Gigantesca avalancha en Rusia
Hielo, barro y nieve arrasaron un aldea.
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El presidente ruso, Vladimir Putin, definió al hecho como "una grave catástrofe", aunque hasta anoche no se conocía con exactitud la dimensión del desastre. Según las autoridades locales, los desaparecidos son en total 80, pero para los alrededor de 30 habitantes de Nizhni Karmadon, una pequeña ciudad de una decena de casas literalmente sepultadas por la montaña de hielo y barro, no hay esperanza concreta de salvación.
El jefe del gobierno regional de Osetia, Mikhail Shatalov, dijo que no podía excluir que, al final, el número de las víctimas se acerque a cien.
La magnitud de las devastación es imponente y sólo la escasa densidad de la población evitó un desastre todavía mayor.
Del lado del monte Kazbek, una montaña en la frontera entre Rusia y Georgia, la segunda del Cáucaso, con una altura de más de 5.000 metros, se partió en un tercio de su extensión el glaciar de Maili. Los rastrillajes se concentraron sobre todo en la zona en que hasta ayer se sabía que había campamentos de turistas, además de escaladores.
Horas de incertidumbre y temor pasó el director y actor Serghiei Bodrov hijo (protagonista en el casi profético filme "El beso del oso", dirigido por su padre y presentado en el último Festival de Venecia) que, con un equipo de 26 personas, rodaba un documental a los pies del Maili.
La preocupación por su vida había desaparecido cuando un portavoz de defensa civil refirió que había tenido noticias tranquilizadoras de dos integrantes del equipo pero, más tarde, otras fuentes volvieron a plantear dudas sobre la suerte del cineasta.
El trabajo del equipo de socorro se realizaba en medio de innumerables dificultades.
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