La violencia juvenil quiebra la paz en Aluminé

Los últimos meses marcaron un inusitado aumento de hechos violentos en la tranquila Aluminé. Generalmente son protagonizados por jóvenes, y en especial durante los fines de semana. La comisaría local recibió policías de refuerzo para aumentar la prevención. Dos boliches bailables cerraron por los daños causados durante las grescas. El alcoholismo es uno de los problemas.

Más policías por agresiones sufridas

ALUMINE (AZ).- La aparición de episodios de violencia encendió la alarma de la Policía. Este año, la comisaría local se vio reforzada con numerosos efectivos para patrullar las calles y garantizar la seguridad de los vecinos.
El extremo del caso se vivió cuando, tiempo atrás, los policías dejaron de concurrir como adicionales a los boliches bailables que funcionaban en la localidad ante las permanentes agresiones que recibían. Según se confirmó, en ese período no fueron pocos los efectivos que resultaron lesionados como producto de las grescas originadas en estas reuniones.
"Estamos trabajando en conjunto con otros sectores de la comunidad para generar una campaña de prevención", advirtió el subcomisario José Sepúlveda, a cargo de la unidad local.
La lucha contra la violencia y las agresiones producto del consumo de alcohol es un esfuerzo que desde el ámbito policial se considera "controlado". "Existieron algunos hechos pero con el refuerzo de personal en las calles pudimos bajar el índice de episodios delictivos", señaló.
La salvaje agresión sufrida por una docente de la escuela 165 a manos de dos personas, una de ellas menor, abrió un interrogante sobre la seguridad en Aluminé. "Fue un hecho atípico, que nunca se había dado aquí, pero de todos modos se logró la detención de los presuntos autores", reconoció Sepúlveda. Las carencias que afronta la Policía pasan por la falta de móviles. Con un sólo vehículo se torna complicado patrullar la zona rural y mantener la vigilancia en la ciudad con alto grado de efectividad.

Intentan contención desde Acción Social

ALUMINE (AZ).- Los hechos delictivos producidos por jóvenes desocupados son un desvelo para el Ejecutivo municipal. Si bien se pusieron en marcha diversas prácticas de contención desde el área de Acción Social, el intendente Damián Romero puso el acento sobre la falta de control de las propias familias sobre los adolescentes.
"Existen varios factores que confluyen pero la familia es fundamental para evitar estos hechos de violencia", sostuvo Romero en diálogo con "Río Negro". A renglón seguido el jefe comunal reconoció la incidencia del "22 por ciento de desocupación" en la proliferación de episodios de violencia, pero cuestionó la postura de "muchos adolescentes, algunos ya padres de familia, que no comparten la política de potenciar el turismo mediante la llegada de capitales, lo cual generaría de inmediato un fuerte impacto sobre el mercado laboral".
Desde el área de Acción Social, el municipio puso en marcha programas de asistencia y próximamente estrenará una nueva iniciativa destinada a capacitar a los jóvenes en diversas actividades a cambio de un subsidio mensual con fondos de la Nación.

Lucha contra el alcoholismo

"Se está realizando un trabajo muy interesante en conjunto con el hospital en torno a la lucha contra el alcoholismo y la violencia familiar", explicó Silvina García, trabajadora social y titular del área. En ese contexto subrayó la importancia de la tarea que vienen impulsado el director del nosocomio y la enfermera Susana Flores.
"El alto consumo de alcohol tiene un arraigo cultural muy fuerte que se potencia en el período entre marzo y septiembre, cuando la actividad económica decae para un sector de riesgo muy importante", aseguró García.

"Existe despreocupación de los padres"

ALUMINE (AZ).- Desde el Consejo Deliberante la problemática de los desmanes provocados por el alto consumo de alcohol entre una franja de la población juvenil es seguida con atención. El presidente del cuerpo, Jorge Cuiñas, trazó un crudo panorama sobre la realidad que afronta hoy esta localidad.
"Es muy difícil, antes se podía dejar abierto el auto o la casa pero hoy si no cerrás con llave se llevan todo", explicó el edil. A la hora de apuntar sobre la responsabilidad por esta situación no dudó en asegurar que "existe una gran despreocupación de parte de los padres. De otra manera no se comprende cómo pueden verse menores a altas horas de la noche sin que exista ningún tipo de control familiar", indicó.
El cierre de dos boliches bailables, producto en gran medida de las bataholas que se producían cada fin de semana y que dejaban roturas de magnitud, no trajo consigo un cese de las agresiones. "Existe una nociva influencia de la televisión que transmite violencia durante todo el día", criticó Cuiñas.
El concejal presentó recientemente un proyecto para modificar el Código Penal y establecer penas más duras contra menores que protagonicen hechos graves.
"Acá existe la conciencia de que los menores tienen vía libre para hacer lo que quieran porque los protege la ley", agregó.
La pesadilla que le tocó vivir a una docente de la localidad con la participación de un menor de 14 años, dejó heridas en diversos sectores de la comunidad. "Se da una falta de interés absoluto de algunos padres sobre el accionar de los hijos, lo cual facilita que se cometan numerosos ilícitos que podrían ser evitados", dijo Cuiñas.