Lunes 16 de setiembre de 2002
 

Con música y lluvia, Neuquén cerró los festejos

 

Los músicos del Ejército y de la Policía brindaron un espectáculo en el club Independiente. El intendente Quiroga estuvo presente. El agua empañó las celebraciones al aire libre.

 
El Ejército y sus músicos, con nuevo repertorio: batieron el parche con Matador, de los Fabulosos Cadillacs.
NEUQUEN (AN).- Con sol, lluvia, brisas y un enorme arco iris apareciendo y desapareciendo. En una cancha de fútbol y en un gimnasio; con ritmo de fanfarria o a los saltos con acordes aptos para "gym".
Así fue el cierre de los actos por los 98 años de la ciudad de Neuquén, en un festejo que no cosechó adhesión climática y que movilizó a varias de decenas de vehículos alquilados por las autoridades comunales, virtualmente birladas por los chaparrones que sin embargo no alcanzaron para suspender las actividades.
La apertura de la última etapa de los festejos comenzó en el cancha de fútbol del club Independiente de Neuquén, cuyo campo de juego fue copado por las bandas musicales militares neuquinas y la de la Policía provincial.
"La cana te busca matador; mirá hermano en qué terminaste por soñar por un mundo mejor", se animó a cantar el público mientras la banda del Regimiento de Infantería 10 de Covunco hacía retumbar tambores mirando al palco donde aplaudía el intendente Horacio Quiroga. Es que las agrupaciones fueron mucho más allá del clásico repertorio castrense e incursionaron en ritmos diferentes: chamamé, pachanga y hasta la batucada de "Matador", el clásico de los Fabulosos Cadillacs.
La peor parte se la llevó el público que en buen número llegó al estadio de José Rosa y ruta 22. Es que alrededor de las cinco y media de la tarde, unas pioneras gotitas locas abrieron el paso a una tormenta tan breve como contundente. Y rápido, buena parte del público que acompañó con palmas y voces los ritmos marciales interpretados con excelencia por las bandas de los regimientos de Covunco, Zapala y del Batallón de Ingenieros de Neuquén. A ellos se sumó la banda de la Policía provincial. El cierre fue con todos los músicos uniformados juntos dentro del campo de juego que, por el escaso césped, terminó por embarrar las botas de los intérpretes que, sobre el final, tuvieron que salir presurosos en busca de resguardo.
Desde allí, los festejos se mudaron al Parque Central donde al aire libre estaban previstos espectáculos musicales y baile-entrenamiento-entretenimiento denominado Bailee. Con el agua cayendo a pleno se definió la mudanza al interior del gimnasio, mientras afuera un grupo de personas batía un récord. Sólo 15 minutos para desarmar el Giganotosaurus Carolinii, la estrella de una muestra de paleontología y arqueología que organizó la dirección de Cultura. Tras el chubasco, en los alrededores del gimnasio dormía una legión de combis y colectivos contratadas por la comuna. Esperaban o a la gente que festejaba el fin de la lluvia y se movía como podía dentro del edificio donde el calor era agobiante.Entre el ejército que intentaba moverse estaban las promotoras del Banco Provincia de Neuquén, repartiendo una suerte de miniposter de la selección Argentina de Básquetbol subcampeona del mundo. Hechas en papel ilustración se advierte: "Esta historia comenzó en Neuquén" y detrás se afirma que "Neuquén es confianza" y se puede ver al gobernador festejando de frente a los jugadores de básquet, cuando ganaron el premundial el año pasado. A ese suvenir, el BPN sumó una tarjeta que define a la capital como "Una ciudad en movimiento".
   
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