Jueves 26 de setiembre de 2002 | ||
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Río Negro tiene su propio arraigo para docentes |
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Puntaje extra para los formados en la provincia. La medida alcanzará a unos 6.000 maestros. |
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Los docentes egresados de los institutos de formación rionegrinos tendrán un puntaje adicional que beneficiará su acceso laboral a partir del próximo ciclo escolar. Este beneficio alcanzará a más de 6 mil maestros, es decir, la mitad de los educadores en funciones. Un reciente decreto del gobernador Pablo Verani estableció que estos docentes egresados en Río Negro computen automáticamente un puntaje de tres puntos para su clasificación de ingreso o ascenso laboral. Esta asignación equivale a lo que obtienen los educadores en nivel Primario por seis años de antigüedad o por doce años en el Nivel Medio. "Se trata de un sistema encubierto de arraigo y es otro escenario de la batalla de pobres contra pobres", advirtió el vocal gremial del Consejo de Educación, Juan Carlos Carreño. Con algunas diferencias puntuales, la medida tiene muchos puntos en común con la ley de arraigo impulsada por la gestión del gobernador Jorge Sobisch en Neuquén, mediante la cual se premia el tiempo de residencia en la provincia o la formación en institutos locales. De todos modos, la justicia le puso freno a esa decisión. (Ver aparte) La ministra de Educación rionegrina, Ana Mázzaro, desestimó que la norma constituya una "discriminación para los docentes" extraprovinciales. "No tiene nada que ver con el arraigo sino que se quiere valorizar el trabajo de los institutos propios. Hay egresados que no son de Río Negro y tendrán ese beneficio. En cambio, hay estudiantes de Viedma -agregó- que estudian en el Instituto de Patagones y no lo tendrán". La provincia cuenta con siete establecimientos de formación educativa: seis de maestros (dos de ellos con profesorados) y un instituto de Educación Física. Los egresados de los mismos superarían actualmente los 6.000 docentes. El decreto Nro 839 otorga a los docentes formados en los institutos rionegrinos un "puntaje especial de tres puntos para la valoración en la clasificación de los aspirantes a ingreso y ascenso del personal titular e interinos en los niveles inicial, primario y medio". La norma argumenta que el Estatuto Docente establece en su artículo 145 que habrá un beneficio adicional para esos egresados. Explica que los institutos rionegrinos "han merecido la calificación de acreditación plena por las comisiones evaluadoras actuantes y el acto administrativo". El puntaje inicial era "de 0,25 centésimas" y se incrementó a tres puntos. Esta asignación -según Carreño- equivale a lo que acumula una docente primaria en seis años de antigüedad y una profesora de Media en 12 años. El representante de Unter advirtió que ese puntaje "es violatorio" del artículo 145 del Estatuto Docente. "Es cierto que prevé un beneficio para esos egresados pero también dice que no podrá superar el valor al año de antigüedad (que es de 0,25 puntos) y, excepcionalmente, llegar a medio punto. Un decreto no puede pasar por arriba a una ley". Carreño resaltó que se trata de un "arraigo encubierto" que favorece a los rionegrinos que mayoritariamente son los egresados de los institutos de Río Negro. "Es toda una contradicción. Hoy destacan la importancia de los institutos mientras existió mucha presión para cerrarlo. Quedaron ocho de los 13 institutos". Concluyó que "ese puntaje para esos egresados, cuanto menos, es desmedido y alienta la lucha de los pobres contra pobres porque acentúa diferencias en la base docente". Por su parte, Mázzaro resaltó que ese beneficio es un reconocimiento para los institutos de la provincia. Destacó el marco académico de esas entidades porque "la carga horaria es muy importante, que llega a duplicar a otros en el país". Manifestó que esos establecimientos "tienen un importante costo para el Estado provincial entonces bien debe favorecerse a los ingresados" y además, "se trataba de un fuerte reclamo de los egresados de esos institutos". Hace casi un año, Mázzaro supo neutralizar una norma que estaba a la firma de Verani para establecer un mecanismo directo de prioridad de los docentes de Río Negro en el acceso a la prestación del servicio educativo. El ministro de Coordinación, Gustavo Martínez, era el impulsor de ese proyecto que recién se diluyó cuando Mázzaro amenazó al gobernador con abandonar la cartera si firmaba esa iniciativa. Por entonces, la funcionaria argumentó que su condición de santafesina nunca constituyó un impedimento en Río Negro para ejercer y progresar en su carrera docente. Concluía esa visión con una firme convicción: "No seré yo quien establezca limitaciones a los docentes de otras provincias". Finalmente, el gobernador firmó un decreto que contempla -relativamente- aquel ideal de Mázzaro pero también formaliza el pensamiento de Verani para favorecer a los maestros rionegrinos. (AV) Al modelo neuquino lo frenó la Justicia Una escuela se quedó sin leche en Roca |
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