Viernes 27 de setiembre de 2002
 

El drama de la usurpación, ahora en Confluencia

 

Un grupo de 16 familias neuquinas se instaló en lotes que no son suyos.
Aseguran que se quedarán porque no creen en más promesas políticas.
En uno de los terrenos construirían una guardería y una sala de salud.

 
"Ya estamos casados y con hijos, no podemos seguir esperando", afirmaron los protagonistas de la nueva ocupación.
NEUQUEN (AN).- "Los políticos te hacen el verso todo el tiempo", aseguró Juan Carlos. "Primero por esto, después por aquello, y al final nunca te solucionan nada. Yo hace dos años que estoy esperando un pedazo de tierra y todavía sigo con las manos vacías", explicó el jefe de una de 16 familias que el miércoles usurparon lotes en el barrio Confluencia de esta ciudad.
Dividida en dos sectores y al igual que en las tomas anteriores, sus habitantes no están dispuestos a dar un solo paso atrás: "Los terrenos no los vamos a dejar por nada, por el contrario, están abandonados y los queremos porque realmente los necesitamos", coincidieron los ocupantes.
Un grupo de seis familias se instaló sobre un terreno ubicado en la calle Paimún y Lamarque, a 30 metros de la casa en la que se inmoló Rubén Arias en febrero de 2001, reclamando también una vivienda.
"Ayer vinieron del municipio y nos ofrecieron trasladarnos a la toma que se hizo en Avenida del Trabajador", comentó Juan Carlos. "Pero ahí ya no queda lugar y nosotros no nos pensamos ir de acá", aseguró. "Además -continuó- nos dijeron que para poder negociar con ellos teníamos que abandonar el terreno. Nosotros somos pobres pero no giles, ya los conocemos bien a los políticos y no pensamos volver atrás", explicó.
En el lote usurpado, junto al plan de viviendas que se encuentra habitado, estaba previsto construir una guardería y una sala de primeros auxilios.
El otro grupo de 10 familias está en Paimún y Copahue. El terreno es propiedad del Instituto Provincial de Vivienda y Urbanismo de Neuquén (IPVU) y las familias que lo ocuparon destacaron que está abandonado desde hace dos años.
"Nosotros nacimos y nos criamos en este barrio y no nos vamos a ir. Tampoco nos van a sacar", afirmaron. "Todos estamos viviendo con nuestro padres y ya estamos casados y con hijos; no podemos seguir esperando que nos den un terreno o una vivienda porque la necesidad es ahora, no mañana", señalaron.
El mecanismo a través de cual se produjo esta nueva toma en la capital neuquina es idéntico al registrado en la mayoría de los casos anteriores: un grupo de personas sin vivienda propia decide, luego de localizar el terreno en estado de abandono, ocuparlo.
Carpas y casillas de maderas se montan rápidamente que son utilizadas para apaciguar la espera de una respuesta de las autoridades municipales o provinciales, según cada caso.
Desocupados, beneficiarios de distintos subsidios, personas con trabajos precarios y en negro, y familias numerosas, componen principalmente el perfil de quienes usurpan terrenos en esta capital. Y las personas del barrio Confluencia no son la excepción.
Por su parte, las autoridades destacaron en más de una oportunidad que no tienen margen de acción ante las tomas. Sólo realizan procedimientos formales y a lo sumo presentan la denuncia en la comisaría correspondiente, esperando una resolución judicial.
Las últimas tomas en esta ciudad se produjeron a fines de agosto, cuando 130 familias ocuparon un predio ubicado en Avenida del Trabajador y Rodhe, propiedad del IPVU. Aun permanecen en el lugar.
Semanas atrás un grupo de cinco familias también usurpó un terreno cerca del bario Fonavi. Entre las personas se encontraban los hijos de Nelly Torres, próxima a asumir como concejal.
   
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