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Miércoles 23 de octubre de 2002 | |
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Los hechos delictivos son moneda corriente en Rincón de los Sauces |
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Los uniformados no tienen los recursos suficientes y muchos vecinos aseguran no confiar en la Policía |
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| RINCON DE LOS SAUCES (ARS).- Todos los días un hecho diferente. Esa parece ser la consigna del ambiente delictivo local que no deja centímetro de ventaja a los vecinos de la localidad. La comunidad no confía en las autoridades policiales por la deteriorada imagen que dejaron los últimos comisarios que manejaron la unidad 35. Actualmente, los robos, hurtos, amenazas, disturbios y grescas, son moneda corriente en Rincón de los Sauces, una ciudad que parece haber retrocedido diez años en el tiempo, cuando la ley del gatillo era más fuerte que cualquier juzgado de turno. Parte de la cúpula policial local, reconoce que no tienen los elementos mínimos para iniciar una investigación de rutina, colocando a los malvivientes en una muy cómoda situación. La comisaría misma está siendo investigada desde asuntos internos, por múltiples hechos delictivos que presuntamente se cometieron dentro y fuera del edificio público. Una imagen devaluada Fugas cinematográficas utilizando una sierra para cortar los barrotes durante la madrugada, falta de manejo en situaciones de calle derivando en golpizas a menores, pedido de dinero a internos y hasta hurtos de vales de combustible con los que deberían funcionar los patrulleros, es la imagen que actualmente plantea la institución, la misma que debería potenciar la confianza de los vecinos hacia la fuerza pública. De los hechos antes mencionados, aún no hay dictamen judicial pero todos están siendo investigados con el pase a disponibilidad del último comisario que se desempeñó en el lugar, Héctor Alarcón. Los vecinos consultados, aseguran que "no son todos los policías malos, pero la comisaría no inspira ninguna confianza". Ante esta realidad, quienes viven del delito se sirven de lo ajeno noche a noche, aumentando de manera considerable la inseguridad en la ciudad. La mitad de los hechos ocurridos en Rincón en los últimos meses, fueron esclarecidos, pero no es el resultado de los operativos lo que se le cuestiona a la unidad y sí la falta de prevención en las calles. En ocasiones, los uniformados no tienen ni siquiera un solo móvil para acudir a un llamado y mucho menos para patrullar el casco urbano. No hay una moto de enduro que sirva para internarse en el campo, lugar donde operan los ladrones de combustible y los cazadores furtivos. También se reconoció que "no hay elementos para levantar huellas dactilares", por lo que muchos casos quedan impunes hasta que aparece alguna línea investigativa que los conduce hasta los cacos. |
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