aplicar todas las resoluciones del Consejo de Seguridad concernientes a Irak, entre otros puntos.
Acompañado por legisladores de los dos grandes partidos , Bush afirmó que "nadie en Estados Unidos" quiere una guerra con Irak, pero el desarme de Bagdad es la única opción para solucionar la crisis actual.
"Conocemos los objetivos del régimen iraquí, que demuestra su desprecio por sus compromisos con las Naciones Unidas. Desarrolló armas químicas y biológicas y reconstruye los locales necesarios para fabricar esas armas", afirmó Bush.
El presidente estadounidense dijo que "la acción a seguir exigirá posiblemente sacrificios pero la postergación y la indecisión podrían llevar a un horror espantoso. Actuando a tiempo podemos defendernos y asegurar un futuro pacífico"."El pueblo iraquí será el primero en aprovechar el cumplimiento de las exigencias de la comunidad internacional", dijo Bush.
El texto finalmente acordado por la Cámara de Representantes pone más énfasis que el original presentado por Bush en los esfuerzos de la ONU para que los inspectores de armas trabajen sin restricciones. El texto exige a Bush agotar todas las instancias diplomáticas antes de recurrir a la fuerza e informar al Congreso cada 60 días sobre la marcha de la ofensiva militar, si ésta es finalmente lanzada. También deja afuera el polémico párrafo que pretendía autorizar a la Casa Blanca a utilizar la fuerza "para restaurar la paz internacional y la seguridad", que despertó la sensación de que Bush buscaba un "cheque en blanco" para utilizar tropas en Irak y otros países.
El Senado podría comenzar a tratar el acuerdo el martes, aunque aún no hay allí acuerdo sobre el texto final.

Apura la nueva resolución en la ONU

WASHINGTON (AFP) - La posibilidad de un pronto retorno a Irak de los inspectores de desarme de la ONU obliga a Washington a actuar rápidamente en el plano diplomático e interno, para cumplir su meta de endurecer la postura hacia Irak y usar la fuerza si es necesario, opinaron diplomáticos y analistas. Washington "no quiere que lo que se decidió en Viena se convierta en una excusa para no hacer nada", agregó.
El secretario de Estado Colin Powell afirmó ayer que Washington no quería que los inspectores volvieran a Irak sin una resolución que les dé herramientas, endurezca su misión y estipule las "consecuencias" para Bagdad en caso de no colaborar. "La administración está preocupada por el hecho de que una vez que los inspectores estén en el lugar, el proceso para elaborar nuevas condiciones para su misión se volverá complicado", dijo Richard Betts, del Instituto de Estudios sobre Guerra y Paz de la Columbia.

Bagdad no acepta nuevas condiciones

BAGDAD (AFP) - Irak repitió ayer que rechazará una nueva resolución del Consejo de seguridad de la ONU, que Washington considera indispensable para un retorno de los inspectores en desarme a ese país pese al acuerdo alcanzado la víspera entre una delegación iraquí y el jefe de los inspectores de las Naciones Unidas.
"Esta proposición de Estados Unidos es inaceptable (...) No hay necesidad alguna de una nueva resolución", afirmó el viceprimer ministro iraquí Tarek Aziz durante una conferencia de prensa en Ankara.
"No se trata sólo de la posición de Irak, es también el punto de vista de otros países", agregó, precisando que su país no lanzaría represalias contra otros países de la región si fuera atacado.
En Washington, el presidente norteamericano, George W. Bush, dijo que el respeto de las resoluciones sobre desarme de la ONU era la única opción que le quedaba al régimen iraquí. "El total cumplimiento de todas las exigencias de seguridad de la ONU es la única opción y el tiempo que queda para hacer esa elección es limitado", afirmó Bush a los periodistas.

Acusan y detienen a ex presidente de Enron

WASHINGTON/HOUSTON (Reuters) - El ex presidente financiero de Enron, Andrew Fastow, fue acusado ayer formalmente de fraude, lavado de dinero y conspiración en conexión con el colapso el año pasado del gigante comercializador de energía.
Fastow, ex presidente financiero de Enron, es el funcionario de la empresa de más alto rango que es acusado en una investigación penal del Departamento de Justicia, que según el vice procurador general de Estados Unidos, Larry Thompson, aún continúa. "Puedo decirles que vamos a llegar al fondo de lo que pasó en Enron", dijo Thompson en una conferencia de prensa en la que anunció los cargos contra Fastow. "Nuestra estrategia es realmente clara: Tenemos la intención de poner a los malos tras las rejas y quitarles el dinero", añadió.
Después de que Fastow se entregó al FBI en Houston, los funcionarios leyeron la demanda penal en la que acusaron a Fastow de fraude con títulos valores, fraude con transferencias de dinero, fraude postal, lavado de dólares y conspiración en una serie de acuerdos complejos y secretos que realizó la empresa de energía.
La demanda acusa a Fastow y a otros de desarrollar un plan para defraudar a Enron y a sus accionistas al establecer una complicada estructura que hizo que el grupo pareciera más atractivo ante los analistas y agencias calificadoras de crédito.

     
     
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