Domingo 6 de octubre de 2002

 

Lo que faltaba: ahora roban los reguladores de gas

 

Ayer a la mañana siete vecinos de Roca denunciaron el hurto. Similares a los usados para el GNC, los sacarían para armar equipos. Reponerlos cuesta 90 pesos y varios damnificados no los tienen.

  ROCA (AR).- Se levantó temprano para disfrutar de la mañana del sábado. Lo primero que hizo fue llenar la pava para el mate y tratar de encender la hornalla para calentar el agua. En ese momento descubrió que el gas no salía por más que estaba la llave abierta. Sorprendido salió a la vereda a ver si era un problema en el medidor. Efectivamente había un problema: le habían robado regulador de gas.
Lo preocupante es que el caso de este vecino de las 40 viviendas, ubicado entre las calles libertad, 3 de Febrero y Cipolletti, no fue el único. En la comisaría 21 se presentaron siete denuncias en la mañana de ayer a raíz del hurto del mismo elemento en el mismo barrio.
Según los mismos damnificados el regulador del gas de los medidores hogareños es similar al que se utiliza para los equipos de GNC de los autos.
Por esta razón, la policía supone que los ladrones lo utilizarían para armar estos equipos para ser vendidos en el mercado negro.
Estos equipos han subido considerablemente de precio ante la fuerte demanda de los automovilistas que, desesperados por el aumento de precio del resto de los combustibles, buscan cambiar a esta forma más económica de poder movilizarse.
Es la primera vez que en esta comisaría se presentan denuncias de este tipo, pero según fuentes policiales en otros barrios de Roca se viene registrando este fenómeno desde hace tiempo y en algunos casos se roban el medidor completo.
Es que la crisis ha agudizado la imaginación de los ladrones y cualquier elemento corre el riesgo de ser vendido. De hecho, los medidores no se roban para ser vendidos como tales, sino que lo que interesa es la sustancia metálica de la que están hechos.
El robo de medidores y reguladores de gas es sólo otro eslabón en una cadena aparentemente imposible de cortar, que incluye la sustracción de cables telefónicos, transformadores eléctricos, tapas de alcantarillas y porteros eléctricos.
Casi cualquier elemento metálico que se encuentre en la vía pública está expuesto al riesgo de desaparecer, a merced de los ladrones y reducidores que alimentan un mercado negro cada vez más floreciente.
El barrio del que fueron sustraídos los reguladores fue construido con gran esfuerzo por cada uno de los propietarios. En muchos casos hace menos de un año que pudieron acceder al servicio de gas y a duras penas pueden mantenerlo.

Reponerlo sale caro

Debido al robo que sufrieron los siete hogares del barrio tendrán que comprar nuevamente este elemento que según un gasista del barrio cuesta alrededor de 90 pesos.
Uno de los vecinos consultados mostró notable preocupación al escuchar esa cifra ya que es desocupado y difícilmente pueda juntar esa cifra en corto plazo, por lo que su familia deberá trasladarse de casa en casa pidiendo prestado para cocinar, bañarse con agua caliente, y demás quehaceres que necesitan del uso de este elemento.
Por otra parte, los vecinos están analizando la posibilidad de buscar medias de seguridad que impidan que sigan ocurriendo este tipo de hechos, como poner rejas a los nichos de gas de cada una de las casas.

Sacarlo, acercarse, comprarlo; todo un riesgo

El robo de medidores de gas o de cualquiera de sus partes pone en alto riesgo la vida de quien se dispone a hacer el daño como aquellos que después puedan intervenir ante el hecho.
Los reguladores controlan la presión que llega desde la red y esta puede variar desde 20 gramos a 1,5 kilogramos.
Según un gasista matriculado consultado por "Río Negro", si una persona no conoce sobre los artefactos que está trabajando puede correr grandes riesgos.
Lo mismos sucede en el caso de que los propietarios se acerquen o intenten manipular los medidores que fueron violentados.
Una de las posibilidades es que no haya sido cerrada correctamente la llave interna del medidor y por la tanto alguna chispa provoque un incidente fatal.
Por esta razón, se debe denunciar el hecho ante al empresa prestadora de servicio para que controlen el estado del medidor.
Por otra parte, los equipos de gas para automóviles que son fabricados de forma ilegal a partir del robo de estas piezas también pueden poner en riesgo la vida de las personas que lo compren.
Esto porque nadie garantiza que hayan sido bien construídos y que se encuentren bajo las normas de seguridad que se exigen para este tipo de elementos. (AR)

   
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