Jueves 17 de octubre de 2002
 

Goleó Rácing y Ardiles respira más tranquilo

 

Venció a Chicago y puso al día el torneo Apertura.Los académicos lo liquidaron en el primer tiempo.

 
Adrián Bastía fue muy importante en la zona media de Rácing y en el triunfo frente a Nueva Chicago.
Rácing Club goleó ayer a Nueva Chicago 3-0 en el "Cilindro" de Avellaneda y el entrenador Osvaldo Ardiles se tomó un descanso del "fantasma" de Reinaldo Merlo.
La disconformidad esta vez quedó para la parcialidad de Chicago y los destinatarios fueron los jugadores.
Rácing logró dos goles que lo serenaron en el primer tiempo de este partido que estaba pendiente por la sexta fecha del torneo Apertura y después dosificó energías porque en el corto plazo deberá visitar a Olimpo por esta competencia doméstica y el miércoles recibirá a San Lorenzo en un cotejo decisivo por la segunda fase de la Copa Sudamericana.
Es más, es probable que Rácing el sábado recurra en Bahía Blanca a un equipo muletto.
Rácing vapuleó a su adversario porque tuvo un ataque efectivo y hubo dos conquistas de Diego Milito y otra, excelente, de Nicolás Pavlovich.
El primer tiempo fue interesante fundamentalmente porque las dos defensas cometieron muchos errores.
La diferencia estuvo en la mayor jerarquía y contundencia de los delanteros de Rácing y por eso el parcial terminó 2-0.
Rácing tuvo la fortuna de ponerse en ventaja muy rápido. Hubo una habilitación de Sixto Peralta para Milito y el pique corto e imparable del delantero concluyó en una estocada precisa ante la salida de Velázquez.
El equipo de Néstor Gorosito tuvo tres chances importantes, pero dos las desperdició Ezequiel Amaya y la otra, Julio Serrano.
En desventaja Chicago perdió orden y sus fallas en el fondo se volvieron alarmantes. El conjunto de Mataderos se pareció mucho a Rácing en ese aspecto.
Rácing atacó con mayor confianza y capitalizó esos huecos que dejaron atrás sus adversarios, cada vez más desprotegidos.
La formación de Ardiles mantuvo al rival lejos de su arco y cada vez que vio la ocasión lo tomó mal parado.
El gol de Pavlovich fue una belleza porque el ex delantero de Newell"s recibió de espalda al arco, durmió la pelota en el muslo y de media vuelta la puso arriba y a la derecha de Veláquez.
Chicago salió a jugar la segunda parte con mayor determinación, pero con la misma impotencia. Apenas le generó un par de sofocones a un seguro Gustavo Campagnuolo.
El vencedor hasta se permitió por un rato el regreso de Martín Vitali, quien jugó por primera vez en lo que va de la temporada tras ser operado en su tobillo.
Rácing descansó con el 2-0 y consiguió el tercero en un contraataque veloz, al que Mumo Peralta le puso la pausa justa y Milito, la definición exacta. (AR y DyN)
   
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