Martes 8 de octubre de 2002
 

El seleccionado nacional sabe que ya no hay desafíos imposibles

 

Tras el contundente triunfo ante Italia se ilusionan con el título. Milinkovic apareció en plenitud y es la mejor carta ofensiva.

 
El quipo nacional se está acostumbrando a festejar.
BUENOS AIRES (Télam, por Mariano Suárez).- El seleccionado argentino de vóleibol dejó atrás un vacilante inicio de Mundial y ahora, luego de la explosión de su juego en el triunfo ante Italia, afrontará la recta final del torneo confiado en que ya no habrá desafíos imposibles.
El seleccionado evolucionó hasta madurar con la suma de victorias en el Mundial y, en el momento de mayor exigencia ante los tricampeones italianos, ofreció su noche más pertecta.
Ahora, con todos los objetivos previos cumplidos y la confianza en alza, buscará agregarle un plus a sus metas.
La envergadura de rivales que vienen requiere, si se pretende enfrentarlos con éxito, bastante más que un equipo con espíritu de lucha y un estadio abarrotado en las tribunas.
Por eso cobra valor el triunfo ante los italianos: el equipo, con todas sus variantes, funcionó a pleno y exhibió un desempeño regular, amén de los vaivenes de todo partido.
Marcos Milinkovic, por momentos bien cubierto por el bloqueo rival, tuvo como alternativa de ataque a Jorge Elgueta (65 por ciento en esa faceta), siempre rendidor cuando las circunstancias lo llaman.
El rubio atacante, que tiene la capacidad para sacar un partido adelante en el momento crítico, a menudo concentra la atención del bloqueo rival y abre alternativas ofensivas más liberadas para sus compañeros.
El recambio fue una de las virtudes del equipo de Carlos Getzelevich, que incluso varió de armador en medio del encuentro con resultados óptimos: Hernán Ferraro lució una enorme autoridad para entrar con el partido caliente y aportar su pase preciso.
El receptor punta Jerónimo Bidegain respondió en el arranque del partido y, cuando se cayó, Gastón Giani tomó la posta. También cumplió Gustavo Porporatto cuando el técnico necesitó dos centrales definidos para ganar firmeza en la red.
El líbero Pablo Meana, en tanto, se convirtió en una pieza fundamental para mantener altos los porcentajes de defensa y recepción y el central Alejandro Spajic -que en Buenos Aires todavía no rindió- gravita con sus primeros tiempos.
Con este esquema Argentina enfrentará el miércoles a Francia, un rival exigente que afirmó sus condiciones, por ejemplo, con triunfos sobre Rusia, Bulgaria y Holanda.
Los franceses tienen dos centrales efectivos, un líbero que siempre responde, un juego con mucha sustancia, pero un servicio menos agresivo que el italiano.
En la otra llave de Buenos Aires, Rusia, que emergió de la catástrofe con tres triunfos 3-0 en segunda ronda, se medirá ante los griegos, un rival complicado pero de nivel inferior.
En Córdoba, Yugoslavia, uno de los invictos del torneo y candidato al título, tiene todos los pronósticos de su lado para poner fin a la sorpresiva campaña de Portugal.
Y Brasil, el rival que evitó Argentina, tendrá otra prueba de fuego a sus aspiraciones contra los "azzurros". Los hombres de Bernardinho llegan con crédito a su favor a este gran duelo de cuartos de final.
Pero mañana la atención reposará en Argentina, que ya no se ampara sólo en razones espirituales o externas para agregar un triunfo a su campaña.
El vóleibol de alta competencia, más allá de los elementos anímicos, exige una buena dosis de técnica en los compromisos más determinantes. Argentina la tuvo contra Italia y la necesita para ir por más.

"Soñar no cuesta nada"

