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Domingo 8 de setiembre de 2002 | |
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Se acentúa la lucha de pobres contra pobres |
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Cada vez son más frecuentes los saqueos a comedores comunitarios y los robos de bicicletas |
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| VIEDMA (AV).- Los dilemas contemporáneos no sólo produjeron un crack en los bolsillos a la gente. Un mal endémico es que cada vez más son los que pierden el tren de vida normal obligando a que hay que "despellejar" al de al lado para subsistir en una jungla salvaje que no tiene puertas de salida, por ahora. Ni siquiera los comedores comunitarios se vienen salvando. A fines de julio ocurrió un saqueo con el que funciona en la Junta Vecinal del humilde barrio Mi Bandera, dejando sin comer por un día a unos 300 chicos porque se llevaron todos los alimentos. A un mes de ese hecho, les tocó el turno a los vecinos del barrio Lavalle. El caso contribuyó a que las víctimas fueran otros 200 chicos y desocupados que se quedaron sin comer. Pero esa noche, los malvivientes no terminaron allí su raid delictivo. Se cruzaron enfrente e irrumpieron en la capilla "Madre del Salvador" donde se apropiaron de bolsas de cemento y cal, más una hormigonera. Todos estos elementos sirven para que la gente humilde pueda fabricarse con su propio esfuerzo los ladrillos huecos y así mejorar de a poco su precaria vivienda remplazando con ese material las frías paredes de cantoneras. Ante este tipo de situaciones no todos reaccionan de la misma manera. Para ingresar ilegalmente a un lugar hay que romper, y eso significa que algún vecino debió haber escuchado algo, pero nadie vio nada. Como si hubiera miedo. Otros reaccionan con impotencia, pues cuando la Policía encontró la hormigonera en una vivienda cercana a la capilla. Al allanamiento concurrió un vecino indignado e impotente para dar cuenta a los efectivos sobre que allí estaba el producto de otros robos y que les pertenecían. Salió impotente y resignado, sólo las recuperaría si la Justicia decide autorizar un nuevo allanamiento. "Pero señor -les dijo a los efectivos- mientras viene la orden, estos me venderán las herramientas". Cómo calificar al que le roba a un discapacitado. Pareciera de telenovela pero ocurrió en la realidad. Fue días atrás en el Hogar de Día que atiende a personas que portan capacidad diferentes en el edificio de Moreno y Guatemala. Les llevaron un televisor y un hornos microondas. Una historia paralela es el robo de bicicletas. Hoy, hay muchos changarines o mujeres que trabajan en servicio doméstico que no tienen ni los 70 centavos para subirse el colectivo e ir al lejano trabajo, adquieren con sacrificio una bicicleta: lamentablemente, es una estratégica herramienta de trabajo para muchos, pero no perdonan a nadie. La Policía lleva recuperadas muchas, pero los casos no son esclarecidos porque también existen "reducidores" que pintan los cuadros y los revenden. Una fuente policial admitió que "la lentitud de los pasos procesales lleva a que no se puedan reunir las pruebas, aprehender a los responsables y recuperar los elementos para entregar al verdadero dueño" al tiempo que admitió que "a veces los autores son pibes "manejados" por mayores, no perdonan a nadie, ni siquiera a su vecino". La Policía cree que estos momentos cambiaron a las nuevas generaciones, pues a su criterio "los malandras antes sabían lo que hacían y algunos lugares no los tocaban pero ahora aparece un pibe de 14 años con un revólver es capaz de robarle al vecino o matarlo". Peripecias nocturnas VIEDMA (AV).- A veces no resulta fácil ser un pequeño "potentado" en medio de tanta orfandad. |
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