Viernes 11 de octubre de 2002

 

Dos motociclistas armados coparon un depósito en la ruta 22

 

Lo llamativo es que no buscaban dinero, sino dos productos químicos usados en las chacras.
  ROCA (AR).- Dos sujetos a bordo de una moto de gran cilindrada y armados con escopetas recortadas, actuaron con datos equivocados y a pesar de reducir a tres personas de un depósito de agroquímicos, no pudieron llevarse lo que buscaban.
Lo extraño del caso es que los delincuentes no querían dinero ni valores, sólo pidieron Gusathion y Sevín. El primero se utiliza para combatir la carpocapsa, y el otro es usado como raleante e insecticida. Al parecer, los delincuentes tenían órdenes precisas de robar estos productos, ya que actualmente no es fácil conseguirlo, y el precio es de unos 15 dólares el kilo.
Los motociclistas llegaron ayer a las 8 a un depósito ubicado sobre ruta 22 y pasando la calle Damas Patricias hacia el oeste, apenas ingresó el encargado. Este no sospechó nada, pero la cosa se complicó cuando sin sacarse los cascos, uno de ellos exhibió una escopeta recortada y lo obligó a abrir la oficina.
Allí lo maniataron, y la maniobra la repitieron cuando llegaron otros dos empleados. Las víctimas aseguraron que no fueron golpeados, y que los delincuentes buscaban los productos que en ese lugar no había.
Para esto, les hicieron abrir el depósito donde los desconocidos se convencieron que las víctimas no mentían.
De todos modos, quedó en evidencia que no eran conocedores en materia de agroquímicos, porque se llevaron mercadería que estaba vencida, según información policial.
A pesar de esto, no eran improvisados tampoco. Con el aumento del precio de los productos utilizados en las chacras, que se venden a precio dólar, ya no hay stock en los distintos puntos de venta del Alto Valle.
Los delincuentes contaban con el dato de que un camión con los productos que buscaban, había ingresado a Roca antenoche y que había descargado durante la madrugada. Pero no fue en el lugar que suponían.
Además de este dato, los motociclistas utilizaban handys que estaban en la frecuencia policial, por lo que en ningún momento corrieron el riesgo de ser sorprendidos por los uniformados.
Antes de irse, le sacaron 300 pesos a una víctima y 50 a otra. Los tres quedaron maniatados y encerrados bajo llave en una oficina.
Mientras, un tercer sujeto ingresó con una camioneta de pequeño porte -sería un Rastrojero- y cargaron las cajas con productos vencidos.
Cuando las víctimas lograron zafar de las ataduras, avisaron a la comisaría Tercera. Desde allí se dio aviso a Tránsito y al destacamento de Paso Córdoba, aunque los delincuentes habían contado con el tiempo suficiente para tomar buena distancia de los uniformados.
De la moto no había hasta anoche mayores datos. Sólo que era potente y que se perdió tan rápido como había llegado. Tampoco de sus ocupantes, quienes en todo momento ocultaron sus rostros. Uno no se sacó el casco, y el otro tenía un pasamontañas.

Tenían handys con la frecuencia policial

ROCA (AR).- La modalidad del transporte de determinados agroquímicos ha cambiado luego del final de la paridad entre el peso y el dólar.
En el caso del Gusathion y el Sevín, los camiones llevan custodia durante todo el trayecto de Buenos Aires hasta el lugar de destino. Incluso, durante la descarga, personal armado se encarga de asegurar que no haya inconvenientes a la hora de ingresar a algún depósito.
Los dos productos que finalmente no pudieron ser robados, tienen una salida prácticamente inmediata.
"Si alguien roba Gusathion o Sevín, los chacareros se los sacan de las manos. Primero porque no se consiguen con facilidad, y segundo porque al ser robado se vende a un precio muy inferior a los cerca de 14 dólares que cuesta en un lugar habilitado", se indicó ayer.
Se cree que los delincuentes podrían formar parte de una banda que se dedicaría a robar este tipo de productos para chacras.
El sólo hecho de contar con handys con la frecuencia policial, y movilizarse en una moto que les garantiza un veloz tránsito en la ruta en caso de complicarse los planes, causó cierta preocupación entre los investigadores.
También llamó la atención la tranquilidad con la que actuaron los sujetos.
"Nos ataron pero no nos pegaron ni una cachetada", dijo una de las víctimas. "Incluso, a mí ni me apuntaron. Sólo me mostraron la escopeta recortada y eso fue más que suficiente para no hacer ninguna locura", aseguró.
De todos modos entre los investigadores había optimismo en poder dar con los delincuentes.
   
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