El armador del seleccionado argentino de vóleibol, Javier Weber, afirmó que "no le pone límites" a la campaña del equipo en el Mundial luego de la ruidosa victoria obtenida sobre Italia "porque ya encontró su forma y puede soñar".
"Soñar no cuesta nada. Nosotros esperábamos estar dentro de los ocho mejores, pero llegar invictos y de esta manera, no. Por eso ahora no le quiero poner límites al equipo", dijo.
Weber remarcó la trascendencia que tiene el triunfo sobre Italia (3-1), el tricampeón mundial, al apuntar que "no es un equipo cualquiera. Se trata de la potencia de los últimos 15 años".
"Ganaron ocho ligas mundiales, tres campeonatos del mundo y tienen jugadores de mucha jerarquía. Por eso hay que poner esta victoria en perspectiva para merituar cuánto vale", enfatizó.
"A Italia no se le gana todos los días. Y nosotros lo hicimos jugando mejor. De eso no hay dudas", puntualizó.
Weber, uno de los pilares del seleccionado, está jugando su quinto campeonato mundial, una marca que registra pocos casos similares.
El armador que juega y dirige al Unisul, uno de los equipos de la liga brasileña, destacó el respaldo del público durante el mundial.
"El apoyo popular te permite saltar cinco centímetros más alto, llegar a esas pelotas que parece que no llegás. Son cosas que en otro lugar no suceden", dijo.
"Con este respaldo -agregó- el equipo fue ajustando su forma de jugar sobre la marcha, porque hasta el partido con Bulgaria no se habían producido rendimientos parejos".
Weber comentó que en los primeros partidos del campeonato "tres o cuatro jugadores rendían bien, pero después se caían", y marcó el contraste con lo ocurrido ante Italia, cuando "todo el plantel rindió a pleno".
"Contra Italia cambiamos jugadores y todos respondieron. Salí yo, que estaba muerto, y entró el "Gordo" (por Hernán Ferraro), que jugó bárbaro. Lo mismo pasó con (Hugo) Conte, que salió cansado y el equipo no se cayó. Es la ventaja de tener un conjunto largo", estimó.

Elgueta sabe que tienen hambre de gloria

BUENOS AIRES (DyN, por Daniel Corujo) - En medio de miles de gritos. En medio de decenas de felicitaciones. En medio de centenares de manos que lo palmeaban, el "Negro" Jorge Elgueta, la figura del seleccionado argentino de voleibol en su histórica victoria ante Italia, no dudó en afirmar que "acá hay hambre de gloria. No tengo dudas de que la Argentina seguirá jugando en gran nivel para felicidad de toda la gente que nos sigue y para todos aquellos a los que les tapamos la boca".
Elgueta no quiso identificar a los detractores, antes del Mundial, de la selección que dirige Carlos Getzelevich. Quiso mirar hacia adelante. Y le buscó un porqué a este momento fantástico de la Argentina de cara a los cuartos de final ante Francia.
"Trabajamos muchísimo tras una floja Liga Mundial. Pusimos nuestra vergüenza y esfuerzo al servicio de la selección. Ahora puede pasar cualquier cosa, estoy convencido de que vamos a seguir mejorando o por lo menos mantener el nivel que mostramos ante Bulgaria e Italia", monologó el "Negro" .
Cuando se le preguntó sobre lo que hay que mejorar, Elgueta pensó unos instantes, y no dudó: "Tenemos que mejorar a no desesperarnos en los puntos decisivos para cerrar un set, por ejemplo, algo que nos pasó con Japón y, el domingo, con los italianos".
- ¿Cual fue la clave de la victoria ante Italia?
- Jugamos muy prolijo. Tuvimos un volumen de juego muy alto y durante mucho tiempo. Fuimos agresivos desde el comienzo mismo del partido. No les dimos respiro a los "Tanos". Tuvimos un alto porcentaje de ataques ganados y aprovechamos lo que muchas veces tirábamos afuera.
- ¿Se jugó mejor que contra Bulgaria, el encuentro del sábado?
- Sí. Jugamos mucho mejor. Pero también es cierto que vamos mejorando partido a partido. Que estamos rindiendo de menor a mayor desde que empezó el Mundial. Estamos siendo sorpresa para muchos a los que les estamos cerrando la boca.
- ¿Qué es lo que mejoró la Argentina en el transcurso del campeonato?
- Creo que mejoramos mucho en el contraataque. Podemos resolver esas pelotas con mayor asiduidad. También estamos trabajando con mayor equilibrio para sostener las ventajas que conseguimos en el marcador. Psicológicamente, estamos muy bien, muy unidos y eso es un plus codiciado por todos.
- En la faz personal... ¿Fue tu mejor partido?
- Sí. Me encantó el partido que hice. Pero nadie podría jugar bien si no tiene el apoyo de un equipo detrás y un cuerpo técnico como éste, que te banca a muerte.

Los franceses no querían toparse con Argentina

El entrenador de Francia, Philippe Blain, admitió que no quería cruzarse con la Argentina en los cuartos de final "por toda la presión que hay en el Luna Park, más allá de que en esta instancia todos los partidos son complicados".
Por otra parte, el capitán francés, Dominique Daquin, expresó que estaba muy contento por haberse clasificado para jugar la siguiente fase, y confesó que al principio temía definir el lugar contra República Checa, porque sabía que "sus jugadores son muy buenos y ya amargaron a Cuba sacándolo del Mundial".

• Confianza: El técnico de Brasil, Bernardo Rezende, expresó que su equipo jugó tres partidos "muy buenos" en Santa Fe y que eso le da confianza para afrontar los cuartos de final.
"Los cambios en el tercer set ante Holanda se debieron a que quería darle la oportunidad a otros jugadores para que estén preparados para los próximos partidos".

   
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