Jueves 17 de octubre de 2002
 

Bush jugará su "carta antártica" con Lula

 

Por Andrés Oppenheimer

  He aquí un adelanto de lo que será la respuesta de Estados Unidos a la promesa del candidato izquierdista brasileño Luiz Inácio Lula da Silva de oponerse a la creación de un Area de Libre Comercio de las Américas (ALCA): si no quieren comerciar con el resto de nosotros, vayan a comerciar con la Antártida.
No se trata de una broma. En una entrevista la semana pasada, el representante comercial del gobierno norteamericano Robert Zoellick -el principal negociador comercial del presidente George W. Bush- me indicó que confía en que quien gane la segunda ronda de las elecciones brasileñas del 27 de octubre se sentará a negociar con Estados Unidos a partir de enero.
Lo que es más, el plan de crear la zona de libre comercio hemisférica, convenida por Estados Unidos y 33 países del continente en 1994, recibirá un nuevo empujón en los próximos 18 meses, dijo Zoellick. Hay cada vez más países deseosos de participar, y Estados Unidos ayudará a financiar un "programa de cooperación hemisférica"" para colaborar con los estados más pobres -especialmente en el Caribe- a contratar negociadores comerciales de primera línea y a poder competir mejor en una zona de libre comercio, señaló.
El optimismo de Zoellick contrasta con las noticias provenientes de América Latina que hablan de un giro a la izquierda en varios países, y de un creciente desencanto con las recetas económicas de libre mercado apoyadas por Estados Unidos.
Da Silva, quien ganó la primera vuelta de las elecciones brasileñas por un margen abrumador y se perfila como favorito para vencer en la segunda vuelta, critica el proteccionismo de Estados Unidos en la industria del acero y los productos agrícolas, y asegura que el ALCA es un plan de Washington para lograr la "anexión de las economías latinoamericanas"" a Estados Unidos.
Muchos en Brasil piensan de la misma manera. En un reciente plebiscito informal "contra el ALCA"" organizado por la Iglesia Católica y otras organizaciones antilibre comercio de Brasil, casi 10 millones de personas votaron en contra del plan de libre comercio hemisférico.
En otros países pasa algo similar. Una reciente encuesta realizada en 17 países por la firma Latinobarómetro reveló que un 27% de los sudamericanos tiene una imagen negativa de Estados Unidos, comparado con un 18% que opinó así hace apenas dos años.
Zoellick le restó importancia a la encuesta de la Iglesia Católica brasileña, que obviamente iba dirigida a obtener ese resultado. Respecto de la encuesta de Latinobarómetro, dijo que también muestra que alrededor de un 70% de los latinoamericanos está en favor de una zona de libre comercio hemisférica.
Sobre las objeciones de Da Silva al ALCA, Zoellick dijo: "Nosotros queremos trabajar con quien sea electo presidente... Al mismo tiempo, si hay quienes deciden adoptar una retórica de resistencia, nosotros vamos a decir: "Estamos listos para negociar". Y si ellos quieren negociar, vamos a trabajar con ellos. Y si no quieren, vamos a seguir adelante con aquellos que quieran"".
Estados Unidos firmará un acuerdo de libre comercio bilateral con Chile en pocos meses, quizás antes de fin de año, y comenzará negociaciones con cinco países de América Central en los próximos 12 meses. Asimismo, Colombia, Bolivia, Perú y Uruguay han expresado interés en negociar acuerdos de libre comercio con Washington lo antes posible, dijo Zoellick.
Y en otras partes del mundo -además de los acuerdos de libre comercio que Estados Unidos ya tiene con México, Canadá, Israel y Jordania- Washington está iniciando negociaciones de libre comercio o teniendo conversaciones preliminares con Marruecos, Singapur, cinco países de la Unión Aduanera de Africa del Sur, Tailandia y Australia.
"Contrariamente a lo que dice Lula, nadie está obligando a América Latina a hacer nada"", prosiguió Zoellick. "Nosotros queremos hacerle la primera oferta a América Latina, porque son nuestros socios más cercanos. Pero si ellos deciden que quieren ir en otra dirección, si quieren dirigirse al sur hacia la Antártida, nosotros vamos a mirar hacia el Este y el Oeste"".
Las estrategias de combate están bien delineadas: si Lula gana la segunda ronda electoral, en su calidad de líder del bloque sudamericano, jugará la carta de la "anexión"" norteamericana. El gobierno de Bush, por otro lado, jugará la carta de "vayan a comerciar con la Antártida"".
¿Mi pronóstico? Ambas partes están mostrando sus músculos antes de sentarse a negociar, pero al final van a llegar a un acuerdo. Las empresas de Estados Unidos están ansiosas por tener mayor acceso al mercado brasileño, de 175 millones de personas. Y el Brasil difícilmente pasará por alto la posibilidad de aumentar sus exportaciones a la economía más rica del mundo. No hay mucho que vender en la Antártida.
     
     
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